Elecciones Andalucía

Más de 50 alcaldes tiran la toalla y no optan a la reelección

  • El PP de Otura y el PSOE de Santa Fe, obligados a la regeneración interna tras varios escándalos

Albert Rivera se ha especializado en capitalizar la agenda mediática con declaraciones que no pasan desapercibidas. Una de las últimas ocurrencias del líder nacional de Ciudadanos ha sido afirmar que la regeneración política es un reto que sólo puede liderarlo la gente nacida en democracia. Rivera ha recibido un aluvión de críticas por 'jubilar' a los políticos que llegaron al mundo antes de la Constitución de 1978. Opinión equivocada o no, lo cierto es que en la política de altos vuelos, esa que se juega en Parlamentos, empieza a notarse ese cambio de tendencia con muchas caras jóvenes ocupando los principales puestos de poder de los partidos con los Pablo Iglesias, Alberto Garzón, Albert Rivera e, incluso, un Pedro Sánchez que hoy arropará en Granada a un coetáneo como Paco Cuenca. Pero, en la política municipal, la del contacto directo con los vecinos, ese paradigma de la juventud no se nota con tanta fuerza. La prueba está en la composición de las listas granadinas para el 24-M.

A nivel local, pesan los nombres y apellidos, pesan las caras conocidas y aunque pueda parecer lo contrario, no pesan tanto los casos de corrupción y el desgaste, salvo en contadas excepciones. De los 180 procesos electorales que se darán el próximo 24 de mayo en la provincia -170 municipios y 10 Entidades Locales Autónomas (ELAS)- faltarán 51 de los alcaldes que salieron elegidos en las municipales de 2011, contando con que se estrenan en la cita de las urnas Valderrubio y Dehesas Viejas. Algunos de esos primeros ediles no se vuelven a batir en duelo político se quedaron en el camino, ya fuera por mociones, renuncias para saltar a otro a cargo o dimisiones obligadas tras salpicar escándalos. Otros, directamente tiran la toalla o han perdido avales dentro de sus partidos.

Entre las ausencias más destacadas está la del 'popular' Vicente Valero, el que fuera durante 27 años alcalde de Churriana y que tuvo que abandonar el cargo el pasado mes de agosto para centrarse en su puesto de parlamentario andaluz. Al frente del PP churrianero ha dejado a Antonio Narváez, su 'delfín' político de 37 años, que se enfrenta al complicado reto de mantener la mayoría absoluta en un municipio de tradición 'azul'. Otra localidad puntera en la provincia en la que el Partido Popular presenta a un 'novato' para mantener su hegemonía es Guadix. Tras años de espera, el PP accedió a la alcaldía accitana en 2007 de la mano de Santiago Pérez, que repitió victoria en 2011 para inmediatamente abandonar el cargo y marcharse a la Subdelegación del Gobierno cuando comenzó el mandato de Rajoy. Pérez legó el sillón de regidor al diputado Antonio González Alcalá, que tras casi cuatro años en el puesto no optará a la reelección. Ahora, le toca al candidato Jesús Lorente seguir la estela de Pérez y González Alcalá en un municipio decisivo para el gobierno de la Diputación.

En el PSOE también se acusan bajas significativas. Por ejemplo, la cara reconocible de Rafael Gil Bracero, que aunque solamente ha estado un mandato al frente del Ayuntamiento de Pulianas, ha decidido no continuar con el proyecto y dejar paso a José Antonio Carranza. Tampoco repite en Salobreña Gonzalo Fernández Pulido, que fue en la lista socialista al Parlamento andaluz, y que ahora pasa un segundo plano para que María Eugenia Rufino sea la número uno del PSOE en Salobreña. Otra aspirante más en una Costa Tropical polarizada por las candidaturas femeninas en estos comicios de 2015. Asimismo, en una capital de comarca como Huéscar, el PSOE relega a José María Martínez que deja hueco a José García Giralte, un peso pesado socialista, que tras copar varios cargos de relevancia en la Junta ahora vuelve al pueblo que gobernó catorce años, entre 1987 y 2001.

La corrupción también ha hecho mella en algunos partidos, especialmente en el Área Metropolitana donde las imputaciones dejaron de ser noticia hace tiempo. Cada uno de años dos grandes del modelo del bipartidismo, PP y PSOE, cuentan en su haber con una experiencia muy convulsa en estos cuatro años de mandato. En el caso de los 'populares', han tenido una legislatura movida en la Villa de Otura donde ha hecho pleno de imputados: tres de tres con Ignacio Fernández-Sanz, el ganador en 2011, Pedro Cabanillas y por último Dolores Plata. Ahora ninguno de los tres repite en la lista para el 24-M, que incorpora a José Luis Ros como cabeza de lista del PP.

El mismo número de alcaldes han pasado por Santa Fe en el período de mayo de 2011 al presente mayo de 2015, donde los socialistas se han visto envueltos en varios escándalos. Las salidas de Sergio Bueno (dimitió en junio de 2014 por motivos personales) y José María Aponte (anunció su marcha el pasado 29 de diciembre tras salir a la luz un presunto escándalo de enchufismo) marcaron el final de una legislatura que clausuró Guzmán Morillas, que tampoco se presentará a la reelección. El testigo lo coge Manuel Gil, una de las cabezas visibles del PSOE en Santa Fe, habiendo sido alcalde en funciones tras la renuncia de Aponte.

Pero corrupción y paso por los juzgados no es sinónimo de renuncia. Pues más allá, de que muchos partidos utilicen la estrategia de hacer un lavado de cara y quitar a alcaldes señalados, que siguen mandando en la sombra, hay municipios en los que ni siquiera se quitan de en medio pese a las sospechas jurídicas. Ejemplos recientes son las imputaciones a ocho concejales de la lista del PSOE en la capital por una falsa denuncia contra Torres Hurtado -el que por cierto se presenta a su tercera reelección-. En el bando 'popular' se encuentran casos como el de Fidel Prieto, alcalde de Cájar, que opta de nuevo, pese a que la Fiscalía de Granada ha solicitado dos años de prisión y 20 de inhabilitación por supuesto trato de favor urbanístico, así como Francisco Javier Maldonado, alcalde de Gójar, que está inmerso a la vez en un juicio y en la campaña electoral. Son los entresijos de unas elecciones en las que los partidos ya están empiezan a sacar su artillería pesada.

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