Casualidades de la vida; o puede que no. Ayer, a las once y media de la mañana, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, se mostraba "absolutamente convencido" de que las obras del Metro se iban a parar de forma inminente porque la Junta seguía sin pagar lo que les adeuda a las empresas que las ejecutan.

Sólo tres horas después, en una nota, la Consejería de Obras Públicas y Vivienda anunció que había "efectuado la tramitación de pagos pendientes" a las constructoras por un importe superior a los 31,22 millones, cantidad que corresponde a las calificaciones de octubre, noviembre y diciembre de 2010. Y esos pagos, es de suponer, son una inyección económica importante que permitirá que los trabajos continúen.

El alcalde y candidato a la reelección por el PP le quiso poner un fondo creíble a su crítica. Llevó a la prensa a un tramo del Camino de Ronda donde no había absolutamente nadie trabajando y ese escenario le sirvió para subrayar el argumento de que las obras "se van a parar" porque las certificaciones pendientes no han sido abonadas.

"Ya ven que no hay nadie a la hora que es, y no pueden argumentar que están tomando el bocadillo. Esto es un atentado contra la dignidad de los granadinos", refirió el alcalde, que reclamó a la Junta que, si no hay dinero, que por lo menos finalizara el tramo del Camino de Ronda que discurre por la superficie "para que los vecinos y los comerciantes, que están asfixiados, puedan respirar".

El mismo escenario también le sirvió para recordar cuitas, antiguas pero no olvidadas. Por ejemplo, preguntó qué habría ocurrido si en ese tramo se hubiera usado, como él sugirió, una tuneladora para soterrar la vía. "Era una opción más rápida y más barata que desviar las redes de servicios como el gas y la telefonía".

"Y todavía dirán -continuó- que la culpa es mía porque me empeñé en que fuera soterrado. Sólo hubiera faltado que lo hubieran dejado en superficie y dejar esta calle sin apenas sitio para el tráfico", recalcó, para añadir que las obras públicas de transporte, como el Metro, no se acometen para "sustituir" a otros medios, como el tráfico rodado, sino para "complementarlos".

Respecto a los anuncios de la Junta de que las certificaciones estaban a punto de pagarse, se mostró cuando menos escéptico. "¿Cómo nos vamos a fiar de la Junta, que miente un día sí, otro también y el del medio?", se preguntó.

Pero, como ha quedado señalado, la respuesta llegó sólo tres horas después. La Junta informó en un comunicado que había "efectuado la tramitación" de pagos pendientes a las constructoras por el referido importe de 31,22 millones.

Esa cantidad, especificaron desde la Consejería, corresponde a las certificaciones de los tres últimos meses de 2010 y con esa regularización "se da cumplimiento al compromiso adquirido en marzo con las empresas que trabajan en la ejecución de las obras".

Recordó también la administración autonómica que en marzo ya formalizó el pago de 11,5 millones, que correspondían a las certificaciones de agosto y septiembre. En consecuencia, entiende que queda liquidada la certificación de todo el ejercicio de 2010 y quedan pagar los meses que han transcurrido de 2011.

Ese dinero, siempre según la Junta, llegará con toda seguridad porque lo garantiza el Banco Europeo de Inversiones, que el pasado 10 de marzo aprobó la concesión de un crédito por importe máximo de 260 millones para la sociedad Metro de Granada.