Granada

Al buen tiempo, un buen refresco

  • Las bebidas refrescantes se convierten en una gran fuente de hidratación gracias a que tienen un 90% de agua · Su consumo aumenta porque llega la época de calor y de altas temperaturas

Hace alrededor de dos siglos que las bebidas refrescantes son consumidas por la sociedad española. Fue el sifón, que se elaboraba en las farmacias para mejorar pequeñas afecciones, el que dio origen a los refrescos, a raíz de extenderse su consumo por su buen sabor y su capacidad refrescante para saciar la sed. La gaseosa se convirtió en el producto clave en la historia de los refrescos en España y, desde ese pasado, la industria se ha adaptado a las necesidades, valores y estilos de la propia evolución de la sociedad.

La bebida refrescante es idónea para cualquier momento, pero con la llegada del calor y las altas temperaturas se convierte en el líquido estrella por su alto contenido en agua -más de un 90%-. De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, ha incluido a las bebidas refrescantes dentro del "grupo de alimentos con un papel importante en la dieta europea".

Durante el día el cuerpo humano pierde grandes cantidades de agua, sobre todo por el exceso de sudoración, y de sales minerales, por lo que las bebidas refrescantes se vuelven una gran fuente de hidratación. Gracias a sus propiedades funcionales y sus ingredientes -gas, azúcar y sales minerales- se ha constatado que son muy recomendables en situaciones que impliquen conducir, estudiar o practicar deportes.

El gas, también llamado anhídrico carbónico, tiene propiedades conservantes, da acidez e intensifica el sabor y el aroma. Además, el gas estimula la secreción de ácido gástrico y, por ello, facilita la digestión.

El azúcar, por su parte, le aporta al cuerpo energía y sobre todo aporta glucosa al cerebro, necesaria para mantener y mejorar aspectos como la atención, la capacidad de reacción, la memoria o el rendimiento intelectual. No hay que olvidar que la hidratación es fundamental para la salud y en cualquier época del año pero sobre todo en la temporada de verano o cuando se realiza una actividad física intensa. También las situaciones de calor o humedad pueden provocar una deshidratación. El cuerpo reaccionaría con cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración y malestar general.

Actualmente el sector tiene una gran variedad de productos y sabores. Sobre todo por el sabor, estos refrescos son tan apetecibles y gustan tanto. Los más conocidos son la cola, la naranja, el limón, el bitter o la tónica pero es sin duda el refresco light quien se lleva la medalla por su consumo en la época de verano. ¿Su atractivo? Que tiene casi cero calorías -estas bebidas están por debajo de las 7 calorías por 100 mililitros- y es ideal para mantener la línea. A día de hoy, el 25% de los refrescos que se fabrican en España son de este tipo light.

Existe otro tipo de bebidas para deportistas. Son especiales porque incorporan entre sus ingredientes algunas sales minerales como el sodio, el magnesio, el calcio o el potasio, además del azúcar y el agua, y esto consigue que la rehidratación del organismo se haga de una manera más efectiva.

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