Con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de violencia de género comenzó el primer pleno municipal presidido por Paco Cuenca. Fue casi el único minuto de conciliación entre el actual equipo de gobierno y el resto de grupos políticos en las cerca de seis horas que duró la sesión plenaria, ya que el cambio de roles dejó patente que el PSOE tendrá que remar a contracorriente desde sus primeros pasos en la Alcaldía. Los socialistas tienen un hueso duro en su transición desde la oposición al sillón de mando. Sobre todo porque solamente cuentan con ocho concejales y un apoyo para gobernar que pende de un hilo muy fino, más aún con unas elecciones en el horizonte que condicionan a todos los partidos, incluido el PSOE. Por el momento, Cuenca se 'bautizó' ayer con el gran varapalo que supuso el no sacar adelante la medida de ahorro a nivel de organización municipal en la que se templaba la reducción de cargos directivos de 20 a 17.

Los socialistas, contra todo pronóstico, no contaron para esta propuesta con el beneplácito de Vamos Granada e Izquierda Unida. Sí recibieron el apoyo de Ciudadanos, aunque no fue suficiente dado que, como era de esperar, el PP también se opuso sumando en total quince abstenciones frente a los doce votos a favor. La medida, que suponía reducir de diez a ocho los coordinadores y de diez a nueve los directores generales, tendrá que esperar a una revisión para ver si es revalidada en el próximo pleno a final del mes de junio.

El portavoz del equipo de gobierno, Baldomero Oliver, se mostró "perplejo" ante la falta de acuerdo en el citado punto del pleno municipal y achacó las discrepancias al tacticismo de los partidos en pleno proceso electoral. El socialista señaló como una "paradoja" que haya más órganos directivos y un mayor número de cargos de libre designación de los que el propio equipo de gobierno había planteado. De esta forma, Oliver consideró una "sorpresa" las abstenciones de PP, Vamos Granada e IU. "El PP sigue pensando que sin ellos esta ciudad no tiene gobierno, Vamos Granada está más preocupado en mostrar su criterio que en los intereses generales y el portavoz de IU, Francisco Puentedura, se ha confundido un poco con el momento procesal", relató.

El edil del PSOE defendió así la necesidad de que el equipo de gobierno, al que han apoyado otras tres formaciones para obtener la Alcaldía, tenga "margen" para dotarse de un mecanismo de gestión ordinario. Por eso, aclaró que intentarán de nuevo proponer la reducción de los cargos directivos a los "estrictamente necesarios" cuando se presente la oportunidad, que en principio sería antes de que se celebren las elecciones generales del 26 de junios, puesto que el próximo pleno municipal se celebraría antes de ese fin de semana. Y es que, según el portavoz socialista, ayer se mezclaron un "maremagnun de acusaciones cruzadas" que achacó a que "nadie ha quitado del horizonte el hecho de que haya elecciones generales".

El PP, por su parte, se escudó en que ni siquiera "los socios" de gobierno del PSOE (Vamos Granada e IU) manifestaron su apoyo a la nueva propuesta de niveles básicos de organización municipal, lo que la portavoz popular, Rocío Díaz, calificó de "muy sorpredente". Así, aprovechó el desconcierto de la nueva etapa política del Ayuntamiento para criticar una falta de diálogo que, a su juicio, es la prueba de "cómo va ir la ciudad en los próximos tres años". Por tanto, los populares prefirieron abstenerse en este punto asegurando que no se van a inmiscuir en cómo el PSOE va a organizar su gobierno, aunque sí instó al alcalde a "negociar más" con quienes favorecieron el cambio de signo político para no "paralizar la ciudad".

El grupo de Vamos Granada se exigió a los socialistas que se tienda a la reducción de los cargos directivos y que, en todo caso, se contrate a trabajadores "de la casa", y arguyó para abstenerse que hasta el momento se desconoce qué personas van a ocupar estos puestos y si se las escogerá en función de la eficacia o por otros criterios más partidistas. De la misma manera, el portavoz municipal de IU, Francisco Puentedura, agregó que desde el equipo de gobierno se podría haber hecho "un esfuerzo mayor" a la hora de reducir el número de los puestos directivos. No obstante, apuntó que, al margen del todo, lo esencial es si son funcionarios municipales o no.

El único partido que dio el apoyo al PSOE en este polémico punto fue Ciudadanos, que quiso mostrar lealtad al partido que ha dejado gobernar la ciudad con sus cuatro votos. Eso sí, el concejal Manuel Olivares reclamó una modificación "urgente" del Reglamento Orgánico Municipal (ROM) para solucionar las cuestiones que siguen en el aire.