Granada

Dos vigilantes de una 'disco' tendrán que pagar 1.600 euros a un cliente

  • Una sentencia censura que lo metieran en una habitación y lo golpearan tras un incidente previo · El juez impone multas a ambos y a un tercer empleado del local

Rubén F.P. acudió a la discoteca Mae West, sita en el centro comercial Neptuno de la capital, el 2 de septiembre del año pasado. Sólo pensaba pasarlo bien, disfrutar, pero la noche no transcurrió como esperaba. Tras salir en defensa de una chica que había sido reprendida por subirse a una silla a bailar, se encontró de repente dentro de una habitación recibiendo golpes que le causaron lesiones de las que tardó en curar un mes. Ahora, lo que recibirá serán 1.600 euros, la indemnización que dos empleados de la conocida discoteca habrán de pagarle.

Los dos individuos, ambos extranjeros, han sido condenados junto a un tercer trabajador del local por un juez de Granada como autores de una falta de lesiones, por la que deberán asimismo abonar multas de 270 y 540 euros. El magistrado ha declarado además la responsabilidad civil subsidiaria del establecimiento.

Según relata la sentencia, dictada el pasado 30 de abril y contra la que cabía recurso ante la Audiencia Provincial de Granada, fue uno de los encargados de la discoteca, C.M., quien amonestó a la referida chica cuando se subió a bailar encima de la silla.

Rubén, al presenciar lo ocurrido, se hizo "garante" de la bailarina, un caballeroso gesto por el que fue conducido a la referida habitación "aislada". Ya en su interior -siempre según el relato que realiza el juez en su sentencia- fue "golpeado" por B.F. y F.S., otros dos empleados.

Rubén, que recibió luego otro golpe de C.M. "por la subida de emergencia", pidió el libro de reclamaciones y fue nuevamente golpeado. Tras abandonar el establecimiento pasadas las cinco de la mañana, fue asistido de sus lesiones. En el informe médico forense figura que presentaba "contusiones múltiples y posibles fracturas costales a nivel 5º y 6º de las costillas".

En el análisis que realiza del caso, el juez admite que mantener el orden, el respeto y la disciplina dentro de un local de este tipo no debe ser tarea fácil.

No obstante, como resalta, "mucho más difícil" es la actuación de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local en su trato con posibles delincuentes y borrachos "y no degenera su actuación en un resultado de lesiones".

"Meter, encerrar a una persona en una habitación, aislarla, al parecer en penumbra, físicamente mediatizada, desfavorecida en proporciones a sus vigilantes, recuerdan tristes épocas que se suceden en la historia y que parecían olvidadas", agrega el juzgador.

En el juicio, no pasó desapercibida para el magistrado la fortaleza de los empleados de la discoteca, a quienes dedica la siguiente consideración en el texto de la sentencia: "Vista la impresionante fuerza física de los denunciados, es un fracaso, cuanto menos de organización y de ineficacia que estos hechos acaben a golpes, en inferioridad física y numérica". No ha trascendido si el establecimiento ha recurrido el fallo.

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