La vuelta al cole ha traído consigo la tranquilidad de los padres y el regreso a la rutina después de casi tres meses de vacaciones estivales. Sin embargo, el nuevo curso conlleva también una serie de obligaciones que deben ser supervisadas por los más mayores: llevarlos y traerlos de las clases, los deberes diarios o las actividades extraescolares hacen que papá y mamá -en muchas ocasiones también los abuelos- tengan que ponerse de acuerdo para que los hijos no falten a ninguna de sus responsabilidades escolares.

El Estudio Kandoo 2009 sobre la Autonomía de los niños en los hábitos de higiene indica que en el 77% de los hogares la madre es la que dedica más tiempo a la educación de los hijos y es la que ejerce una mayor influencia en su proceso de aprendizaje en el 58% de los casos -el padre un 17% y la maestra o educadora un 13%-. Además, mientras un 32% de mujeres dedican a sus hijos todo el día, el 57% de los padres les dedica menos de dos horas diarias.

Asimismo, mientras el 70% de las madres son las que llevan al niño al colegio durante los primeros días, sólo un 15% de los padres lo hace. Así, una vez que el niño se ha adaptado, la madre sigue siendo la persona que más lo lleva al colegio en el 62% de las familias, aunque el padre y los abuelos -con un 18% y 8% respectivamente- van adquiriendo mayor protagonismo en esta función pero siempre muy detrás del papel de la madre. "La tarea educativa de los hijos aún sigue recayendo en las madres pese sea muy probable que, al igual que los hombres, trabajen fuera de casa. Eso se debe a la sociedad en la que vivimos", asegura José Antonio Puerta, presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Padres de Alumnos de Granada (FAPA-Alhambra). "Los padres se pierden una etapa muy bonita en la vida de sus hijos y no deben limitarse a aportar los recursos económicos, sino que al llegar a casa deben preguntarles cómo les ha ido el día e interesarse por ellos", advierte.

El primer día de colegio plantea un problema para algunos niños que, tras varios meses de vacaciones o porque sea su primer curso, se sienten extraños fuera de casa y alejados de su familia. Sin embargo, según el estudio de Kandoo, el 71% de los niños se muestran alegres en un su primer día, frente a un 25% tristes y sólo un 5% enfadados. Asimismo, lo que le hace más ilusión de la vuelta al cole al 66% de los pequeños es volver a ver a los amigos. Por otra parte, el principal temor de los padres cuando sus hijos van por primera vez a las aulas es que añoren a su familia y no se adapten -un 64%-, que les haga daño otro niño -un 58%-, que no sepan limpiarse solos en el baño -un 54%- y que no coman bien -un 33%-.

El estudio también revela los momentos claves en el crecimiento de los niños. De este modo, dar su primer paso, decir papá o mamá y dejar el pañal son las tres situaciones más emocionantes para los padres. En el caso de los hombres, valoran más cuando los hijos dan su primer paso y, en el de las mujeres, cuando dicen sus primeras palabras. Asimismo, adquirir autonomía en las actividades diarias y relacionarse, adquirir pautas de convivencia y desarrollar sus capacidades afectivas son las actividades diarias que los padres consideran como la enseñanza más importante para un niño. Y como tareas difíciles de inculcar; ordenar sus cosas, ducharse solo y cepillarse los dientes después de las comidas son las elegidas por los padres.

En cuanto al mejor momento para que el niño deje el pañal, el 64% de los padres considera que es durante el verano, mientras que el 30% cree que es cuando el niño esté preparado. Para la mayoría, acompañar al niño al baño es la rutina más adecuada para ayudar a sus hijos a hacer más llevadero dejar el pañal.