Granada

La herencia granadina de José Blanco

  • La última visita de Magdalena Álvarez como ministra de Fomento puso de manifiesto la nutrida agenda de deberes relacionados con esta provincia que deja en el Ministerio sin plazos de resolución

Infraestructuras de primera necesidad a medio terminar o sin empezar, retrasos y falta de respuestas. Ésta es la herencia que Magdalena Álvarez deja en Granada a José Blanco como nuevo ministro español de Fomento. La provincia estará muy expectante al modo en que el dirigente socialista recoja el testigo.

Esta especie de legado envenenado no tendría por qué serlo en realidad. Es decir, el Ministerio está cerca de inaugurar la autovía más esperada y reclamada de las últimas décadas, tiene en ejecución algunos de los proyectos más vitales para el desarrollo de la provincia (como el AVE) y ha destinado este año a esta zona del sur de España un presupuesto más que considerable.

El problema durante los últimos meses ha sido el de las esperanzas frustradas, el incumplimiento de los anuncios, la falta de respuestas y los modos de la ministra saliente, que en su última visita a la ciudad dejó un sabor muy agridulce.

Álvarez trajo una buena noticia, el encargo al arquitecto Rafael Moneo de la futura estación del AVE, y utilizó un tono muy local aludiendo sin parar a los "granaínos". Pero no llegó a lograr esa conexión porque se negó a arrojar luz sobre la cuestión que más anhelos despierta en esta tierra, los nuevos plazos para la terminación e inauguración de las carreteras de la Costa. Ni siquiera hizo un intento. Al primer requerimiento de los periodistas sobre esta cuestión dijo que no había venido a hablar de eso y de ahí no se movió.

La ministra dejó en evidencia a sus compañeros de partido representantes de la provincia que habían aventurado algunos plazos para salvar la cara. Muchos de ellos esperan ahora con curiosidad los nuevos designios en materia de Fomento del mandatario del partido. Difícil papel se les presenta a los representantes de la ciudadanía granadina, los diputados y senadores locales en Madrid. Han de pedir el desarrollo de las infraestructuras locales a aquel que, por otra parte, sigue dirigiendo el partido desde Ferraz.

En manos del gallego Pepe Blanco, o Pepiño, como es conocido ampliamente en el entorno del partido, quedan las bases para el futuro desarrollo de esta provincia, cuya principal carestía y esperanza para el tiempo que vendrá es la construcción de grandes infraestructuras.

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