Nieves García Catalán. Nieta de Dióscoro Galindo

"La tumba de mi abuelo tiene nombre: Federico García Lorca"

  • La búsqueda de su abuelo sigue ligada a la fosa del poeta.

Nieves García Catalán, nieta del maestro Dióscoro Galindo, busca sus restos desde hace más de 20 años. Como muchos familiares de represaliados, sólo que, en su caso, buscar a su abuelo es también buscar la fosa de Lorca.

-¿Qué balance hace de la búsqueda?

-Me parece injusto el trato que se ha dado al equipo que ha estado trabajando. Cuando fuimos a Sevilla a solicitar los permisos a la Junta de Andalucía nos dijeron que no iban a poner ninguna pega y nos iban a abrir las puertas. No hemos recibido ninguna ayuda, todos los trabajos se han hecho con financiación propia. Además, Javier Navarro (codirector de las excavaciones) pidió y pagó al Ayuntamiento de Alfacar un permiso de seis meses para investigar en la zona y ahora nos instan a que cerremos ya, cuando todavía tenemos la posibilidad de poder mirar y seguir investigando, no necesariamente con máquinas. Me molesta muchísimo porque todo han sido impedimentos y problemas. Tengo mucho que agradecer al equipo que ha estado investigando y me duele que ahora, sin preguntar a nadie, quieran que se cierre la zanja deprisa y corriendo sin poder concluir sus averiguaciones. Para todos los que han trabajado allí, como el equipo de la CNT, sólo me queda agradecimiento, gente altruista que no ha cobrado ni un céntimo y ha empleado sus vacaciones en trabajar de sol a sol.

-¿Ha perdido ya la esperanza de encontrar a su abuelo?

-Cada vez lo veo más complicado. Empecé hace muchos años a buscarlo, en el 95, así que pese a todo no pierdo la esperanza.

-La excavación buscaba oficialmente a Dióscoro Galindo. ¿Le molestó que se hablase continuamente de la fosa de Lorca?

-La fosa de mi abuelo tiene nombre, es García Lorca. Lo entiendo por su dimensión mundial, pero es algo que actualmente no nos beneficia. En su momento quizás sí a la hora de localizar la fosa, pero el resto son problemas porque la sobrina del poeta no quiere bajo ningún concepto encontrar los restos de su tío. Sus motivos tendrán, como no he hablado con ellos no los sé.

-¿Nunca ha hablado con los Lorca?

-Hablaron con mi hermana mediana y la pusieron en contra de su familia. Ahí comenzó su negativa para buscar a mi abuelo. Yo no soy nieta directa, soy adoptado, pero mi hermana mayor sí está por la labor y es la que se ha prestado a que le tomen su muestra de ADN.

-El investigador Ian Gibson sostiene que España no puede considerarse un país plenamente democrático mientras no se busque a todos los que están enterrados en las cunetas. ¿Comparte su opinión?

-Hay muchísimas fosas, no porque mi abuelo esté enterrado con García Lorca tiene más derecho que los que estén en una fosa común. Está claro que esta tarea no la va asumir el PP, pero los gobiernos de izquierda tampoco lo han hecho y la cosa se complica da vez más.

-¿Dónde cree que puede estar su abuelo?

-La investigación de Miguel Caballero nos ofrece todas las garantías. No sabemos qué pudo pasar, mi opinión es que fueron desenterrados. Los pozos estaban, los cuerpos no. Mi padre murió en el año 89 y comentaba que a finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta Franco autorizó a las familias con cierto poder para retirar los restos de sus familiares. Mi padre no podía asegurarlo, porque además cuando acabó la guerra se fue a Madrid y no volvió nunca por miedo. Y con ese miedo murió.

-¿Su padre intentó averiguar dónde estaba la fosa?

-Mi padre decía que fueron enterrados a los pies de un olivo. Cuando se hizo el Parque García Lorca decía que, por lo que había conseguido averiguar, debía estar a unos 500 metros aproximadamente. Pero no lo sabía con certeza.

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