En 1938, Frank Capra dirigió Vive como quieras, una deliciosa comedia que protagonizaron James Stewart, Jean Arthur y Lionel Barrymore, y que defendía, a través de la peripecia de una anárquica familia, la posibilidad de olvidarse de las ataduras de la monotonía y apostar por la libertad individual para alcanzar la plenitud. Más de siete décadas después, el zaragozano Joaquín Berges se inspira en aquel clásico para Vive como puedas (Tusquets), un libro que le ha valido al autor el reconocimiento de Nuevo Talento Fnac y con el que reflexiona, desde el humor, sobre la dificultad de que el hombre sea quien realmente desea.

"Vive como puedas es la traducción al presente de esa película", apunta Berges sobre su novela. "Capra hablaba de la búsqueda de la felicidad, y venía a decir que si vives como quieres vas a ser feliz, pero eso es una entelequia, algo implanteable hoy en día". Lo que le atraía del filme al narrador "es que hay un enfrentamiento entre dos mundos: los Vanderhof, que es gente que hace lo que le da la gana, sin preocuparse por ganar dinero ni tener estabilidad económica; y el mundo de los Kirby, que son banqueros y encarnan lo contrario, aunque no les guste su trabajo. Me interesaba ese confrontamiento entre la obligación y la devoción", confiesa. Los tiempos han cambiado, y se ha perdido parte de esa inocencia de los años 30. Ahora, sostiene el aragonés, "hay muy poca gente que vive como quiere, pero también creo que el ser humano no está programado para la infelicidad. Soy positivo, y creo que hay que hacer un esfuerzo de liberación personal para escapar de ese aburrimiento".

Para tratar las insatisfacciones del hombre contemporáneo, Berges escoge como protagonista a Luis, "un ingeniero de energía eólica que lo que quiere es escribir comedias, ser guionista para televisión o para el cine", algo que se advierte en los ágiles diálogos que se suceden en la narración.

Luis, "como le pasa a tantos de nosotros", prosigue el escritor, "se dedica a una cosa pero querría hacer otra. Ha hecho guiones que ninguna productora acepta, y no se da cuenta de que escribiendo un diario tiene la mejor comedia delante de sus narices. Él quiere hacer una sitcom, y la sitcom es su vida entera".

Material para el enredo hay, desde luego: una mujer obsesionada con la vida sana que le obliga a ingerir magnesio y leche de soja, una ex esposa de la que sigue enamorado, unos cuantos hijos con diferentes edades y problemas... Un sinfín de personajes con los que Berges demuestra que el tema de la familia no se agota, es un filón que parece no tener fin. "Las cuestiones de familia son inagotables porque se van adaptando. La que presento es muy actual, es una familia desestructurada en dos partes. El protagonista tiene una parte con su primera mujer y otra con su segunda esposa. Ahora hay muchas familias así", explica .

Durante las semanas de promoción, Berges ha comprobado que su personaje principal se gana con facilidad el corazón de los lectores. "Estamos rodeados de hombres como Luis, es alguien en el que es muy fácil reencarnarse, identificarse mientras uno lee su historia. Hasta las mujeres se reconocen en el protagonista...", comparte el autor, para quien "el pequeñoburgués que representa Luis es muy vulnerable, porque tiene un montón de obligaciones familiares, laborales, y a eso hay que sumar las frustraciones, y el comprender que le queda menos tiempo por vivir en comparación a los años que ya ha vivido. Todo eso hace que uno viva como pueda, no como quiere".

Berges se rebela contra los prejuicios de este país, donde "desde el punto de vista literario, el humor no está bien visto". Y la experiencia propia le ha mostrado que la comedia no es precisamente un género menor. "Con El club de los estrellados [su anterior novela] escribí un libro más dramático, con más profundidad psicológica. Con Vive como puedas, hago humor, aunque la novela tenga también otras cosas. Y puedo decir que es mucho más difícil hacer reír que llorar. Es incomprensible que el drama tenga más prestigio que la comedia".

Aunque entre los autores españoles, Berges se decanta por Eduardo Mendicutti, Antonio Orejudo o David Trueba, su mayor referente es extranjero, el británico David Lodge.

"He leído toda su obra y me escribo e-mails con él desde hace 10 años. Él me ha enseñado a contar una historia con gracia, que no tiene que ser expresamente algo gracioso".