Un millar de residentes en el barrio del Albaicín se quedaron ayer sin luz por culpa de un incidente en la subestación eléctrica de la cuesta de San Antonio. Fuentes de Endesa-Sevillana matizaron que 700 de ellos sólo sufrieron la interrupción por espacio de unos 40 minutos, mientras que en el resto de los casos, la avería se prolongó casi cuatro horas.

La incidencia se produjo poco después de las nueve y media de la mañana al caerse al suelo un cable del tendido aéreo. Eso provocó un ruido considerable y también una serie de chispazos. Preocupados, los vecinos llamaron a los bomberos, aunque éstos, al ver que en realidad no se había declarado un incendio, no acudieron y dieron el aviso a los técnicos de Endesa, que estuvieron trabajando para subsanar la avería hasta la una y media de la tarde.

Una portavoz de la empresa eléctrica precisó que cuando un cable de esas características pierde su apoyo y cae al suelo, automáticamente queda desconectado, por lo que no hubo riesgo en ningún momento. Añadió que la mayor parte de los afectados por el apagón volvieron a tener luz en menos de una hora porque el servicio fue derivado a otras líneas, algo que no se pudo hacer con aproximadamente 300 abonados. Éstos tuvieron que esperar cuatro horas hasta ver normalizada la situación.

Las noticias tranquilizadoras por parte de Sevillana, no obstante, no terminan de calar entre residentes en la zona y colectivos como la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín. Los primeros sostienen que es el tercer susto que les da esa misma subestación en sólo un año, mientras que el colectivo vecinal, por medio de su dirigente Lola Boloix, resaltó que el de la cuesta de San Antonio sólo es un ejemplo de las muchas deficiencias que se observan en las instalaciones eléctricas del Albaicín.

"Endesa debería invertir sus beneficios en modernizar sus equipos en el Albaicín, que están en muy malas condiciones, y debería trasladar de una vez instalaciones como la que hay junto a la iglesia de San Andrés, que dijeron hace años de llevarla a una calle que está a la espalda de la Subdelegación y todavía no lo ha hecho ", se quejó Lola Boloix, a la que secundó sin fisuras Lola Ruiz, concejal de IU en el Ayuntamiento de Granada.

"Además de que hemos propuesto sin éxito que se haga un retén de bomberos para el Albaicín, que por su situación y su difícil acceso estaría vendido en caso de un incendio de envergadura, también hemos pedido inversiones reales para mejorar la vida en el barrio, entre las que obviamente incluimos la de las instalaciones eléctricas".

Lola Ruiz responsabilizó casi a partes iguales a Endesa y al equipo de gobierno local. "Hay una responsabilidad clara de la empresa, porque las instalaciones son suyas, pero el Ayuntamiento, por su parte, debería preocuparse de las personas que viven en el Albaicín y apretarle las tuercas", remarcó, para a continuación meter en el mismo saco reivindicativo las instalaciones de agua. "Las tuberías del Albaicín también son un desastre y Emasagra, que es municipal, no las mejora".