Granada

Monachil saca a los niños de prisión

  • El buen funcionamiento de la casa tutelada por las Hermanas Mercedarias de la Caridad avala las cinco nuevas unidades externas de madres reclusas que el Gobierno va a poner en marcha en España

La casa que tutelan las Hermanas Mercedarias de la Caridad en Monachil está siendo estudiada por expertos en sistemas penitenciarios de los países nórdicos gracias a que esta iniciativa, que los próximos días cumple dos años, avala un programa revolucionario que el Gobierno va a llevar a cabo en la próxima legislatura y que permitirá sacar a los niños de las cárceles españolas.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, reveló detalles del proyecto en el que trabaja desde hace cuatro años en el primer congreso internacional de Acción Socioeducativa en el Medio Penitenciario: Mujeres, Infancia y Familia, que se inauguró ayer en la Facultad de Educación de Granada, donde fue homenajeada junto a compañeras que trabajan en temas penitenciarios con una escultura de Husnu Alagoz, preso en Albolote.

Aunque las prisiones españolas albergan a niños desde el siglo XVII y en los ochenta se apostó por mejorar sus condiciones de vida junto a la de sus madres, la única vía para evitar el desarraigo de las reclusas con sus hijos pequeños, Gallizo aseguró ayer que "este modelo ya no es válido".

"Por muy acomodada que sea la vida de un niño en una cárcel, se ha demostrado que sufren un estigma que hay que erradicar. Los centros penitenciarios no fueron diseñados para albergar a niños y nadie debe estar marcado a tan temprana edad por los errores que cometieron sus padres", dijo la máxima representante del Gobierno en temas penitenciarios.

Con las opiniones de 200 madres reclusas y los buenos resultados de la Unidad Dependiente de Monachil, se ha diseñado la primera Unidad Externa de Madres que verá la luz en los próximos días en Palma de Mallorca y luego le seguirán otras en Sevilla, Madrid, Canarias y Valencia.

Estas cinco unidades albergarán una serie de apartamentos en los que las madres reclusas podrán disponer de un espacio propio para vivir con sus hijos alejados de los centros penitenciarios. Según explicó la subdirectora general de Tratamiento y Gestión Penitenciaria, Concepción Yagüe, estas unidades "no tienen muros, ni tampoco rejas; el sistema de control es electrónico; las vistas dan a la calle, donde se desarrolla el mundo ordinario; no hay uniformidad en las dependencias; los funcionarios no llevarán uniformes y las puertas están diseñadas con un doble sistema para que sean las reclusas las que cierren primero".

Son pequeños detalles que permitirán mejorar las condiciones de vida de las reclusas y de sus hijos. Aunque para cumplir condena en alguno de los más de un centenar de núcleos residenciales que el Estado pondrá en marcha, las madres deberán estar libres de drogas, comprometerse a seguir un itinerario profesional y hacerse cargo de sus hijos. Quedarán excluidas las terroristas y las presas con un perfil delictivo grave.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios