Después de meses de rumores y elucubraciones, lo que era un secreto a gritos en el mundillo financiero se ha confirmado: habrá fusión entre Bankia y BMN. Aunque el Gobierno no cierra la puerta a "otras posibles alternativas" y asegura que todavía no hay ninguna operación cerrada, ayer dio el primer paso para la futura transacción, que convertirá a las dos entidades nacionalizadas en un gigante financiero con más de 2.500 oficinas y 17.350 empleados.

La Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) acordó ayer poner en marcha el estudio de la fusión entre Bankia y BMN, el grupo del que forma parte CajaGranada junto a Caja Murcia y la balear Sa Nostra. El objetivo es "optimizar la capacidad de recuperación de las ayudas públicas" que obtuvieron las dos entidades -22.424 millones de euros en el caso de Bankia y 1.654 en el de BMN- durante la primera fase del proceso de reestructuración financiera. De ahí que el FROB insista en que se explorarán otras posibles alternativas para "maximizar" el valor de los dos bancos nacionalizados.

El FROB, que procederá a la contratación de asesores externos para estudiar la viabilidad de la estrategia de fusión, remarcó ayer que el acuerdo consiste únicamente en una "actuación de estudio", y Bankia destacó en un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) que "hasta el momento no se ha tomado decisión alguna para que la mencionada transacción se lleve a cabo". En caso de que las conclusiones del análisis fueran positivas, la decisión final tendrá que ser adoptada por una Comisión Rectora del FROB "con representantes de los ministerios de un Gobierno en plenas funciones", y previa obtención de las autoridades correspondientes.

Es decir, que hasta que no haya nuevo Gobierno, la fusión de las dos entidades no podrá ser una realidad. Ahora el FROB está sentando las bases para que en el momento en el que se constituya el nuevo Ejecutivo, la operación financiera no tenga que demorarse mucho más en el tiempo. De hecho, la Comisión Europea no permite al banco nacionalizado adquirir entidades hasta junio de 2017, aunque el FROB ya solicitó a Bruselas en junio que levantara las restricciones sobre las dos entidades nacionalizadas.

De momento, el FROB ya ha comunicado su intención de comenzar el estudio de la posible fusión a los presidentes de ambas entidades, José Ignacio Goirigolzarri y Carlos Egea, con el fin de que adopten las medidas correspondientes en el marco de actuación y competencias de sus órganos de Gobierno.

Aunque el FROB habla en todo momento de fusión, lo más previsible es que la operación se concretase como una absorción liderada por Bankia, habida cuenta de que los activos de esta entidad superaban los 203.500 millones de euros a cierre de junio, frente a los 40.600 millones de BMN. El volumen de créditos de Bankia también es muy superior, con 116.500 millones frente a los 203.500 de la entidad presidida por Carlos Egea.

Un estudio elaborado por la firma de análisis N+1, que analizó en verano la posible operación, señala que Bankia debería pagar alrededor de mil millones de euros por BMN, que tendría que realizar a su vez una importante limpieza de su balance. Según la información publicada en su día en Expansión, la cobertura sobre activos improductivos de BMN se sitúa en el 40%, por lo que la compra daría lugar a un fondo de comercio negativo elevado.

Al margen de cómo se concrete la operación, siempre y cuando los analistas del FROB confirmen su viabilidad, es un hecho que se trata de una transacción "con sentido". Así lo confirmó el propio José Ignacio Goirigolzarri en junio, cuando indicó que Bankia y BMN son entidades "complementarias" tanto en su red de oficinas como en su negocio. Eso sí, Bankia dejó ayer claro en su comunicado que cualquier posible operación de integración "se realizará con la finalidad de maximizar el valor del grupo y, por tanto, optimizar la recuperación de las ayudas públicas".

Por su parte, BMN indicó en su comunicado a la CNMV que "procederá a analizar y decidir los trabajos y estudios a abordar que permitan avanzar con todas las garantías, con la máxima protección de los derechos e intereses de los accionistas y con pleno respeto a la legalidad".

De llegar a buen puerto la fusión, la posible entidad resultante del proceso de integración sería la más solvente y eficiente de España, y líder nacional en la banca minorista, según apuntaron fuentes financieras.