Sara Baras. Bailaora y coreógrafa

"El flamenco es corazón y libertad"

  • Sara Baras regresa mañana a Granada con 'La Pepa', un espectáculo "cargado de emociones" con el que la bailaora se convierte en la voz, los pies y las manos de la 'mujer' que guió la democracia.

Una Pepa mujer y madre. Una Pepa portadora de la esperanza de todo un pueblo. Una Pepa que no calla. Así imaginó hace dos años Sara Baras el espectáculo con el que volvería a pisar con fuerza los escenarios después de ser madre; una Pepa símbolo del Cádiz que vio nacer hace 200 años la libertad y la democracia y que mañana llenará de arte jondo el Palacio de Congresos.

-¿Cómo de largos o de cortos se hacen dos años sin bailar ante el público?

-La verdad es que la experiencia de ser mamá es tan grande que no se me ha hecho nada largo este tiempo. Ser madre es lo mejor que me ha pasado en la vida y lo he disfrutado desde el primer momento.

-¿Qué recuerda de la noche del 19 de marzo? ¿Cuáles fueron las sensaciones que se le vinieron a la cabeza al volver a estar de nuevo sobre un escenario?

-La primera sensación que tuve es la de no haberme ido... Es curioso cómo después de tanto tiempo y de estar tan pendiente de tantas cosas al final llega el momento y la concentración no te deja espacio ni para temblar. La responsabilidad era y es muy grande. Por supuesto que los nervios estaban, aunque la ilusión y la fuerza eran más grandes... Y entonces es verdad que no solo quieres estar a la altura, también quieres dar algo más, bailar con el corazón, y el mío esta repleto de emociones y sentimientos.

-Su Pepa llevaba gestándose casi desde su embarazo y, desde entonces, ha ido creciendo de forma imparable. ¿Qué tenía tan claro que quería contar de ella?

-Hemos querido plasmar, por encima de todo, una Pepa de carne y hueso, con sentimientos y que representa la voz de un pueblo que se caracteriza por su carácter, su sentir y sus ganas de vivir a pesar, de la terrible situación, desde la Guerra de la Independencia hasta hoy mismo pasando por el Cádiz del 1800 y resaltando el comercio marítimo, las cortes, la promulgación, el juramento...

-Incluso decidió escribir un texto explicando quién era la Pepa y todo lo que representa...

-Es que es en sí misma fascinante...

-¿Cómo ha sido el proceso hasta interiorizar al personaje, de transformación en la Pepa?

-Siempre decimos que nuestra Pepa no es solo un símbolo, es una actitud, una esperanza, algo que se lleva dentro. A la hora de interpretarla te das cuenta que la llevas en tu corazón, ya que encima es tu tierra, tus costumbres, tus olores, tus esquinas, no hace falta interpretar nada, solo tienes que dejar que el corazón hable.

-¿Y cuánto tiene de madre? ¿Siente que ha cambiado en algo su forma de bailar?

-Por supuesto que tiene de madre: cubre, reza, abraza, da esperanza... Y sí que creo que ha cambiado mi forma de bailar porque la experiencia de ser madre te cambia los valores, te hace más fuerte.

-¿Reconoce a su Cádiz actual y a toda Andalucía en los que pone en escena en su espectáculo?

-Gracias a Dios han cambiado mucho en estos 200 años. Esta Constitución marcó un antes y un después no sólo en Cádiz y Andalucía, sino en medio mundo.

-Para este espectáculo ha querido contar con muchos artistas locales, ¿era importante la participación y la implicación en el proyecto de la gente de su tierra?

-Esta Pepa es una producción del Ayuntamiento y la Diputación de Cádiz y de Saba Danza S.L. Todo gira en torno a Cádiz y es importante reflejar el sentir de los gaditanos, aunque el equipo de esta Pepa sea de toda España, sí que predominan los gaditanos.

-¿Qué sensación le gustaría dejar en quien vea este montaje?

-El flamenco es corazón y libertad, y me gustaría que se apreciara el trabajo en equipo, el esfuerzo, la entrega y la buena energía que intentamos transmitir en cada función.

-Si cada época se pudiese asociar a un palo flamenco, ¿la Andalucía de hoy tiene más de seguriya o de bulería?

-Según desde dónde se mire...

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