Mundo

El Gobierno de Ucrania dimite en plena campaña militar en el este del país

  • El primer ministro del país, Arseni Yatseniuk, ha dimitido tras la salida de dos partidos de la coalición parlamentaria que sostenía el Ejecutivo.

Ucrania entró este jueves de lleno en una grave crisis institucional provocada primero por la salida de dos partidos de la coalición parlamentaria que sostenía el Gobierno, y por la dimisión, horas más tarde, del propio Ejecutivo del primer ministro del país, Arseni Yatseniuk.

"Anuncio mi dimisión debido a la ruptura de la coalición y el bloqueo de las iniciativas del Gobierno", dijo Yatseniuk ante los diputados del Parlamento ucraniano instantes antes de acusar a sus ya exsocios de poner en riesgo la financiación del Estado y en particular, de la campaña militar en el este del país. Justificó su decisión en el voto en contra de la Rada Suprema (Parlamento) a una reforma fiscal propuesta por su Ejecutivo que habría subido los impuestos a la población y al proyecto de ley que habría permitido vender a inversores extranjeros la mitad de todos los gasoductos ucranianos. "No se han votado las leyes y no hay dinero para pagar a la policía, al médico, al maestro. No hay dinero para comprar un rifle, para poner combustible al blindado", lamentó Yatseniuk en alusión a las necesidades del ejército ucraniano para costear la operación militar contra los separatistas prorrusos.

Su ministro de Finanzas, Alexandr Shlopak, advirtió al presentar la reforma fiscal en la Rada que a partir del próximo 1 de agosto Kiev "no tendrá cómo pagar a los militares que combaten" en las rebeldes regiones de Donetsk y Lugansk.

"Lo que ha pasado hoy en la sala de sesiones tendrá unas consecuencias muy complejas, sino dramáticas, para el país", aseveró el dimitido jefe del Gobierno.

Horas antes, los partidos UDAR y Svoboda abocaron a Ucrania a una casi irremediable convocatoria de elecciones legislativas anticipadas al abandonar la mayoría parlamentaria que sostenía el Gobierno de Yatseniuk. Tras insistir durante meses en convocar comicios parlamentarios, dos de las tres formaciones políticas que lideraron las multitudinarias protestas populares que derrocaron al expresidente Víktor Yanukóvich, conocidas como el Maidán, lanzaron un órdago al socio mayoritario de la coalición, Batkivshina.

"Dado que observamos una actitud poco constructiva de la Rada Suprema para cumplir la voluntad del pueblo ucraniano, el grupo UDAR declara su salida de la coalición", dijo desde la tribuna el jefe de esa fracción parlamentaria, Vitali Kovalchuk. El líder de la ultranacionalista Svoboda, Oleg Tiagnibok, fue más allá y advirtió que su partido "no permitirá la formación de una nueva mayoría" en la Rada, incluso si para ello debe recurrir a "métodos informales".

El partido liderado por la ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko, prácticamente apartada de la política tras sufrir una incontestable derrota en las presidenciales del pasado mes de mayo, perdió a sus socios por su reiterada negativa a apoyar la disolución de la Rada. Incluso este jueves, después de que UDAR y Svoboda abandonaran la coalición, el líder de su grupo parlamentario, Serguéi Sóbolev, insistió en que los comicios deberían celebrarse sólo después de que concluya la operación militar en el este del país.

No obstante, la ruptura de la mayoría parlamentaria y la dimisión del Gobierno de Yatseniuk marca rígidos plazos para la convocatoria de unos comicios ampliamente demandados por la población ucraniana y apoyados en varias ocasiones por el presidente del país, Petró Poroshenko. Si en un plazo de 30 días no se constituye una nueva coalición de mayoría, el mandatario ucraniano podrá disolver el Parlamento y convocar elecciones legislativas anticipadas.

Por si fuera poco, el presidente de la Rada, el también miembro de Batkivshina Alexandr Turchínov, disolvió el grupo parlamentario del Partido Comunista de Ucrania (PCU) bajo el pretexto formal de contar con menos diputados de los necesarios. La propia reforma que permitió disolver el grupo comunista fue promulgada hace dos días por Poroshenko para facultar al presidente de la Rada a disolver un grupo parlamentario si el número de sus integrantes es inferior al del grupo más pequeño de los constituidos en el comienzo de la legislatura. "Espero que nunca más tengamos grupos comunistas en el Parlamento de Ucrania", dijo Turchínov, que junto a otros muchos diputados ha promovido incluso la ilegalización del PCU por su presunto apoyo a los separatistas prorrusos, un asunto que se encuentra en los tribunales.

La crisis institucional en Kiev, agravada por los problemas de liquidez de los que ha advertido el Gobierno, no pudo haber llegado en peor momento para Ucrania, enfrascada en una guerra en el este del país.

Más de 300 soldados ucranianos han muerto y más de 1.200 han resultados heridos desde el inicio del conflicto armado, según una fuente militar en Kiev citada por la agencia local "Interfax Ucrania". Además unas 70.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y desplazarse a otras localidades de Ucrania para huir de la guerra, como reconoció hoy el viceprimer ministro ucraniano, Alexandr Sych.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios