Granada

De Granada a Cibeles

  • Fabrizzio Morales y Juan Díaz, propietarios de la tienda La Mandrágora, son también los autores de uno de los blogs de moda con más seguidores y éxito internacional

La página de La Mandrágora es como un oasis en el desierto los blogs de moda de Granada. Si antes los fashionistas se cuadraban nada más escuchar la palabra Vogue, ahora saben que internet es el nuevo templo y las nuevas generaciones de blogueros hace tiempo que compiten en seguidores con los más sacrosantos gurús. Como en este sector lo importante es olfatear el rastro de la tendencia antes de que pase, los blogs de las lolitas con zapatos de Christian Louboutin arrinconaron a las glorias con unos Manolo Blahnik.

Pero en Granada se ve que quienes cultivan esa pasión por la ropa y los complementos quieren lucirla en la calle y no en internet. Muy pocos dedican a este hobby el tiempo, el mimo y el cuidado que dedican Fabrizzio Morales y Juan Díaz, los dueños de la tienda de moda La Mandrágora.

Son un tándem como Victorio y Lucchino, pero en vez de producir moda con patrones y telas la fabrican con fotos y comentarios. "Yo me encargo más del contenido y Juan de la corrección de estilo, que es el que supervisa el blog para que todo esté perfecto desde el punto de vista formal. Por ejemplo, es muy detallista con la ortografía y la gramática", explica Fabrizzio.

En un principio su página nació como un espacio de publicidad para su tienda, también una rara avis en el mundo de la moda granadina, donde la mayoría de los comercios multimarca con firmas caras se apiñan en el centro de la ciudad. Pero La Mandrágora, llena de grandes firmas, germinó en un pleno corazón de Los Vergeles, en el número 40 de la Avenida de América.

Poco después, nació este blog, del que Fabrizzio cuenta que "ha ido creciendo solo". "Poco a poco, de estar centrado en nuestra tienda y en otras tiendas que nos gustaban, empezó a girar hacia el mundo de la moda en general. A la gente le comenzó a gustar y poco a poco incluso le fueron cogiendo respeto a las opiniones que subíamos a él".

A la vez que iba creciendo, Fabrizzio y Juan empezaron a dedicarle cada vez más tiempo. "La actualizamos una o dos veces por semana. Además, cuidamos mucho lo que colgamos. Algunas actualizaciones tardamos cuatro o cinco horas en hacerlas pero a otras les dedicamos cuatro días enteros".

Una de esas actualizaciones es la fantástica comparativa que han realizado entre la última colección que Jhon Galliano presentó para Christian Dior Haute Couture para la primavera 2011, inspirada en los dibujos de Rene Gruau. La pareja de amantes de la moda dedicó muchas horas a la búsqueda de las imágenes de Gruau, ilustrador favorito de la alta costura de los años 40 a 50 y creador de todo un estilo nuevo en la ilustración de moda. El artista mantuvo una relación con la Maison Dior que perduró durante décadas, siendo el creador de todas las campañas de las líneas de belleza hasta los años 80.

Esa comparativa es un ejemplo de cómo han ampliado su visión del diseño y la moda en los tres años que lleva funcionando este blog. También tiene una sección de alfombra roja en la que analizan los estilismos que lucen las estrellas internacionales en sus apariciones públicas más brillantes. Y otra en la que dan consejos. "En la tienda nos dimos cuenta de las cosas que le preocupan a la gente. Por ejemplo, había muchas dudas sobre los trajes de ceremonia. Nosotros hablamos con la Escuela de Protocolo y nos mandó información sobre qué se puede uno poner y qué no. Además, buscamos la imágenes para ilustar todos los consejos", explica el gestor de contenidos de la blog.

Tanto éxito empezó a tener su espacio en internet que una agencia italiana que trabaja para varias revistas de moda les ha encargado varios reportajes. Ahora, de la tienda en sí ya sólo cuelgan imágenes de los escaparates y utilizan más su página de Facebook como tienda on line. Y en Facebook también han ido ganando adeptos. Tantos, que hace un tiempo unas clientas crearon un simpático grupo: Señoras que nada más cobrar se lo gastan todo en La Mandrágora.

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