Granada

Nuevo mapa hospitalario Luces y sombras de la revolución sanitaria del SAS

  • La unión de servicios y el traslado al PTS ha modificado toda la atención sanitaria de Granada Mientras Salud se abre a la mejora, profesionales piden volver a dos hospitales generales

Granada se adapta poco a poco a los cambios sanitarios implantados por Salud que han supuesto la mayor revolución hospitalaria de la historia asistencial del SAS. Un nuevo mapa sanitario vinculado a la fusión de hospitales y a la apertura del nuevo centro del PTS que ha dado la vuelta a casi todo y que tiene a los granadinos aún perdidos. Una situación que ha generado también descontento profesional entre muchos trabajadores y que sumando opiniones contrarias se escenificará hoy con el rechazo a estos cambios en una manifestación que saldrá a las 12 del antiguo hospital Clínico.

Y como en todo, diferentes versiones. Desde los que están a favor, a rotundamente en contra, pasando por los que intentan adaptarse pero reclaman mejoras del modelo. Y tras tres meses de materialización de los cambios, se ha llegado a un punto máximo de fricción. Y en el centro, los pacientes, que son los verdaderos protagonistas y a los que hay que dar soluciones más allá de posiciones enfrentadas.

El germen de los problemas es la nueva ordenación sanitaria creada por el SAS para Granada, que en 2009 dio la vuelta al proyecto en el que se estaba trabajando desde años previos. Desde que se puso la primera piedra del hospital del Campus en 2002 se dijo que se iba a trasladar allí el Hospital Clínico para poner en la zona Sur de la ciudad el hospital de referencia para esta parte de la población. Tampoco tenía sentido tener los dos grandes hospitales de Granada a cien metros de distancia. Ese trabajo se hizo durante años diseñando lo que iba a ser el nuevo hospital, viendo la cartera de servicios, implicando a los profesionales en su distribución... pero llegaron los cambios -acelerados por la crisis- y en 2009 se terminó con el sueño del antiguo Clínico. La orden del SAS era iniciar la fusión del Clínico y del Virgen de las Nieves, oficialmente la convergencia, para crear unidades de gestión intercentros. Y así se fusionaron poco a poco servicios en Unidades de Gestión Clínica que bajo una misma dirección unificaron protocolos, asistencia y listas de espera.

Es decir, se convirtieron los dos hospitales, hasta entonces totalmente independientes, en un solo centro: el Complejo Hospitalario Universitario de Granada, por lo que ya el proyecto de traslado del Clínico se vio alterado. Esos cambios llevaron, por ejemplo, a la dimisión del entonces gerente del Clínico Diego Becerra, que dejó el cargo en junio de 2012 por la paralización e indefinición del nuevo hospital y la incredulidad hacia el plan de fusión, que suponía acabar con el Clínico, como ahora han advertido también algunos profesionales, que en su día criticaron sin éxito esos planes, que ya se han materializado.

Durante un tiempo han estado trabajando unificadas las unidades pero por duplicado en los dos hospitales, aunque con la apertura del hospital del Campus se aprovechó para dar un cambio más: crear tres grandes hospitales de especialidades en lugar de contar con dos hospitales generales.

Ese cambio llegó sobre el papel en mayo de 2013. La entonces consejera, María Jesús Montero, presentó el nuevo mapa del SAS aprobado con tres hospitales de especialidades de referencia: Campus -centrado en la atención neurotraumatológica y actividades quirúrgicas-, Caleta -con especialidades médicas- y Materno Infantil. Un cambio que llegó tras varios años de retrasos en el proyecto y la apertura del hospital, que tendría que haber estado para 2012. Los nuevos planes hicieron que se tuviera que cambiar el diseño de los hospitales, que ahora acogen divididos la hospitalización y cirugía en función de las especialidades. Menos la asistencia en Urgencias, que es general y que una vez realizada supone el traslado del paciente al hospital de referencia. Es decir, que hay que ir a las urgencias que estén más cerca del paciente y una vez tratados o estabilizados, serán derivados al hospital que tenga la hospitalización de su patología diagnosticada.

Y eso es la gran crítica que ha tenido el sistema por parte de grupos de profesionales descontentos o sindicatos. Con este cambio, la dotación tecnológica de primer nivel del hospital, sus dimensiones mastodónticas y sus posibilidades de mejora asistencial han quedado en buena parte disipadas por las quejas de ciudadanos y profesionales. Hay críticas que ocupan la mayoría del discurso: se ha aprovechado para recortar, faltan medios, se ha hecho sin contar con los profesionales, no funciona bien aún, hay largas esperas, se trasladan pacientes continuamente entre hospitales y se deriva a usuarios aún 'perdidos' con el nuevo mapa.

La participación de los profesionales es otra clave en el proceso. Todos estos años se ha estado diseñando con los profesionales y los jefes de servicio lo que iban a ser las nuevas unidades. Ha habido grupos de trabajo, reuniones, explicaciones, las propias unidades han dicho lo que querían, lo que necesitaban y cómo y dónde lo querían. La dirección gerencia ha mantenido que todo el proceso se ha realizado contando con los profesionales. Pero también han salido sindicatos y trabajadores que aseguran que no ha sido para tanto, que ha sido más trabajo exclusivo de los directivos y que no se ha transmitido a las bases. Opiniones enfrentadas. De hecho, en 2013 los sindicatos convocaron un referéndum sobre la fusión y el 90% de los profesionales se mostraron en contra. Se hicieron algunas movilizaciones, se recogieron firmas,... pero la maquinaria era imparable.

También hay versiones más positivas. Otra parte de trabajadores, jefes de servicio o unidades y la gerencia insisten en valorar lo positivo del cambio y asegurar que es "lo mejor" para Granada. Se afianza esta tesis en la dotación tecnológica del hospital (licitada a Philips por más de 77 millones de euros) que lo convierte en uno de los más modernos de Europa, en la mejora de los espacios para el paciente (con habitaciones individuales y dobles desterrando las de tres y cuatro pacientes), la innovación de servicios como Laboratorio o Anatomía Patológica y la posibilidad de mejorar laboralmente en un edificio único. Y la razón de la fusión para el SAS: la equidad. Con el anterior sistema, los pacientes acudían a un hospital u otro en función de la zona en la que vivían, teniendo acceso a diferentes medios y técnicas.

Con la fusión, el gerente, Manuel Bayona, ha defendido siempre que se gana en "equidad" porque se elimina ya la división por residencia, es decir, que ya todos los ciudadanos van al mismo servicio porque no están duplicados sino que hay una unidad de referencia por especialidad. Para patologías neurológicas, traumatológicas y otras especialidades como vascular hay que ir al Campus; para respiratorio, digestivo o cardiología, por ejemplo, al Virgen de las Nieves; y a final de año se sumará el nuevo Materno, que centralizará toda la atención a la mujer y al niño así como los partos.

Y llegó el momento del cambio. Lo primero en abrir en el Campus fue el laboratorio. Después las consultas y el 2 y 3 de julio de este año se trasladó la hospitalización, UCI y Urgencias, cerrando el hospital de Trauma -que se trasladó íntegro- y parte del Clínico, que aún sigue en funcionamiento con algunos servicios. Con ese movimiento se produjo también toda una reordenación de personal afectado por el plan de movilidad del centro. Unos han podido elegir destino -quedarse en Caleta o ir al PTS- y otros han ido con su servicio.

El traslado fue todo un éxito en cuanto al dispositivo organizado. Ya van más de tres meses de actividad y se admiten desde Salud, con la presión de trabajadores, sobre todo, y pacientes, deficiencias en la atención y falta de engranaje en algunos aspectos. Los primeros días hubo algunos fallos en el edificio como inundaciones, y aún sigue con averías puntuales de aparatos de rayos o falta de personal para poder cubrir bien la demanda.

Con las quejas, desde la gerencia se inició hace unas semanas un plan de mejora. Desde el primer día el consejero de Salud, Aquilino Alonso, admitió deficiencias normales en una gran mudanza y mostró la disposición de mejorarlas. De hecho, ha habido contrataciones adicionales en Urgencias, se han mejorado espacios de espera, se han puesto ya más especialistas y se sigue adaptando el edificio. Lo último, tras pasar el verano de rodaje, fue abrir la segunda fase del plan de mejora en la que se preguntó, en el Campus, a todos los profesionales por las carencias detectadas y necesidades de mejora con el compromiso de actuar. También se ha reabierto la negociación con los sindicatos para las posibles mejoras en materia laboral.

Esta misma semana Salud anunció la creación de un Consejo Asesor que se empezará a reunir desde el lunes para analizar la fusión y buscar la mejora en el nuevo mapa asistencial. Consejo que estará formado por profesionales de la salud y de otros ámbitos sociales e institucionales. Se agarran también al aval del proceso de fusión que ha realizado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por dos veces.

Con esta actividad, se reconocen los fallos y se abren a la mejora. Y hay, corroborado por profesionales, mucho donde actuar. Las principales áreas de mejora son Urgencias, Cirugía, Consultas y Diagnóstico. La solución es más personal, más medios y recursos.

Pero se mantienen los movimientos de profesionales que no están conformes con la nueva organización. Los hay que defienden la nueva oportunidad, que llaman a ver las bondades de un nuevo sistema que supone una mejora para profesionales y pacientes; otros más críticos aseguran que hay problemas pero que se pueden solucionar y que hace falta honestidad y valentía para reconocerlos y cambiar; y otros que consideran que la única forma de mejorar es revertir la situación y volver a tener dos hospitales generales. Es decir, que manteniendo las unidades fusionadas, con una única jefatura, se distribuyan los profesionales de nuevo por los dos hospitales llevando personal de todas las especialidades tanto a Virgen de las Nieves como a Campus y que también se pueda realizar actividad quirúrgica, tratamientos y hospitalización de todas las áreas en ambos centros.

Esta última es la tesis que se defenderá hoy en la manifestación convocada por el médico Jesús Candel (Spiriman) a la que se han sumado la Plataforma Granada Por su Salud, la Plataforma de Trabajadores de los Hospitales de Granada, sindicatos, partidos políticos (PP, IU y Podemos), vecinos y asociaciones. Desde la Plataforma de Trabajadores de los Hospitales se asegura que no están en contra de la fusión -potestad organizativa de la administración- aplicada a la gestión pero sí en cómo se ha organizado. "Necesitamos hospitales que tengan todos los servicios imprescindibles para dar respuesta a las necesidades más frecuentes de los pacientes y sólo centralizar lo que ya estaba centralizado y que funcionaba". Argumento firmado ya por 219 profesinales de los hospitales en una carta remitida a este periódico.

Opiniones diferentes entre profesionales, directivos y pacientes que mantienen en la actualidad una incógnita sobre lo mejor o lo peor pero que deja clara una sola cosa: hay capacidad de mejora para mantener la sanidad granadina en su nivel de excelencia.

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