Granada

Los cuadernillos de trabajo, los salvavidas de las editoriales

  • Los productos educativos tendrán una rebaja del 0,5% respecto a cursos anteriores

La financiación para este curso en la renovación de los libros han dejado un sabor agridulce en los padres. Las editoriales vinculan cada vez más los libros de texto de los alumnos de Primaria y Secundaria a los denominados 'cuadernillos de trabajo'. Esta herramienta sirve para ayudar a los estudiantes en la comprensión de los términos y estudios realizados en cada una de las materias en las que están matriculados, aunque son, según José Antonio Puerta, presidente de la Federación de padres de alumnos de Granada (Fapa- Alhambra) como "una creación de las editoriales para tener aún más beneficios".

Los cuadernillos de inglés fueron los primeros en implantarse en los colegios e institutos de España, aunque no fueron ni mucho menos los últimos. Aunque varios profesores y padres se quejen de que es un material frecuentemente "inútil", se constituye poco a poco como indispensable en las aulas. "En algunos casos son necesarios, pero ahora prácticamente todos los libros vienen junto a uno", explicó Puerta acerca de estos apéndices de aprendizaje."Las editoriales son muy listas y han creado una forma de sacar dinero", señaló Puerta.

La Federación de Padres demanda a la Consejería que el derecho a educación sea totalmente gratuito, aunque valoran "positivamente el esfuerzo de la Consejería por ofrecer una ayuda que no se da en otras comunidades". Por otro lado, la implantación de esta herramienta de trabajo se constituye como una especie de "sistema copago", ya que los padres tienen que efectuar un desembolso de unos 100 euros en cuestión de cuadernillos, un precio bastante bajo comparado con lo que supondría comprar solamente los libros de texto.

Aunque el curso actual aún no ha dado comienzo (lo hará el próximo 10 de septiembre), la crisis ya está implantada, así como sus consecuencias. Algunas familias no podrán hacerse cargo de la compra de estos apéndices escolares, algo que no importa en demasía: "De toda la vida los dictados, la fórmula de preguntas y respuestas se han escrito en folios o en libretas", además de las socorridas fotocopias.

Por su parte, José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y material Educativo (Anele) y perteneciente a la Asociación de Padres de Madrid, considera "inoportunas" estas calificaciones, ya que "deberíamos dar gracias a que los niños llevan productos de calidad en sus mochilas". Además hizo referencia al descenso del 0,5% en los productos educativos y que éstos, desde 1993, no han supuesto un producto inflacionista desde 1993. Los profesores tienen la obligación de adquirir los libros que se adapten a sus formas metodológicas de dar clase, por ello tienen un gran abanico de posibilidades y de productor a elegir.

En lo que sí están de acuerdo tanto Moyano como Puerta es que la mayor y mejor inversión que se puede hacer en tiempos de crisis es en la educación de los hijos: "Ojalá un padre no tenga que pasarlo mal por este tipo de compras" valoró el presidente de Fapa. Los gastos en material escolar se multiplica, pero "no podemos alegrarnos de comprar tres juegos o una videoconsola y luego quejarnos de comprar un libro escolar que le va a servir todo el año". La ruptura de los convenios y la crisis no afecta a la calidad de los productos educativos en venta.

Sean nuevos o viejos los libros, la cuestión es aprender, que los docentes promuevan el gusto por conocer y que los alumnos descubran el placer que todo ello supone.

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