Un acto austero, sin parafernalias, con un escenario humilde, sin despliegues de luz y sonido que se salieran de lo estrictamente correcto. Esa fue ayer el marco en el que el PP presentó a su candidato a la Alcaldía de Granada, José Torres Hurtado, que sacó pecho frente a los presidentes provincial y regional del PP, Sebastián Pérez y Javier Arenas, respectivamente. El Hotel Nazaríes se quedó pequeño y 1.200 personas, según cálculos de la organización, estuvieron presentes apoyando a un candidato que, dijo Pérez, "no necesita presentación".

Antes de dar paso a Torres Hurtado, el presidente provincial del PP se encargó de ir calentando el ambiente. Sebastián Pérez hizo una encendida defensa de la labor del regidor durante los últimos ocho años, de un equipo de gobierno del que él ha formado parte activa. Pérez no dejó pasar la oportunidad de poner como telón de fondo el ganar la Diputación de Granada tras las municipales, algo que, aseguró, "no es una obsesión, pero es una obligación". "A saber qué nos vamos a encontrar cuando entremos, tras 30 años con la tela de araña socialista", argumentó el presidente provincial del PP.

Pero lo primero es lo primero. El acto de ayer era a mayor gloria de Torres Hurtado. Aunque, antes de darle la palabra, Pérez dio una bofetada sin mano al que fuera alcalde y militante del PP, Gabriel Díaz Berbel, aunque sin mencionarlo. Tras asegurar que a "aquellos que han querido abandonar" se les dijo adiós "con tristeza", adelantó que, como número 27 de la lista -el último puesto- al Ayuntamiento irá Eugenio Díaz Berbel, hermano del actual ex miembro del PP. Los motivos son, aseguró Pérez, su "simbolismo especial" y por la entrega durante años al partido, sus "valores y principios".

Cuando le llegó el turno al protagonista, se le presentó como aquel que ha hecho frente "a los obstáculos y zancadillas del PSOE" durante su gestión. Esa iba a ser la tónica de gran parte del discurso de Torres Hurtado, pero antes de pasar al ataque, quiso agradecer su presencia a aquellos que estaban entre el público, como el rector de la UGR, Francisco González Lodeiro; el presidente de la Cámara de Comercio, Javier Jiménez; sentado junto al adjunto del secretario general de la Confederación Granadina de Empresarios, Francisco Ledesma.

El regidor capitalino dedicó gran parte de su alocución a desgranar sus logros al frente del Ayuntamiento porque, dijo, "la Granada de 2011 se parece poco a la que encontré en 2003". En esta parte de su discurso pareció también obviar al otro alcalde del PP granadino, el susodicho Díaz Berbel, ya que confrontó lo conseguido por "los 24 años de otros gobiernos" con los ocho que él y su equipo lleva gobernando la capital.

Y entre esos logros, Torres Hurtado destacó los servicios sociales en primer lugar, asegurando que, a su llegada, había 857 personas que disfrutaban de la teleasistencia, mientras que ahora la cifra llega a los 4.000, además de que Granada es la "segunda ciudad de España en poner teleasistencia para sordos". También se apuntó el tanto de la creación de la Concejalía de Mantenimiento, "al principio tan criticada y ahora, la más valorada e incluso copiada por otros ayuntamientos". Torres Hurtado defendió que durante sus mandatos se ha duplicado la superficie de zonas verdes y se han hecho importantes reformas urbanísticas, como la de Gran Vía, el Paseo del Salón o "barrios que se han hecho prácticamente enteros, como el Cerrillo, Pajaritos o la Magdalena". También recordó la "ciudad tan asquerosa que dejó el PSOE" en cuanto al botellón, situación que "gracias a los jóvenes, hemos arreglado".

En total, el alcalde aseguró que bajo su mando se han realizado 551 proyectos dotados con 347 millones de euros de los que "están todos pagados y no se debe nada, no como otros que van presumiendo de inversiones que al final tengo que pagar yo".

Aunque, claro, "no todo depende del Ayuntamiento". "Paso más tiempo intentando saber cómo superar el tapón de la Junta que con mis concejales, que saben de sobra lo que tienen que hacer", dijo el regidor. En ese mismo tono aseguró que, aunque el Metro "será bueno", se están haciendo de forma que "perjudique a Granada", al tiempo que defendió que es "imposible" que el AVE llegue antes de 2016 o 2017 porque "Fomento no tiene dinero y por los problemas en Loja". Respecto a ese mismo proyecto, aseguró que la opción planteada por Fomento de "una estación de 50 millones y un aparcamiento de 250 millones para todos los trenes de Andalucía" es una "tomadura de pelo" a Granada. Por todo ello, pidió a los gobiernos socialistas "que se dejen de intromisiones" en la vida municipal por parte de "mandados de Sevilla ni funcionarios metidos a listos".

En esa misma línea se pronunció Javier Arenas, al que se presentó como "el futuro presidente de la Junta de Andalucía". Así, afirmó que "el gran mérito de Pepe ha sido cambiar la ciudad teniendo en contra a la Junta y al Gobierno de España". Así, defendió que "cuando Sebastián (Pérez) sea el presidente de la Diputación, yo esté en la Junta y Rajoy en el Gobierno, contigo como alcalde Granada se sale del mapa".

Arenas prometió también que una de sus "obsesiones" será que "no tomaremos ninguna decisión sin contar en el Ayuntamiento en la Alhambra y en Sierra Nevada", al tiempo que defendió que, 48 horas después de ser elegido presidente, vendrá a Granada para que el Metro se haga "de acuerdo" con el Consistorio y evitar así que la capital "sea como Beirut".

Como se encargó ayer de recordar la voz que se ocupaba de la megafonía, faltan 97 días para las elecciones municipales. Hoy, 96. Unos tres meses de espadas en todo lo alto y cuchillos entre los dientes para los partidos políticos. Pero hay que fijar bien los objetivos, el blanco de las críticas y el adversario a batir. Y, para el PP, el candidato del PSOE no representa una amenaza. Su gran enemigo, advirtió el presidente provincial de los populares, es la autoconfianza. Sebastián Pérez, José Torres Hurtado y Javier Arenas incidieron en que "no hay nada ganado", aunque el clima era el contrario. "No esta todo ganado, no hay que confiarse", dijo Torres Hurtado a su público. Aunque poco después dijo que "el 22, todos a votar y por la noche estaremos aquí celebrándolo".

De Paco Cuenca se habló sin nombrarlo. El actual alcalde no le dedicó ni una palabra. Le dejó ese mérito a los presidentes del PP en Granada y en Andalucía. Sebastián Pérez se refirió a él como "una persona impuesta desde Sevilla", al tiempo que recordó que "incumple su palabra" porque no ha dejado su cargo en la Junta. Y, para más inri, "dice que su ídolo político es ZP". "Alguien que dice eso no puede ser alcalde de Granada, el pequeño ZP", aseguró Pérez.

Javier Arenas recordó que "en la pasada campaña, alguien dijo que Granada necesitaba un candidato culto. Ahora vienen y nos ponen a uno desconocido. Y eso es una falta de respeto", aseguró el presidente regional del PP, que dejó ahí cualquier referencia al, en teoría, adversario político de Torres Hurtado.

Porque lo de ayer parecía un acto de precampaña de unas elecciones autonómicas más que de unas municipales. El que prometió fue Arenas -incluso cosas que no son de competencia de la Junta, como la conclusión de la A-7 y la integración de la Alta Velocidad-. De hecho, Torres Hurtado le pidió compromisos para cuando llegue a presidente de la Junta, como un solar para la mudanza de Cervezas Alhambra, un nuevo recinto ferial o el cierre del Anillo. Que, por cierto, recordó que había prometido su anterior adversario, Javier Torres Vela, que "desapareció y sólo quedan los últimos de su lista" y de la que no se ha tocado "ni un milímetro".

Y Arenas recogió el guante. Dijo que, una vez elegido, firmará con el alcalde de Granada José Torres Hurtado una serie de compromisos de "mi puño y letra", entre los que estaría el abandono del proyecto de la Escuela de Fiscales en el Banco de España para destinarlo a museo de la ciudad y la modificación del Patronato de la Alhambra y los estatutos de la sociedad Cetursa.

El presidente regional del PP también aprovechó el regalito que el ministro de Fomento, José Blanco, le hizo el pasado sábado en Sevilla al afirmar que los socialistas no daban por perdidos ni Málaga ni Huelva ni Sevilla. Así que Arenas se preguntó ayer "si el PSOE ha dado por perdida Granada, que parece que sí".

Griñán, Zapatero, Chaves, Blanco... Esos parecen los objetivos de la campaña de los populares, al menos en la capital. Aunque parezca paradójico. Desgastar al PSOE andaluz y nacional, llevar a Cuenca a la misma esfera emocional que ZP para los ciudadanos, a la espera del desánimo del votante socialista y la respuesta siempre fiel del electorado popular. Sebastián Pérez dixit: "No contemplo otro escenario que ganar la Diputación y que Pepe Torres esté en la Alcaldía de Granada".