Andalucía

El tridente de Urbanismo

  • Un pequeño grupo de altos cargos maneja los hilos del área municipal desde hace dos décadas. Las desavenencias surgidas entre ellos han sido clave en la investigación judicial.

Hay pocas personas en la política activa que recuerden con exactitud en qué momento y cómo llegó a formarse el 'tridente de Urbanismo'. "Siempre estuvieron allí", coincide con estas u otras palabras similares todo aquel que es consultado sobre el origen del poder acumulado durante casi dos décadas por un pequeño grupo de funcionarios municipales en el área que gestiona las obras y el planeamiento del suelo en Granada.

La Operación Nazarí tiene al exalcalde, José Torres Hurtado, y a su concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, como cabezas visibles de una supuesta trama de corrupción vinculada a algunos de los principales promotores de esta ciudad. Pero entre los 17 detenidos e investigados también se incluye el núcleo duro de lo que ha sido la cúpula de esta área municipal durante muchos años y bajo diferentes mandatos políticos. Se queda fuera Jacobo de la Rosa, que fue el máximo jefe del área, pero algunos detenidos apuntan a él directamente como el instigador de esta investigación judicial. Incluso la concejala dimitida asegura ser una víctima de su "venganza" por apartarlo del poder en Urbanismo. El empresario José Julián Romero dice de él que ha actuado como "infiltrado" del presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, en su interés por desalojar a Torres Hurtado de la Alcaldía.

Durante muchos años, políticos, funcionarios y constructores han dado por sabido en cualquier conversación relacionada con el área de Urbanismo que allí había tres cabezas visibles: Jacobo de la Rosa, Emilio Martín Herrera y Manuel Lorente. Las relaciones entre sí no parecen haber sido las mejores, pero al parecer hubo cierto respeto mutuo por las parcelas de actividad de cada cual. En los últimos años, el primero se había alejado especialmente de los otros dos, según las fuentes consultadas.

Manuel Lorente, actual director de Obras y exgerente de Urbanismo, ha sido durante muchos años la mano derecha de los concejales del área que iban pasando por el sillón. Dicen de él que los políticos han querido tenerlo a su lado porque era un hombre "resolutivo" y que tenía bien organizados a los funcionarios de Urbanismo. Pero era amigo y se le veía públicamente en actos y eventos con uno de los principales constructores de la ciudad, José Julián Romero, y esto despertó muchos recelos, hasta el punto de ser investigados por el Juzgado después de un viaje que hicieron juntos a Japón. Ahora el Juzgado de Instrucción 2, que lleva la Operación Nazarí, vuelve a revisar esa relación dentro de la supuesta trama que investiga.

El "experto en ingeniería urbanística", como lo llaman algunas personas que han trabajado cerca de él, es el abogado Emilio Martín Herrera, otro de los detenidos en la macrooperación, al que le atribuyen gran inteligencia y preparación. Al igual que Lorente, el actual director general de Licencias ya estuvo inmerso en la investigación judicial por el caso del Cerrillo de Maracena, en el que la Fiscalía llegó a pedir su inhabilitación por su participación en el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Granada y varios promotores de la ciudad para el desarrollo urbanístico de esa zona.

Jacobo de la Rosa ya no está entre los cargos de responsabilidad de esta Concejalía, pero durante muchos años ha sido pieza clave. Estuvo al frente de Licencias a finales de los 90, luego cambió a jefe de Arquitectura (era un pequeño descenso) y tras la llegada de Torres Hurtado a la Alcaldía (en 2003), este funcionario que militaba en el Partido Popular se puso al frente del área. Quienes lo conocen por su trabajo, dicen que se comportaba como un hombre "educado, muy afable, risueño e, incluso, adulador", pero que era "reservado y gris".

Desde hace muchos años, incluso antes del primer mandato de Torres Hurtado, sorprendía a muchos su ritmo de vida. Era sabido en su entorno, porque él nunca lo ocultaba, que poseía un gran barco (de unos 12 metros, calcula uno de sus conocidos que ha visto la embarcación), ubicado en Marina del Este, el puerto deportivo de Almuñécar, donde al parecer también tenía patrimonio inmobiliario.

La exconcejal de Urbanismo ha manifestado públicamente estos días sus dudas sobre el amplio patrimonio del que fue máximo cargo de confianza de su área. Ella lo ha acusado de ser el verdadero responsable de la trama de corrupción y explicó el martes pasado que su destitución en 2013 se debió precisamente al descubrimiento de que tenía una empresa (que podría aparecer a nombre de su esposa y tendría nombre de embarcación) dedicada al desarrollo de operaciones urbanísticas, a hacer estudios y asesoramiento a empresas. Nieto consideró que esta actividad, que llegó a generar más de medio millón de euros anuales, no era compatible con su cargo.

Pocos días antes de dejar su cargo preparó el informe que desencadenaría la operación judicial del Serrallo Plaza, por la que Nieto ya ha tenido que declarar como imputada. De la Rosa también compareció ante la juez en este caso y sus declaraciones dieron pistas sobre el modo de operar en el área de Urbanismo. Luego llegaron las dos querellas origen de la operación Nazarí (por el pabellón Mulhacén y la urbanización Ciudad de la Luz) y con todo este mar de irregularidades, amistades sospechosas y enemistades manifiestas, la juez ha emprendido una amplia investigación que podría abarcar una decena de operaciones urbanísticas y una década de gestión. Por eso algunos de los detenidos consideran a Jacobo de la Rosa el responsable de que se haya abierto un melón que él mismo cultivó muchos años.

El dirigente popular Sebastián Pérez, entonces presidente de la Diputación Provincial, contrató a Jacobo de la Rosa para trabajar en esta institución a partir de 2014, algo que para muchos fue la confirmación de una alianza en contra de Torres Hurtado e Isabel Nieto. Más tarde el arquitecto ha vuelto al Ayuntamiento de Granada como funcionario, pero fue enviado a trabajar a la Oficina Técnica del Albaicín, en la Plaza Aliatar, una suerte de destierro que debió de afectarle porque quienes lo conocen dicen que en poco tiempo se quedó muy delgado y se le ve físicamente desmejorado. Actualmente está en situación de baja laboral.

En Urbanismo actualmente hay otros altos cargos que también se han visto salpicados en las últimas investigaciones urbanísticas, como el coordinador general, Agustín Belda, en el caso del Cerrillo de Maracena, o Mari Paz Spínola, la actual directora general de Urbanismo. Esta empleada llegó a los altos cargos del área de la mano del antecesor de Isabel Nieto, Luis Gerardo García-Royo, y es otra de las 16 detenidas en la operación policial de la UDEF en Granada.

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