Granada

El juez Garzón recibe una segunda hipótesis sobre la ubicación de la fosa de Lorca

  • Familiares de Dióscoro Galindo solicitan que se excave 430 metros al sureste del lugar señalado por Ian Gibson, en una zona de olivares situado antes del Caracolar

Después de tres décadas de consenso, la ubicación de la fosa común más investigada de todos los desaparecidos de la guerra civil y el franquismo -la de Federico García Lorca- es puesta en duda. Nieves Galindo, la nieta del maestro de Pulianas enterrado con el poeta, ha presentado al juez Baltasar Garzón las coordenadas de una segunda posible ubicación, situada a 430 metros al sureste del Parque Federico García Lorca, punto en el que hasta ahora se había fijado el supuesto enterramiento de los restos, según ha defendido el hispanista irlandés Ian Gibson.

La nueva hipótesis, amparada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada, se basa en las investigaciones llevadas a cabo por Eduardo Molina Fajardo y Agustín Penón, esta última recogida por Marta Osorio en la obra Miedo, Olvido y Fantasía, así como en numerosos testimonios.

De todos ellos, el aportado por un testigo del lugar donde el poeta pasó sus últimas horas es clave para sostener esta nueva conjetura. Según el presidente de la asociación, Francisco González, el que fuera cocinero de la Fábrica Nacional de Pólvoras de El Fargue, Valentín Huete García, le confesó a sus ochenta años que la fosa se encuentra "en aquellos olivillos que hay antes del Caracolar".

González explica que este hombre fue un "observador obligado de todos los asesinatos cometidos por las fuerzas sublevadas" que estaban al mando del capitán José María Nestares Cuéllar, ya que "vivía desde antes de la sublevación militar en el Molino de las Pasaderas", ubicado en el mismo conjunto de edificaciones en el que se estableció 'la cárcel' de Las Colonias, en la que pasaron sus últimas horas Lorca, Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín A. Cabezas.

Según consta en la documentación entregada a Garzón, a la que ha tenido acceso Granada Hoy, existen numerosos testimonios de habitantes de Víznar sobre la "certeza de que la fosa está en un paraje distinto al que se había fijado desde la democracia", en Alfacar. Así, estos testimonios se refieren a un espacio más próximo a Víznar y al Camino del Obispo, pero en "un punto situado en el nivel superior a su recorrido".

Hasta este preciso lugar llegó González de la mano del acequiero de Aynadamar, Ángel Sánchez Fernández, quien le señaló la piedra bajo la cual afirma que están los resto de los cuatro fusilados en la madrugada del 18 de agosto de 1936. Las coordenadas, según señala la documentación remitida al juez de la Audiencia Nacional son 37º 14' 31,10'' de latitud Norte; 3º 33' 00,59'' de longitud Oeste.

Por otra parte, en la obra póstuma del periodista Eduardo Molina Fajardo, Los últimos días de García Lorca, la entrevista del autor a Pedro Cuesta Hernández, miembro de las fuerzas al mando del capitán Nestares, arroja luz sobre la ubicación en la misma línea que el testimonio de Huete García.

Del entrevistado, Molina Fajardo obtiene un croquis dibujado en papel cuadriculado en el que se marca el lugar de la fosa, que "claramente describe el paraje que dijeran Valentín Huete García y Ángel Sánchez Fernández, con un evidente distanciamiento del lugar señalado en el interior del Parque Federico García Lorca", señala Francisco González.

Otro de los trabajos que coincide en señalar esta hipótesis como la más probable es la obra Miedo, olvido y fantasía, en la que Marta Osorio rescata la exhaustiva investigación que realizara Agustín Penón en 1955-1956. "Se señala el mismo lugar y se inserta en la página 388 una fotografía del lugar que, a pesar del tiempo transcurrido, se comparece plenamente con el descrito, pese a que ha desaparecido uno de los olivos que se observan en dicha fotografía, a causa de reformas en el trazado del camino y el asfaltado reciente del mismo", asegura González.

Sin embargo, aunque el presidente de la asociación granadina pide que se excave este punto, ya que en su opinión es el emplazamiento más probable de la fosa, también pide que se haga lo propio en el interior del Parque Federico García Lorca, exactamente en las coordenadas 37º 14' 41,38'' de latitud Norte; 3º 33' 12,25'' de longitud Oeste.

Se trata de una segunda opción, hasta ahora la 'oficial' y que se corresponde con las investigaciones llevadas a cabo por el hispanista Ian Gibson, vertidas en su primer libro, El asesinato de García Lorca.

Entre sus ilustraciones, el investigador incluye una fotografía del lugar en el que se encuentra la fosa, según le confesara Manuel Castilla, testigo presencial del asesinato. Este paraje también se señala en Miedo, olvido y fantasía , según las declaraciones de los testigos Manuel Castilla y José Requena, fotografías incluidas.

Pero, en opinión de Francisco González, al señalar este segundo punto, es posible que se produjera una equivocación "a causa de la similitud del paisaje en aquellos momentos".

Un posible error, en su opinión, "alimentado por "el miedo de ambos testigos, en unos tiempos en que la guardia civil vigilaba, perseguía y amedrentaba con detenciones a quienes osaran merodear por aquellos parajes facilitando información de los asesinatos".

Además, bajo su punto de vista, los años transcurridos desde el asesinato en 1936 y la identificación, en 1955, sin que se volviera al paraje, constituyen un lapso de tiempo que podría haber contribuido a la posible equivocación. En cambio, los informadores de Agustín Penón, residentes en Víznar, no habían dejado de residir en Víznar ni de frecuentar a diario el lugar.

En todo caso, el informe entregado el pasado viernes al juez Garzón por los familiares de Galindo y Francisco Galadí, así como por la asociación, afirma que "no se puede descartar esta segunda opción", dado que los protagonistas de los crímenes procuraron por todos los medios que no se supieran detalles de sus actuaciones y, mientras no se abran las fosas, no se podrá saber con certeza lo ocurrido, ni desvelarse los secretos que todavía están por resolverse.

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