El centro comercial Alameda, en Pulianas, no pasó ayer el mejor de sus días. Sobre las diez de la mañana, una llamada al 112 alertó de la presencia de un coche con explosivos en el parking de la zona. De inmediato, la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar y procedió al desalojo preventivo de todos los comercios, entre los que se encuentran Decathlon y Mercadona.

Rápidamente se activó el protocolo previsto en estos casos, con el acordonamiento de la zona y una exhaustiva investigación. Alrededor de las once y media de la mañana, se confirmó que el aviso de bomba era falso y se levantó el perímetro de seguridad, permitiendo minutos después que el centro comercial funcionase con total normalidad.

La llamada al servicio de emergencias alertaba de la presencia de un turismo de color verde, al parecer de la marca Volvo, estacionado en los aparcamiento con explosivos en su interior. La Guardia Civil en coordinación con la Policía Local, inspeccionó minuciosamente la zona de aparcamientos situada en la parte baja del centro. El operativo estuvo al mando de un teniente de la Guardia Civil perteneciente al área de desactivación de artefactos y en él se utilizaron guías caninos para dar con el vehículo descrito. Tras más de una hora de intensa búsqueda, los agentes no lograron dar con el automóvil descrito, dando por concluida la investigación. El tráfico en la zona fue restringido por completo y la Guardia Civil controló el tránsito de vehículos que se arremolinaban en los alrededores para informarse sobre lo que estaba pasando. Mientras tanto, decenas de personas desalojadas se instalaron a unos 100 metros de la zona a la espera de que se esclareciese lo ocurrido. Muchos de ellos afirmaron haber dejado en el interior del centro comercial muchas de sus pertenencias.

Tras el levantamiento del dispositivo, los comerciantes volvieron a trabajar con normalidad, aunque aún con el susto en el cuerpo. Flor, gerente de la cafetería Chaplin, reconocía estar aún preocupada por lo sucedido: "Entraron a avisarnos de que debíamos salir corriendo y dejarlo todo allí. No tuvimos tiempo de cerrar. Sólo nos gritaban que corriésemos hasta haber abandonado el recinto por completo". Una vez fuera, los agentes de la Guardia Civil les informaron del viso de bomba y les pidieron calma y tranquilidad.

"Muchos clientes dejaron aquí sus móviles, carteras y hasta un reloj. En ese momento sólo piensas en salir corriendo", explicó Flor. A pocos metro de la cafetería, una clienta de la peluquería Estudio 2.14 salió corriendo con un tinte recién puesto: "En poco más de 15 segundos vi salir despavorida a la gente que hacía la compra en Mercadona. En ese momento, nos pidieron que corriésemos nosotras también y salimos sin pensárnoslo dos veces", relató. "El tinte al final me lo he tenido que quitar en un hotel próximo de la zona en el que nos han permitido estar".

El alcalde de Pulianas, José Antonio Carranza, se desplazó rápidamente hasta el lugar de los hechos, pese a que se encontraba fuera del municipio en ese momento: "Cuando recibí la alerta por el aviso de bomba me llevé un susto grandísimo. Me desplacé hasta allí para saber qué estaba pasando" afirmó. El edil valoró como extraordinaria la labor de los cuerpos del Estado, a los que felicita por trabajar de manera eficaz para no generar una alarma innecesaria. La Guardia Civil, por su parte, tratará de dar con la identidad de la persona que ha dado el falso aviso, al que se le podría atribuir un delito de denuncia falsa recogido en el Código Penal con condenas de entre tres meses y un año de cárcel.