Los rankings que cada verano establecen clasificaciones entre universidades de todo el mundo, con criterios basados en la formación y la investigación, colocan a Granada por el momento en buena posición, sobre todo respecto al resto de universidades españolas.

La Universidad de Granada es la única de Andalucía y una de las tres de toda España incluida entre las 300 mejores universidades del mundo, según la clasificación académica conocida como Ranking de Shanghai (Ranking Académico de las Universidades del Mundo, ARWU, por sus siglas en inglés) del año 2016, en el que hay otras once instituciones de educación superior españolas entre las 500 más destacadas.

Es la primera vez que la UGR supera la barrera para situarse entre las 300 mejores, dado que esta clasificación se basa en escalas de centenar. En 2013 se situó por primera vez entre las 400 instituciones académicas de estudios superiores más destacadas a nivel mundial. Desde 2003, año en el que nació esta clasificación, la granadina mantuvo durante once ediciones una posición más o menos estable en la franja que va de la 400 y la 500, para avanzar de forma definitiva hace tres años y, ahora, despuntar para figurar entre las 300 mejores.

Pero esta clasificación mundial, considerada la más prestigiosa del mundo, no es la única que sitúa a la Universidad de Granada en buena posición o, al menos, estable, pese a las carencias económicas y los ajustes de los últimos años.

El último ranking publicado por el Center for World University Rankings (CWUR, por sus siglas en inglés) en el que aparecen las 1.000 mejores universidades del mundo, sitúa a Granada en el puesto 394. Al igual que ocurre con el ranking de Shanghai, la UGR sería la mejor posicionada de Andalucía, pues le sigue Sevilla, en el 450 del CWUR.

La Universidad de Barcelona es la única española que figura entre las 200 mejores del mundo, también en similares condiciones a las del ránking de Shanghai.

La Universidad de Granada también elabora su propio ranking, en el que mide la capacidad investigadora de las universidades españolas y en el que destaca en primera posición la Universidad de Barcelona en su última edición hecha pública este verano. La catalana es la universidad pública española con una mayor capacidad investigadora en términos absolutos (es decir, sin tener en cuenta su número de investigadores), seguida de la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Complutense, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Granada.

Pero si se tiene en cuenta el número de profesores por universidad y la actividad científica, la institución académica que ocupa la primera posición a bastante distancia del resto es la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

A pesar de que hay muchos rankings de universidades, la novedad de este trabajo, ha sido el desarrollo de un indicador sintético de la actividad investigadora a partir de una serie de criterios que no son subjetivos en cuanto a los pesos de cada una de las dimensiones que hay que tener en cuenta.

Los resultados demuestran que la fortaleza de una universidad, tanto en términos absolutos como relativos, viene determinada en mayor medida por su actividad científica que por su capacidad de innovación.