Emasagra, la empresa encargada del abastecimiento de agua de más de medio millón de granadinos repartidos en quince municipios entre la capital y su Cinturón, ha retomado la captación de agua de sondeos para abastecimiento. Así aparece en la información sobre la calidad del agua facilitada por la compañía, que en la actualidad realiza captaciones de Quéntar (53%), Canales (31%) y en una proporción muy inferior de pozos (16%).

En los últimos años Emasagra no ha recurrido a esta 'tercera vía' para abastecer de agua a sus usuarios, una situación que, desgraciadamente y a causa de la inclemente sequía que se dio a mediados de la década pasada, sí fue habitual hasta 2008. Hasta aquel año, la compañía mantuvo operativos catorce pozos en la Vega para garantizar el suministro. La normalización de los niveles de reserva hídrica propició que los sondeos únicamente se utilizaran de forma mínima y puntualmente para garantizar su mantenimiento. Ahora, algunos municipios -entre los que no está la capital- vuelven a surtirse del subsuelo hasta que finalicen las obras de canalización con Canales y Quéntar previstas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Emasagra no es la única que ha puesto sus ojos en la tierra después de ver cómo del cielo apenas cae una gota en meses. La CHG, administración responsable de todos los embalses de la provincia -menos Béznar y Rules- previó en su último pleno de su comisión de desembalse, el pasado mes de abril, que "en caso necesario" se puede extraer agua de pozos. En aquel pleno se expuso que "en función del seguimiento de los recursos almacenados" en el sistema que forman los embalses Quéntar y Canales se recurriría a la "aportación complementaria" con la puesta en marcha de los pozos de sequía de la Vega granadina. De ahí pueden extraerse hasta mil metros cúbicos. Fuentes de la CHG no han confirmado todavía si, efectivamente, se ha recurrido ya a esa "aportación complementaria" a la que se dio luz verde hace cuatro meses. Para el Canal de Albolote también se previó en esa sesión de la comisión de desembalse una aportación de 250 metros cúbicos del manantial.

El motivo que en su momento hizo prever las captaciones del subsuelo por parte de la CHG y de la que hace uso en estos días Emasagra -aunque sea en una proporción muy baja- es la evidente falta de lluvias. Según los datos recopilados por la compañía suministradora de Granada capital y otros catorce municipios, en la estación de la Lancha de Cenes se ha recogido en lo que va de año hidrológico -que comienza el 1 de octubre- 332.4 litros por metro cuadrado. La media histórica del agua recogida en ese mismo punto -con datos desde 1960- es de 415,3 litros por metro cúbico. Esto significa que, en lo que va de año, el nivel de precipitaciones ha caído en picado, un 20% de la media de los últimos 55 años. Este alarmante dato sobre la falta de lluvias se confirmará cuando, efectivamente, finalice el año hidrológico, el próximo 30 de septiembre. Ese mes es muy variable en Granada, con años en los que as nubes han sido notablemente generosas y años en los que apenas ha caído una gota. Sirva como muestra los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Septiembre de 1989 marcó un registro récord con 61,5 litros por metro cuadrado acumulados a lo largo de todo el mes. Por contra, en septiembre de 1973 la estadística de la Agencia marca que no hubo precipitaciones.