Granada

La gesta de un pueblo que salvó la vida de 24 marines

  • Jérez del Marquesado celebra el 50 aniversario de una proeza que culminó con el rescate de una veintena militares americanos que viajaban en un avión accidentado

Cincuenta años han pasado ya desde que un avión del ejército norteamericano tuviera un grave accidente en Sierra Nevada. El lugar donde cayó, Jérez del Marquesado, marcó el destino de sus 24 pasajeros y fue determinante para que todos ellos salieran con vida. Y es que a pesar de salvar el aterrizaje de emergencia, pocos esperaban este resultado.

A 2.600 metros de altitud, con unas condiciones climatológicas infernales y bastantes heridos a bordo, parecía que la noche y el fuerte viento harían el resto y el municipio quedaría marcado para siempre por un desgraciado suceso. Sin embargo, la solidaridad movilizó a un pueblo entero, que no dudó en acudir al rescate de los supervivientes en un hazaña heroica a la que también se unieron los municipios de Alquife y Lanteira.

Jérez del Marquesado reúne ahora a las dos partes de esta historia para celebrar con un extenso programa de actividades el aniversario de lo que el alcalde del municipio, Antonio Gámez, definió como una "gran gesta que demuestra que también tienen lugar en los pueblos pequeños". Del 2 al 7 de septiembre se recordarán aquellos duros días durante los que se desarrolló este "hecho insólito".

Desde el ejército norteamericano mostraron su gratitud con la presencia al día siguiente del embajador estadounidense y otras autoridades de la base de Rota, a donde se dirigía el aparato accidentado desde Nápoles. Además, donó el avión a la localidad. Pero el cuerpo de Marines debe tener la impresión de que estos vecinos que se lanzaron a la montaña en sus mulas sin ni siquiera el equipamiento adecuado merecen un nuevo agradecimiento.

Al igual que aquella vez, el embajador de Estados Unidos en España, Alan D. Salomont, también estará presente el próximo día 2 en el día central de las Jornadas de Homenaje a la Solidaridad y realizará el mismo recorrido que hizo su homólogo en 1960. Pero el momento más emotivo y que más llenará de orgullo a los jerezanos tendrá lugar durante el reencuentro de dos de los marines supervivientes y los 19 héroes de Jérez del Marquesado y Lanteira aún con vida.

"El pueblo está muy ilusionado por la oportunidad de recordar el hecho que llevaron a cabo nuestros mayores", dice el alcalde de los primeros, Antonio Gámez, quién también recordó con justificado orgullo que este accidente fue el único en el que con las condiciones que se dieron en la montaña se saldó sin una víctima mortal. También será una cita especial para los dos suboficiales que sobrevolaban Sierra Nevada aquel 8 de marzo y que "tienen muchas ganas de venir al pueblo donde nacieron por segunda vez", dice el concejal de Cultura de Jérez del Marquesado, Juan Félix Muñoz.

Aunque en 1960 solo eran "niños, con nuestra ingenuidad", los vecinos de Jérez del Marquesado Carlos Jaldo y Antonio Castillo vivieron con intensidad los días del rescate y con los años decidieron profundizar en este suceso a través de una investigación que ha dado como fruto el libro Las bengalas de Chorreras Negras, que se presentará el 5 de septiembre en el marco de los actos conmemorativos. Ya en su título hace alusión al lugar donde aterrizó de emergencia el avión norteamericano y a la luz de las bengalas que encendieron la negra noche y pusieron en marcha la ayuda más desprendida de los jerezanos.

Realmente, no fue el hombre el único responsable de que los marines que viajaban en el avión del ejército salieran con vida, sino que se dieron un cúmulo de circunstancias que hicieron que el hecho fuera todavía más increíble. A la pericia del piloto para aterrizar en único lugar posible de la escarpada montaña, hay que añadir que "se quedó al borde de un precipicio y los tres metros de nieve que había en este año lluvioso" impidieron un final trágico, cuenta Castillo.

La rapidez de reacción entre los vecinos de Jerez del Marquesado fue clave. Sólo ellos conocían como la palma de su mano los senderos que llevaban hasta lo que se conoce como 'parata' de Chorreras Negras, un trayecto habitual para ellos a causa del "trajín diario entre el pueblo y la Sierra". El camino que llevó a los rescatadores improvisados hasta los marines será recordado siempre con la inauguración el día 4 de septiembre de la Ruta solidaria El Avión, un sendero de dificultad media-alta de unos 12 kilómetros, diseñado con el mismo trayecto que realizaron los jerezanos el 8 de marzo de 1960.

¿Cómo acabó un avión del ejercito norteamericano accidentándose en plena Sierra Nevada? Aunque se muestran sorprendidos de haber llegado a esta información, los autores de Las bengalas de Chorreras Negras tienen la respuesta en forma de un informe oficial redactado en la época. En él, los dos pilotos explican que el "exceso de confianza" hizo que el macizo montañoso les cogiera desprevenidos en un viaje que estaba siendo tranquilo desde Nápoles y se vieron envueltos en una "nube de aguanieve". Pero también hay críticas al mismo cuerpo de Marines estadounidense y los encargados de dirigir el avión afirman en su escrito que "el diseño de la ruta no era el adecuado".

El avión, símbolo de la proeza fue donado al Ayuntamiento, pasó a la propiedad del municipio de Jérez del Marquesado y fue desmontado pieza a pieza por los vecinos, que las bajaron hasta el pueblo en sus mulas. Así, sacaron un dinero por la chatarra y el ejército español pagó un 1.800.000 pesetas por las piezas que eran aprovechables.

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