La situación convulsa que vive el PSOE a nivel nacional tiene su inmediata repercusión en todas y cada una de sus agrupaciones. La convocatoria de un congreso federal 'exprés' planteada por el secretario general, Pedro Sánchez, ha precipitado en las últimas horas los acontecimientos. Tanto que la dimisión en bloque de 17 integrantes de la Ejecutiva federal ha volteado la realidad del partido. Andalucía ha sido una de las agrupaciones críticas y, por ende, la granadina María José Sánchez -en la imagen charlando con Pedro Sánchez en un paseo electoral por las calles de Granada- fue una de las que dio ayer el paso atrás abandonando así sus responsabilidad como secretaria de Sanidad para presionar a Sánchez.

Nada más conocerse este extremo, las redes sociales empezaron ayer tarde a bullir. El primero en pronunciarse fue José Antonio Pérez Tapias que a través de Twitter fue muy crítico con comentarios como "culminada la conspiración en vivo y en directo". Incluso valoró la decisión de sus 17 compañeros como de "rebelión antidemocrática". Y es que como no podía ser de otra forma, el debate ha arraigado en la agrupación provincial y, por ende, en la de los respectivos municipios. A todo esto, los resultados de las elecciones vascas y gallegas -no muy beneficiosos para los intereses sociales- del pasado domingo se suman al oleaje de las últimas horas.

Ante esta cascada de escenarios a superar subyacen dos cuestiones bien diferentes: la capacidad de liderazgo y la orgánica. Dos puntos que nada tienen que ver y que han creado la fricción. Y es que hay quienes entienden que la convocatoria de congreso federal que pretende Sánchez es una herramienta para llegar más a fondo. Esto es la celebración de primarias, reformulación estaturaria, revisión del ideario político... Un escenario que muchos militantes consideran que en los tiempos que corren -con un Gobierno en funciones pendiente de un acuerdo entre partidos frente a la amenaza de unas terceras elecciones generales- no es el adecuado.

En ese remolino, a Pedro Sánchez le han salido voces críticas en Granada que han terminado por posicionarse claramente de lado de Susana Díaz. Ayer todos optaron por guardar silencio ante la gravedad de lo ocurrido.

No obstante, aún resuena las declaraciones de la secretaria general del PSOE granadino, Teresa Jiménez, quien advirtió anteayer de la "falta de coherencia" de Sánchez al proponer un "congreso exprés con unos tiempos cortísimos" que en su opinión no van a permitir "el sosiego suficiente para un debate interno en profundidad". Jiménez se mostró convencida de que, en esta tesitura, "Susana Díaz va a velar por los intereses de Andalucía sin perder de vista el interés de todo el partido", si bien ha encuadrado dentro de la "política ficción" de momento el que el partido hubiera de optar entre la secretaria general andaluza y Sánchez para dirigir el PSOE.

A todo esto, el secretario general de los socialistas de la capital, José María Rueda, ratificó anteayer su respaldo a la propuesta del máximo dirigente de su partido, Pedro Sánchez, de convocar un Congreso Federal, puesto que considera "absolutamente necesario" que su partido "clarifique de manera definitiva su posición política y su estrategia". Así lo señaló después de que Sánchez comunicara a la Ejecutiva su intención de convocar en diciembre el 39 congreso del partido.

Otras figuras clave dentro del PSOE granadino como el alcalde de Granada, Paco Cuenca, ha incidido esta semana en que es el tiempo de "respuestas ágiles y rápidas". Su homólogo en Armilla, Gerardo Sánchez, confió en que el partido anteponga "a la ciudadanía a cuestiones orgánicas".