Las máquinas entraron ayer en los terrenos explotados durante cuatro décadas por la actividad agrícola, después de que desde hace dos semanas hicieran acto de presencia en la playa de La Rábita, tal y como adelantó este periódico, para demoler los primeros invernaderos ilegales (de un total de 120) y comenzar así las obras que tendrán como finalidad la regeneración medioambiental del litoral de Albuñol. Estas actuaciones forman parte de una primera fase para después extenderse a otros puntos del mismo municipio como la playa de El Pozuelo o Huarea. En estas últimas dos zonas dos, la Sección de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de la Fiscalía de Granada abrió la semana pasada diligencias de investigación penal contra el Ayuntamiento por la existencia de vertidos de residuos vegetales y envases de fitosanitarios en la zona de dominio público terrestre de las mencionadas playas, lo que podría suponer la comisión de un posible delito contra el medio ambiente.

En concreto, en las playas de El Pozuelo y La Rábita, en Albuñol, y Castell de Ferro y los Yesos, se acumulaban gran cantidad de residuos agrícolas, plásticos, alambres, plaguicidas, fertilizantes y pesticidas, además de restos agrícolas y químicos de los invernaderos, según tuvo conocimiento el Ministerio Público, el cual abrió diligencias informativas sobre el asunto.

La imagen de la destrucción de las construcciones ilegales de ayer en La Rábita supone un antes y un después, ya que Albuñol tiene la oportunidad de mejorar su imagen como municipio defensor del medio ambiente y, además, de contar con más metros de playa.

Así, se trata del primer paso para una serie de actuaciones que tienen como fin primordial recuperar el litoral de esta zona de la costa oriental. Suponen el inicio de unas obras que tienen como título "plan de regeneración medioambiental del litoral de Albuñol", en el que se han puesto de acuerdo el Ayuntamiento de la localidad, la Consejería de Agricultura, la de Medio Ambiente y la Dirección General de Costas, y que tiene como objetivo ampliar el litoral por la zona este del municipio.

Desde el Ayuntamiento de Albuñol aseguran que llevan unos 10 años detrás de regenerar la zona y que nadie ha hecho más por intentar adecentarla. También desmienten que la alcaldesa, María José Sánchez, quisiera echar la culpa del mal estado de las playas a los agricultores, ya que son conscientes de la importancia del sector agrícola en la zona. Aunque sí se ha explotado durante años estos terrenos, según señalan, en los últimos tiempos también algunos se han abandonado porque el mar entraba en ellos y que ya es hora de que ahora puedan disfrutarlos todo el mundo.

Por su parte, la Dirección General de Costas explica que durante los próximos meses se llevarán a cabo todos los expedientes de recuperación de dominio público para la realización de este proyecto de regeneración de la costa del municipio. En La Rábita, de hecho, las actuaciones comenzaron ayer, que afectaron a 8 invernaderos en esta primera fase, a la que le seguirán una segunda en las próximas semanas. Esta misma administración estima que las actuaciones a realizar son necesarias para recuperar la legalidad en toda esta zona.

El presupuesto de la primera fase del plan integral tiene un presupuesto de 180.000 euros. El plazo previsto para que estos trabajos iniciales estén finalizados es el próximo verano. Durante estos meses tendrá lugar la regeneración de más de trescientos metros del litoral en La Rábita, en los que se actuará eliminando los invernaderos afectados e instalando barreras artificiales para evitar que las playas se dañen durante los futuros temporales. En concreto, este anejo de Albuñol tendrá en temporada alta 1 kilómetro de playa, una arena más limpia y unas barreras artificiales que impedirán que los temporales acaben con su playa y su paseo marítimo.

En las sucesivas fases de actuación se quiere conseguir que el municipio cuente con una longitud total de 4 kilómetros de playa. Para ello, tendrá que ser regenerada toda esta parte de litoral desde La Rábita hasta Rambla Huarea.