Se ha dicho varias veces con anterioridad y los presupuestos no hacen sino confirmarlo: no hay tiempo material para realizar obras de envergadura para conmemorar el Milenio del Reino de Granada. Entre estudios previos, proyectos informativos, periodo de alegaciones, licitación y adjudicación -por citar sólo algunos de los trámites burocráticos imprescindibles antes de comenzar la construcción- se va un tiempo considerable. Es algo que se demuestra con frecuencia en las infraestructuras, sin ir más lejos.

Entre eso y que la coyuntura económica no es desde luego la más favorable, como lo demuestra el hecho de que los presupuestos autonómicos sean restrictivos después de un lustro en el que la tendencia fue al alza, la Junta ha optado por lo que muchos ya sospechaban: enganchar al carro del Milenio actuaciones de las que ya se había hablado con anterioridad.

Es el caso de la remodelación del antiguo Banco de España, edificio que la Junta ya había decidido hace tres años que fuera la sede de la Fiscalía de Andalucía. Prevaleció su opinión sobre la del Ayuntamiento, que entendía que mejor era hacer allí un museo. Pero entre discusiones e historias, aquello languidecía. Ahora se retoma la idea de que trabajen allí los fiscales, decisión que algunos considerán acertada y otros no, pero que difícilmente puede catalogarse como novedosa.

Otro tanto puede decirse del Palacio de los Enríquez, joya arquitectónica del siglo XVI ubicada en Baza. Restaurar el inmueble era un clamor y de hecho, en la localidad bastetana, existe una asociación, llamada Baza Histórica, que llevaba tiempo pidiéndolo. La Junta, por su parte, ha mencionado tal posibilidad al menos desde el año 2004.

O sea, que la iniciativa tampoco es novedosa. Y es cuestionable, asimismo, que la obra debiera enmarcarse entre las prioritarias para conmemorar el Milenio, habida cuenta de que Baza, en principio, no está en el consorcio que lo gestionará.

Del mismo modo, también se lleva tiempo hablando de la posibilidad-necesidad de hacer un gran teatro que pueda albergar representaciones de ópera, un Espacio Escénico que de hecho ya tiene un diseño aprobado, obra del prestigioso arquitecto japonés Kengo Kuma, y para cuya construcción el Ayuntamiento ya había cedido el suelo.

Sin embargo, también es cierto que era un proyecto que muchos veían como una quimera, como una de esas muchas cosas que al cabo de un tiempo se encierran en un cajón. Un millón de euros es un compromiso bastante claro que se quiere hacer. Otra cosa, bastante más discutible, es que esté listo para el emblemático 2013.

Como tampoco está claro que funcione por entonces la estación del AVE, obra que más tarde o más temprano se enganchará al Milenio.