Elecciones Andalucía

Concierto con marcha nupcial

  • José Torres Hurtado acude con honores de alcalde a una ceremonia cursada como acto cultural porque estaba desautorizada por la Alhambra

¿Bodorrio por todo lo alto o un concierto íntimo para amigos? El pasado 8 de agosto, Sean Hepburn Ferrer, hijo de la actriz Audrey Hepburn y presidente honorífico del Retroback, apareció en el Palacio de Carlos V, radiante junto a su mujer, que iba vestida de novia. Al lado, el alcalde de Granada, que por entonces estaba de baja médica tras sufrir un infarto de cerebelo, ataviado con los máximos distintivos de su cargo, el collar de oro de la ciudad y el bastón de mando. No pudieron echarles pétalos a su paso como estaba previsto, pero les esperaban en mitad del patio una mesa y unas sillas -mobiliario de protocolo propiedad del Ayuntamiento- junto a un grupo musical de esos que suelen actuar en los enlaces de postín. Se leyeron unas palabras, incluso se llegó a firmar unos papeles, mientras los acordes de la reducida orquesta acompañaban cada acto... Esta escena dio lugar a un informe interno del Patronato de la Alhambra y el Generalife al que ha tenido acceso Granada Hoy, en el que se califica este acto como una "incidencia sin precedentes" en el conjunto monumental, ya que la única actividad que se había aprobado era la realización de un concierto musical. "La celebración de dicha ceremonia de bodas no está autorizada en la normativa de visitas y otros usos públicos del monumento", continúa el informe interno del Patronato.

Preguntado sobre esta cuestión, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, recalcó ayer a este periódico que su presencia en el Palacio de Carlos V era como "un amigo más" de Sean Hepburn Ferrer. Según el primer edil, el acto celebrado, pese a la parafernalia que le acompañaba, no era en ningún caso una ceremonia de bodas. "Fue un concierto con el que Sean Hepburn quiso obsequiar a sus amigos, no una boda porque da la casualidad de que se había casado con anterioridad en Gibraltar", prosiguió Torres Hurtado, que retó a que alguien pueda encontrar algún documento que acredite que ofició este enlace. "Ni voy a casar ni casaré, entre otras cosas porque yo no pedí el recinto", prosiguió.

Respecto a la posibilidad de que se tratase simplemente de la recreación de una boda, sin carácter oficial, la normativa de la Alhambra es tajante al respecto y subraya que sólo se permiten las actuaciones estrictamente musicales, con lo que la escenificación de un enlace también quedaría fuera de la normativa vigente.

Al percatarse de que el anunciado concierto íntimo discurría de forma diferente a lo previsto, el personal de seguridad y mantenimiento del Patronato de la Alhambra dio parte de la incidencia, que dio lugar al informe en el que se indica que, pese a los indicios, se decidió no intervenir para evitar un "conflicto institucional y de seguridad", continúa la nota que también señala que Juan García Montero, concejal de Cultura, se personó el día anterior en el Palacio de Carlos V para supervisar el montaje del concierto, que incluía la instalación de cien sillas.

El uso del Palacio de Carlos V tuvo un coste de 3.490 euros, una cantidad que Sean Hepburn pagó a través de Producciones Los Últimos SL, una empresa de contenidos audiovisuales dirigida por Emilio Egea, que es a su vez director del Retroback, el certamen que organiza el Ayuntamiento y del que Hepburn Ferrer es presidente honorífico y colaborador a través de sus contactos personales en Hollywood. Concierto o enlace matrimonial, lo cierto es que el acto tuvo una significación especial con la presencia del alcalde, ataviado con unos distintivos que sólo usa en festividades señaladas como el Corpus, el Día de la Toma o el de la Hispanidad.

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