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El no amplía su ventaja en los sondeos la víspera del referéndum en Escocia

  • De ganar el sí, Escocia proclamaría su independencia en marzo de 2016. Bruselas insiste en que una Escocia independiente quedaría fuera de la UE.

Partidarios y detractores de la independencia de Escocia cierran la campaña del referéndum, con ventaja de cuatro puntos para el no en los últimos sondeos y alrededor de un 10% de votantes aún indecisos. En las calles de Edimburgo se respira excitación y nerviosismo en la víspera de una consulta histórica que se espera concite una participación masiva, casi dos años después de que los gobiernos del Reino Unido y Escocia acordasen su celebración.

No es para menos pues, de ganar el sí, pondría fin a 300 años de historia conjunta, supondría el nacimiento de una nueva nación en el seno de Europa en marzo de 2016 y acabaría con el Reino Unido como tal. Tras una campaña frenética y muy reñida, con enfrentamientos pasionales y encuestas que han ido acercando posiciones entre ambos bandos, tres sondeos publicados este miércoles amplían al 52% la ventaja del no, cuatro puntos por delante del sí. Los datos de esas encuestas, publicadas en los diarios The Scotsman, Daily Mail y Daily Telegraph, excluyen el porcentaje de indecisos, que oscilaría entre el 14 y el 8% y puede ser clave en el resultado.

El primer ministro británico, David Cameron, insistió en que no dimitirá aunque gane el sí porque su nombre "no está en la papeleta", mientras varios diputados tories empiezan a achucharle por prometer más autonomía a Escocia para que rechace la secesión y otros correligionarios afilan cuchillos. "Lo que está en la papeleta de votación es si Escocia quiere quedarse o separarse del Reino Unido", afirmó el premier conservador. "Esa es la única pregunta que se decidirá la noche del jueves. la cuestión sobre mi futuro se decidirá en las elecciones generales británicas que llegarán pronto", en mayo de 2015, puntualizó.

Los líderes de los grandes partidos británicos, que se oponen a la secesión de Escocia, ya no van a dejarse ver en Edimburgo y dejaron el protagonismo de la campaña a los políticos locales. El ministro principal escocés y promotor de la consulta secesionista, Alex Salmond, pidió por carta a los votantes que acudan a las urnas para apoyar la independencia e insistió en que el nuevo país será aceptado en instituciones y organismos internacionales. "Cualquiera que crea que un país con el 1% de la población de la UE pero con un 20% de la pesca, un 25% de la energía renovable y un 60% de las reservas de petróleo no va a ser bienvenido en la Unión Europea... no entiende el proceso por el cual Europa acepta resultados democráticos y, en segundo lugar, que Escocia tiene una gran cantidad de atractivo para el resto del continente europeo", argumentó el líder escocés.

En el bando de Mejor juntos, echaron el resto en un acto en Glasgow, la mayor ciudad escocesa, el ex primer ministro laborista Gordon Brown y el ex titular de Economía Alistair Darling, que incidieron en los riesgos económicos de la separación y en proponer más autonomía para Escocia. "La mayoría silenciosa dejará de serlo", se mostró tajante Gordon Brown, primer ministro desde 2007 a 2010 y actual diputado escocés en la Cámara de los Comunes, que se ha erigido en la principal figura en el bando del no, ante las reticencias que despierta Cameron en una Escocia gobernada con políticas socialdemócratas.

Se espera una participación muy alta en la consulta, con las urnas abiertas durante quince horas, desde las 08:00 hasta las 23:00, hora española, para promover que los escoceses acudan a votar. Aunque el recuento comenzará nada más cierren los colegios de los 32 distritos electorales de la región, el resultado se conocerá el viernes a primera hora, previsiblemente después de las 08:00, hora española, según estimaciones de la Comisión Electoral.

Los votos serán contados uno a uno en un censo electoral compuesto por 4,28 millones de residentes en Escocia mayores de 16 años, que deberán marcar con una x el sí o el no en respuesta a esta pregunta: "¿Debería ser Escocia un país independiente?". De ganar el sí, comenzaría de inmediato el traspaso de poderes entre Londres y Edimburgo, cuyo gobierno nacionalista ha anunciado que declararía la independencia el 24 de marzo de 2016, fecha de la firma del Acta de Unión en 1707 por la que se unieron Inglaterra y Escocia para formar lo que más tarde se llamaría Reino Unido.

Bruselas insiste en que una Escocia independiente quedaría fuera de la UE

El designado comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad, el austríaco Johannes Hahn, aseguró que Escocia quedará fuera de la UE si gana la opción independentista. "Si un nuevo país se constituye, no puede ser automáticamente miembro de la Unión Europea (UE)", declaró el político conservador en una rueda de prensa en la ciudad de Innsbruck, según la agencia de noticias APA. Hahn, saliente comisario de Política Regional, indicó que prefería opinar sobre la consulta una vez que se sepa su resultado, aunque subrayó que las reglas comunitarias son claras, y que un nuevo territorio quedaría fuera de la UE.

El actual presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha señalado en repetidas ocasiones que si una parte de un estado miembro alcanzase la independencia pasaría a ser un "tercer país" con respecto a la UE y dejaría de pertenecer a ella. La CE ha rechazado tomar una posición sobre el referendo por "respeto al proceso democrático", y ha subrayado anteriormente que corresponde al pueblo escocés y a los ciudadanos de Reino Unido decidir sobre el futuro de Escocia.

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