Granada

Lo oportuno de lo excepcional

  • La iniciativa del concejal Fernando Egea de suprimir las plazas de 3 a 6 años en las escuelas municipales acaba, paradójicamente, en el refuerzo de un modelo innovador

"Este modelo tiene su origen en todo lo que se ha estudiado a lo largo del siglo XX sobre la mente infantil". Juan Mata, pedagogo, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada, señala que el cerebro, durante la etapa que va de los 0 a los 6 años, tiene unas características específicas. Su particularidad hace necesario que haya una etapa educativa que recoja las necesidades de ese periodo. Esa etapa existe, Infantil, pero con truco. Para la Administración educativa, ésta está dividida en dos. Una que va de 0 a los 3 años, y la segunda que se prolonga desde los 3 a los 6. Esta brecha, según el investigador, es artificial y responde más a criterios "económicos" que pedagógicos. Así, lo normal es que de los tres primeros años de vida se encarguen las guarderías, concebidas con una finalidad asistencial más que educativa. Sin embargo, a partir de los 3 años la Administración entiende que el niño está preparado para entrar en un sistema educativo que le exige, por ejemplo, aprender a leer y escribir. Y cuanto antes mejor, lo que, según este pedagogo, es "una barbaridad".

De los 0 a los 6 años es "una etapa clave, en la que evoluciona el lenguaje, se desarrolla el mundo emocional del niño, se desarrollan sus capacidades", explica Mata. A pesar de los argumentos pedagógicos, el modelo educativo común mantiene la fractura entre la guardería y el colegio, entre los bebés y los niños, entre los niños menores de 3 años y los mayores. Se asume así, según Mata, que el proceso de aprendizaje debe pasar por dos etapas, en lugar de un periodo más prolongado, en el que las necesidades son comunes. "De los 0 a los 6 años no cambia su manera de entender" el mundo, por lo que seguir en el mismo espacio, con mobiliario familiar, profesores que ya conocen es "continuar de manera coherente" ese proceso. Esa continuidad es "muy importante para su bienestar" y les ayuda a entender que "están creciendo", señala Mata. Y así, precisamente, se entiende en las escuelas municipales de Granada, cuatro centros educativos -Belén, Luna, Arlequín y Duende- en el que hay matriculados unos 400 niños y que mantienen el modelo 0-6.

Su singularidad es objeto de estudio por parte de grupos de trabajo a nivel nacional y, además, se entiende como un elemento "innovador" en la educación, según explica Juan Bautista Martínez, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la UGR. Una innovación que, en Granada, tiene "35 años" de existencia, tal y como recuerdan las familias de las escuelas. Las familias, precisamente, han sido el eje de un acuerdo político entre todas las fuerzas con representación municipal -PP, PSOE, Ciudadanos, Vamos Granada e IU- que no tiene demasiados precedentes en la capital y que supone blindar el modelo educativo.

El compromiso político firmado ayer supone dar un portazo a la propuesta del concejal de Educación en funciones, Fernando Egea (PP), que puso sobre la mesa el pasado mes de febrero la supresión del segundo ciclo de Infantil (3-6) para duplicar las plazas del primer ciclo (0-3). Cuando la propuesta trascendió -había sido comunicada a la Delegación de Educación días antes de que las familias y trabajadores de las escuelas lo supieran- se sentaron las bases de una movilización que llevó a los padres a manifestaciones, actividades en la calle y a reuniones a todos los niveles para propiciar que se respaldara el sistema de trabajo vigente desde hace más de tres décadas en las escuelas municipales.

El compromiso ata el carácter público de las escuelas, "en todo lo referido a su gestión, financiación y política de personal", reconoce al Ayuntamiento como gestor de los centros, y debe ser el municipio el que mantenga tanto las escuelas como su modelo. También se recoge la posibilidad de que la Junta participe en la financiación de las plazas escolares -como ya ocurre con el convenio de financiación de los cursos que van de los 3 a los 6 años- "siempre y cuando dicha financiación respete la autonomía, las características y el funcionamiento del modelo actual". Además, el documento da a las familias y trabajadores más peso en la Fundación, un cambio que deberá materializarse en la modificación de la Fundación Granada Educa, el organismo con representación de los partidos políticos y la Universidad de Granada del que depende la gestión de las escuelas. Por último, las familias plantean la necesidad de que, ya que se conocen las ventajas de este modelo, éste deje de ser excepcional. "Debería llevarnos a plantear su generalización", concluyen.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios