Granada

La vorágine del primer día se salva con el sobreesfuerzo y la voluntad de los docentes

  • Educación asegura que más de 90.000 alumnos iniciaron con "normalidad" las clases · Los sindicatos alertan del caos organizativo que supone el adelanto del curso

El sonido de sirenas en las calles colindantes de los casi 700 centros de Infantil, Primaria y Educación Especial que hay repartidos por todos los municipios de la provincia advertía ayer a los granadinos que un nuevo curso escolar había dado comienzo. Más de 90.000 alumnos de entre 3 y 12 años y 7.500 maestros desfilaron hacia las aulas tras dos meses y medio de vacaciones "con total normalidad y sin incidencias", según informó ayer la Delegación Provincial de Educación.

Aunque la tranquilidad en la que se ampara la Administración tiene artífices con nombres y apellidos: el de todos los que integran los equipos de dirección, que han sido sometidos en los últimos siete días a un gran sobreesfuerzo para organizar y planificar el nuevo curso en menos tiempo.

El director del colegio Santa Juliana de La Chana, Julio Abril Ortega, asegura que han tenido "una gran cantidad de papeleo y burocracia que atender", lo que les ha obligado a "correr mucho antes del 10 de septiembre". La conclusión para el director granadino es que si la fecha de comienzo de curso se mantiene, "el sistema de organización de los centros educativos debe de cambiar".

Los sindicatos de enseñanza coinciden también en el mismo punto, pero detallan las consecuencias de esta medida: el 30% de las plantillas de los maestros están todavía incompletas en Granada; las ratios están saturadas en la capital, en el Área Metropolitana y la Costa; y muchos centros han arrancado con obras y sin tener resuelto la falta de espacio.

La organización sindical CSI-F había convocado para ayer la primera huelga del profesorado del curso en protesta por "la errática política educativa y de personal que viene desarrollando la Consejería de Educación", pero finalmente sólo un 20% secundó la protesta en la provincia, según informó la propia organización, aunque la Junta calificó dicho seguimiento de "nulo". Su portavoz en Granada, Germán Girela, advierte que la Administración está apurando los tiempos y que ayer mismo llamó a 25 docentes para que se incorporaran cuanto antes tras las primeras bajas, a pesar de que disponen de 48 horas desde que se les da el aviso. "Han abusado de la buena voluntad de los enseñantes, porque no les han dado tiempo para prepararse su primera clase", dijo.

La propia delegada de Educación, Ana Gámez, escogió ayer un centro de La Zubia, el de Isabel la Católica, para inaugurar oficialmente el curso que todavía está a la espera de que cubran la falta de un docente en Infantil. Tanto CCOO como UGT coincidieron en criticar el retraso de la Consejería en activar las bolsas de interinos.

El ajuste de profesores y alumnos es complicado todos los años, pero si la coyuntura económica es deficitaria aún peor. Los sindicatos recuerdan a la Administración que las ratios de Infantil no deben sobrepasar los 20 alumnos y las de Primaria 25, pero se apura el 10% de margen que rige la normativa. Y es que los ajustes se miran con lupa en época de crisis.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se sumó desde Sevilla a la bienvenida del curso escolar: "tenemos que conseguir que cada niño estudie hasta el límite de sus capacidades, sea cual sea su origen o el nivel económico de su familia", dijo. Y una promesa: "no va haber tijeras en el presupuesto destinado a educación" a pesar de la recesión económica.

Las familias expresaban ayer su preocupación por la coyuntura que se avecina en este curso. Un ejemplo: las ayudas de la Administración para el servicio de comedor escolar se han ajustado más que nunca. "Antes te asignaban un 25%, 50%, 75% o 100% de bonificación, según la renta de los progenitores, pero este año han afinado con cifras personalizadas y están desorientados", explicaba un administrativo que atiende en la ventanilla de un centro granadino.

El presidente de FAPA-Alhambra, José Antonio Puerta, destacaba la "buena gestión" realizada por Educación en el arranque de curso. "Únicamente espero que la Consejería matice mejor la normativa en lo que se refiere al horario de inicio de curso, porque da la posibilidad de flexibilizar la entrada escalonadamente y todos los centros se acogen a ella", apuntó el portavoz de las familias.

Como era previsible, la novedad en los centros la ha puesto los protocolos de la gripe A. Niños que marchan en fila hacia el baño para lavarse las manos, tráfico de pañuelos de papel en las aulas, fuentes en los recreos cerradas para el uso comunitario y cierta intranquilidad cuando alguno de ellos estornuda. Este curso la máxima es: "No se comparte nada".

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