Granada

El Metro se enfrenta al tramo más polémico y complejo del Zaidín

  • Las máquinas regresan el lunes a Avenida de América para acometer trabajos previos a la construcción del túnel por el que discurrirá el tráfico rodado en Andrés Segovia

Creó mil polémicas entre la Junta y el Ayuntamiento y hasta fue la causa de que dimitiera un director. El del Zaidín ha sido sin duda el tramo más polémico del Metro de Granada. El lunes vuelven a ponerse en marcha las máquinas en la Avenida de América y después de unos trabajos preliminares, al cabo de un par de semanas como mucho, pondrán rumbo al punto crucial de todo este conflicto, la calle Andrés Segovia.

La idea inicial de la Junta de Andalucía, promotora de la infraestructura, era que el Metro llegara soterrado a la Avenida de América desde el Camino de Ronda y emergiera a la superficie en mitad de esa calle para continuar, ya entre el tráfico rodado, hasta el cruce de Andrés Segovia, para enfilar desde ahí hasta la glorieta de Carlos V y seguir hacia el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, penúltimo eslabón de una cadena que llevará al tren ligero hasta Armilla.

Pero mucho después de que el proyecto estuviera aprobado, el Ayuntamiento propuso una alternativa: mantener el Metro bajo tierra por Andrés Segovia, argumentando que en superficie crearía graves problemas al compartir espacio con el tráfico rodado. La Junta se opuso. Argumentó que esa variación encarecería sensiblemente el proyecto y también lo retrasaría, de forma que el Metro no estaría funcionando en la fecha prevista, 2012.

Además, y aunque no trascendió en su momento, se sabe que la intención del Ayuntamiento ni siquiera era viable técnicamente, porque el Metro, bajo tierra, tendría que trazar una curva demasiado pronunciada en el referido cruce entre Avenida de América y Andrés Segovia, lo que sería potencialmente peligroso para los pasajeros. Muy probablemente el Ayuntamiento también sabía eso, porque sus técnicos se lo transmitirían, pero aun así se mantuvo en sus trece.

Cuando las posturas estaban más enconadas hubo un cambio en la administración autonómica. Rosa Aguilar se hizo cargo de la Consejería de Obras Públicas, sustituyendo a Luis García Garrido, se dio un paseo por la zona con Torres Hurtado y aceptó variar los planes. Optó por mantener el Metro en superficie, pero soterrar el tráfico rodado en ese punto que se presume tan sensible. En desacuerdo con esa decisión, el hasta entonces director del Metro de Granada, Francisco Espinosa, presentó su dimisión irrevocable.

El acuerdo sobre el trazado definitivo llegó en noviembre del año pasado, pero Junta y Ayuntamiento decidieron no retomar las obras en la Avenida de América para no interferir en la campaña de Navidad de los comercios.

Finalizada ésta, vuelve a trabajarse. Primero se desviarán los servicios afectados y se adecuarán los desvíos de tráfico. En paralelo se inspeccionará la estructura de los inmuebles cercanos al futuro túnel. Su estado será controlado de forma periódica y los propietarios serán informados de cualquier contingencia.

De hecho, según informó ayer la Junta en un comunicado, una vez realizados los "exhaustivos estudios", se levantará un acta notarial del estado de los edificios, de la que recibirán una copia los propietarios de los inmuebles de la zona de actuación. Eso facilitará la realización de un seguimiento controlado de los edificios durante el tiempo que dure la ejecución de las obras.

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