Granada

Despedida a diez años de insomnio por los ruidos del botellódromo

  • La plataforma que luchó por el cierre organiza un acto para celebrar el fin del polémico recinto

Los vecinos del entorno del botellódromo se pellizcan cada noche para comprobar que el cierre del botellódromo no es un sueño. Después de soportar casi diez años de ruidos, suciedad o, llamadas a los porteros automáticos todavía les cuesta creer que han recuperado el derecho al descanso que sí disfrutaba el resto de la ciudad. Por este motivo, ayer celebraron un acto simbólico en el entorno de la piscina de Arabial justo enfrente del polémico recinto que continúa vallado. Apoyados por un megáfono, los vecinos, presididos por el portavoz de la plataforma contra el botellódromo, Pepe Jiménez, dieron las gracias a todos los que han colaborado para que el cierre del recinto sea una realidad.

Así, dieron las gracias a los vecinos que durante años se han reunido en el marco de la plataforma para trazar la estrategia que lograse el cierre definitivo. Pero también a los políticos que les han apoyado para acabar con este espacio que tanto degrada la imagen de la ciudad. "El PP nos quería poner dos más y se ha quedado sin ninguno", bromeó ayer el portavoz de la plataforma, muy satisfecho por los objetivos logrados. Además, pidieron consenso a todos los partidos políticos para buscar un uso adecuado al recinto."Yo creo que hemos buscado el bien de mucha gente", destacó ayer Jiménez, que remarca la importancia de que se cumplan las ordenanzas en toda la ciudad para que nadie tenga que soportar los ruidos ocasionados por el ocio ajeno.

La plataforma llevaba años trabajando, pero fue en 2015 cuando intensificó sus protestas. La primera demanda se centró en exigir la prohibición de la Fiesta de la Primavera ante las grandes molestias que ocasionaba a los vecinos. Por aquel entonces, el ahora exalcalde de Granada, José Torres Hurtado, defendía el recinto, tal y como recogió este periódico en una noticia de febrero de 2014: "No hay que afrontar la fiesta con alarmismo sino con precaución", dijo Torres Hurtado. Una opinión muy distinta a la del actual alcalde, Paco Cuenca, que preguntado por este periódico dijo: "Me da vergüenza que Granada sea noticia a nivel nacional por el botellón". No obstante, fue el pacto de Ciudadanos, para convertir en alcalde a Torres Hurtado, el que puso punto final primero a la Fiesta de la Primavera y luego al botellódromo. Cuando gobernaba todavía el PP, Torres Hurtado decidió acabar con la polémica fiesta, punto incluido en el acuerdo de gobernabilidad firmado con el portavoz de C's, Luis Salvador. Ya en abril, se puso, incluso, fecha de cierre: septiembre. Un reto que, finalmente, tras la operación nazarí, le ha tocado a Paco Cuenca.

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