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EEUU y Cuba inician la normalización de sus relaciones

  • La Casa Blanca ha ordenado el inicio inmediato de un diálogo con Cuba para restablecer las relaciones diplomáticas, rotas desde 1961.

Los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre sus países y el levantamiento de parte de las restricciones económicas que pesan desde hace 53 años sobre la isla caribeña. En sendos mensajes televisados a sus naciones, simultáneamente, Obama y Castro hicieron este histórico anuncio, que permitirá normalizar las relaciones entre dos naciones enemistadas desde 1961, cuando comenzó a aplicarse un embargo económico a Cuba que, para ambos mandatarios, ha sido perjudicial.

El presidente de EEUU, Barack Obama, dio un paso histórico para normalizar las relaciones con Cuba, porque cree que la política de aislamiento "ha fracasado durante décadas", y pidió un debate "honesto" en el Congreso de su país sobre el fin del embargo económico impuesto a la isla en 1961. En un discurso histórico desde la Casa Blanca, de unos 15 minutos y transmitido por televisión, Obama anunció el comienzo de un proceso para normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países, rotas desde 1961, y que contempla la apertura de embajadas en Washington y La Habana en los próximos meses.

La "rígida política" que ha marcado las relaciones bilaterales "tiene sus raíces en acontecimientos que ocurrieron antes de que la mayoría de nosotros hubiéramos nacido", argumentó Obama. El "aislamiento no ha funcionado", añadió el presidente, para quien "es momento de un nuevo enfoque" hacia Cuba.

El martes, Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, hablaron por teléfono para cerrar el acuerdo anunciado este miércoles y esa conversación, que duró aproximadamente una hora, supuso el primer contacto entre los líderes de ambos países en más de medio siglo. Según altos cargos del Gobierno, las conversaciones secretas entre delegaciones de EEUU y Cuba para explorar la normalización de las relaciones comenzaron hace más de un año y Canadá acogió la mayoría de las reuniones. El Vaticano también facilitó los contactos, al recibir a delegaciones de los dos países, y el papa Francisco se involucró personalmente en las negociaciones con el envío de cartas a Obama y a Raúl Castro, en las que abogaba por la liberación del estadounidense Alan Gross y de los tres espías cubanos presos en EEUU. El ex presidente cubano Fidel Castro "no participó en las discusiones" de forma directa, pero sí autorizó las negociaciones, de acuerdo con las fuentes estadounidenses.

Obama admitió en su discurso que la situación de Gross, liberado tras más de cinco años de detención y encarcelamiento en La Habana, suponía un "gran obstáculo" en su objetivo de avanzar hacia la normalización de las relaciones con Cuba. Gross fue liberado por el Gobierno cubano "por razones humanitarias" y aterrizó este mismo miércoles en una base militar a las afueras de Washington, mientras que los tres agentes cubanos del grupo de Los Cinco que permanecían presos en EEUU desde 1998 también recuperaron la libertad y volaron a La Habana. Los tres agentes, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, fueron liberados a cambio de un oficial de inteligencia de origen cubano que trabajó para EEUU y que llevaba casi 20 años preso en la isla, según la Casa Blanca. Además, Cuba se ha comprometido, en el marco de este acuerdo, a liberar a más de 50 presos políticos, de acuerdo con altos funcionarios estadounidenses.

"No espero que los cambios que estoy anunciando provoquen una transformación de la sociedad cubana de la noche a la mañana", señaló Obama. No obstante, defendió que una "política de compromiso" con la isla puede ser mucho más eficaz que el "aislamiento" y que "no sirve a los intereses de Estados Unidos" tratar de "empujar a Cuba hacia el colapso".

Por ello, Obama pidió al Congreso, que a partir de enero estará controlado totalmente por la oposición republicana, que inicie un debate "serio y honesto" sobre el embargo económico unilateral impuesto a Cuba en 1961, durante la presidencia de John F. Kennedy. Las medidas anunciadas por Obama incluyen la flexibilización de las restricciones a los viajes y el comercio entre EEUU y Cuba, así como a las remesas que reciben los cubanos desde territorio estadounidense. A partir de ahora, según el mandatario, será "más fácil" para los estadounidenses viajar a Cuba y también se suavizarán las restricciones a los exportadores que venden mercancías a la isla.

Además, Obama ha pedido a su secretario de Estado, John Kerry, que revise la inclusión de Cuba en la lista de países a los que EEUU considera patrocinadores del terrorismo. "Vamos a seguir apoyando a la sociedad civil en ese país", prometió el presidente, al destacar que Estados Unidos seguirá expresando sus "diferencias" con el Gobierno cubano con respecto a la situación de la democracia y los derechos humanos en la isla.

Obama confirmó, por otro lado, su participación en la Cumbre de las Américas que acogerá Panamá en abril de 2015 y a la que Cuba ha sido invitada. Su discurso finalizó con una frase en español, "todos somos americanos", dirigida al pueblo de Cuba, a quien tendió "una mano de amistad", y con una mención al héroe y poeta cubano José Martí.

El presidente cubano, por su parte, aclaró que, aunque se ha decidido avanzar en la normalización de las relaciones entre los dos países, "esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto" y exigió el fin del "bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos". Coincidieron Castro y Obama en agradecer públicamente la mediación del papa argentino y del Gobierno de Canadá para cerrar un acuerdo que pondrá fin a más de cinco décadas de enemistad. El presidente cubano agradeció el apoyo del Vaticano en el "mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos" y del Gobierno de Canadá por haber facilitado el diálogo de "alto nivel" entre los dos países.

Por su parte, Obama destacó la implicación "personal" del papa Francisco en el proceso de negociaciones entre su país y Cuba para iniciar. Según el portavoz del Vaticano, el pontífice "se complace vivamente" por el anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, "con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia". La Santa Sede afirmó que en los últimos meses, el papa Francisco ha escrito a ambos mandatarios "invitándoles a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos", y que en octubre el Vaticano acogió a las delegaciones de los dos países para apoyar el proceso.

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