Granada vivió ayer un intensa jornada de celebración. No cabe duda de que el turismo es la gran piedra angular de la que se sirve la ciudad para proyectarse al mundo entero. Por ello, enmarcados en los verdes jardines del Palacio de Quinta Alegre, la ciudad acogió una año más los Premios Prestigio Turístico que concede el Ayuntamiento de Granada desde hace dieciocho años.

En su recién estrenada mayoría de edad, los galardones rindieron homenaje a granadinos de cada rama del sector turístico. La concejal de Turismo, Raquel Ruz, daba a conocer esta misma semana a los premiados, entre los que se encontraban, como embajadores internacionales de la cultura granadina, el director de orquesta Pablo Heras-Casado y el músico Miguel Ríos, premio de honor por llevar el nombre de la ciudad por los cincos continentes en sus más de 50 años de carrera.

Pese a la gran expectación que se creó por su presencia al acto, los compromisos laborales en los que el artista se encuentra actualmente inmerso le impidieron acudir físicamente a la ceremonia, aunque sí lo hizo a través de un plasma desde el que agradeció el reconocimiento al Ayuntamiento y afirmó sentirse "muy emocionado" de haber recibido tal distinción.

Por su parte, bajo la mirada atenta de la corporación municipal, el joven director de orquesta mundialmente aclamado, Pablo Heras, admitió sentirse muy afortunado de poder volver a la ciudad por un motivo tan especial: "Paso largas temporadas fuera de casa y por eso valoro cada instante que paso en la ciudad rodeado de mi familia y mis amigos. Hay que irse fuera para así añorar lo que uno deja aquí".

En su discurso también hubo hueco para las reivindicaciones. El compositor admitió sentirse apenado por el estado de algunos de los barrios más emblemáticos de la ciudad: "Es una pena ver que el Albaicín parece estar abandonado. Tenemos que luchar por conseguir mejorar el patrimonio que tenemos en nuestras manos".

En esta línea se sucedieron los discursos del resto de premiados. José Manuel Martín y Juan Hueto Jurado, representantes de La Cueva de los Tarantos y el Museo Cuevas del Sacromonte, ambos premiados por hacer extensible la cultura de la ciudad en el histórico barrio, exigieron también una mejor conservación de la zona: "La economía social es el motor que nos mueve", explicó Hueto.

El alcalde la ciudad, Paco Cuenca, valoró en positivo la labor de todos los premiados e insistió en el potencial turístico con el que cuenta la ciudad: "Somos la joya de Andalucía". Un potencial que requiere, sin duda, de unas conexiones a la altura. Por ello, el primer edil destacó "la necesidad de acabar con el aislamiento ferroviario" y realzó el compromiso para mejorar las conexiones aéreas y marítimas con toda la provincia.

El hotel Palacio de los Patos, el servicio Transfer Generalife, los restaurantes Carmela, la cafetería Olympia y el gerente de la empresa pública para la gestión del turismo y del deporte de Andalucía, Manuel Muñoz, completaron el cartel de los premiados en un acto que se alargó hasta las tres de la tarde, para dar paso después a un catering.