Reproducción

Las aves acuáticas aumentan su presencia en Andalucía

  • El seguimiento verifica un incremento superior a las 7.200 parejas respecto a 2008, con el flamenco común como especie mayoritaria.

Los censos de aves acuáticas realizados por la Consejería de Medio Ambiente a lo largo de 2009 han determinado en Andalucía una población reproductora de 26.020 parejas correspondientes a estas especies. Dicha cifra supone un incremento superior a las 7.200 parejas respecto a 2008, cuando se censaron tan sólo 18.758. Los trabajos de conservación desarrollados por la Administración ambiental y la mejora de las condiciones climáticas han permitido una recuperación que acerca estas especies a la situación vivida entre 2006 y 2007, años en que se promediaron unas 45.000 parejas anuales.

Entre las provincias con mayor presencia y diversidad de especies se encuentran Málaga, con 12.000 parejas de 11 especies distintas, Cádiz (4.781 parejas pertenecientes a 21 especies), Sevilla (4.364 parejas y 20 especies) y Huelva (3.761 parejas y otras 20 especies). El resto de provincias muestran cifras sensiblemente inferiores, como en el caso de Almería (975 parejas y 15 especies), Córdoba (97 parejas y 10 especies), Jaén (36 parejas y 6 especies) y Granada (6 parejas y 5 especies). La mayoría de las provincias mantienen una estabilidad poblacional respecto a 2008, siendo Málaga la provincia que ha experimentado el mayor crecimiento en los últimos 12 meses.

En total, el seguimiento ha establecido la presencia de hasta 27 especies de aves acuáticas diferentes con población reproductora en la comunidad andaluza. De entre todas ellas, el flamenco común es la que muestra una mayor abundancia, con 11.416 parejas en toda Andalucía. Le siguen de lejos otras como la avoceta común (2.513), el morito común (2.172), la pagaza piconegra (1.947) o el charrancito común (1.605).

En cuanto a los hábitats con mayor número de aves, la Laguna de Fuente de Piedra, en Málaga, ha registrado una presencia de 11.894 parejas. Los humedales y marismas del espacio natural de Doñana ocupan el segundo lugar, con un número que asciende hasta las 6.648 parejas. El Golfo de Cádiz (2.420 parejas) o las costas de Huelva (1.761) y Almería (975) son otras de las zonas destacadas por su abundancia dentro del panorama andaluz.

La mayor diversidad, en Doñana

De toda Andalucía Doñana es el enclave que cuenta con una mayor riqueza en cuanto a esta rama de la avifauna reproductora, pues en el espacio natural nidifican hasta 21 especies distintas. Destaca la presencia del morito común, cuya totalidad de las 2.172 parejas andaluzas han sido localizadas en este espacio protegido. También se encuentran aquí las mayores poblaciones nidificantes andaluzas de canastera común (850 parejas), garza imperial (823) o espátula común (688). Por otro lado, algunas especies consideradas muy raras o amenazadas disponen en la zona de uno de sus escasos lugares de asentamiento, como el avetoro común, cuya única pareja censada este año reside en Doñana.

Igualmente destacable es la presencia de especies en la costa de Almería, con parejas de 15 aves acuáticas distintas, y en el litoral onubense, con otras 13 especies. Con una menor diversidad (8 y 7 especies respectivamente) figuran el Golfo de Cádiz y la Laguna de Fuente de Piedra. Entre el resto del litoral y los humedales andaluces de interior se reparten 23 especies diversas.  

Además del incremento general de la población reproductora de estas aves, los programas desarrollados por la Administración ambiental han permitido alcanzar logros como la reproducción del águila pescadora. Esta especie no anidaba en la región desde los años 80 del siglo pasado; hasta este año, cuando la suelta de ejemplares ha permitido que dos parejas se reproduzcan en las provincias de Cádiz y Huelva.

En 2001 Medio Ambiente puso en marcha el Plan Andaluz de Aves Acuáticas, diseñado para conocer la situación de las poblaciones de este grupo ornitológico. Los censos permiten detectar variaciones en la abundancia y los patrones de distribución interanual de las aves migratorias causados por el cambio climático. Así, las últimas investigaciones están poniendo de manifiesto cambios en las zonas de invernada, sustituyendo algunos humedales africanos por los andaluces. Además, las aves acuáticas son un perfecto bioindicador de la salud ecológica de sus hábitats, por lo que los datos obtenidos en su seguimiento son de gran utilidad en la gestión de estas zonas.

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