Ha regresado a Cádiz y su música se ha llenado de la luz especial de la Bahía. "Luz sobre luz", resume Carlos Chaouen, uno de esos músicos que hace ya tiempo que lleva abriendo su alma a través de sus canciones. Psicólogo de formación y músico de vocación y por convicción, reconoce la utopía que hoy por hoy es pensar que un par de canciones pueden transformar el mundo. El artista llega esta noche a la sala El Tren con Fran Fernández como artista invitado y armado con las canciones de Respirar, su nuevo disco, que si bien no liberará a los pueblos oprimidos, al menos arranca alguna que otra sonrisa a quien lo escucha.

-Dice que Respirar es lo mejor que ha hecho hasta ahora... ¿Qué lo hace tan especial?

-Creo que es el disco más directo, por el modo de grabación, que ha sido más libre y sin la preproducción habitual. Simplemente, de la mano de J. Calderón y del talento de los músicos que tocaron, dejamos crecer las canciones... Es el disco más espontáneo en ese sentido. También creo que las letras son algo más vitales y menos oscuras...

-Es cierto que el álbum irradia luz, ¿refleja bien su situación actual?

-Creo que sí... Me fui a vivir a Cádiz y personalmente estoy en un buen momento. Luz sobre luz.

-En su música, ¿quién gana el pulso, el rock o el flamenco?

-Lo que más me gusta es el flamenco, pero claramente no intento hacerlo. La estructura de las canciones es rock-pop, que es lo que más ha influido en la manera de componer. Algún día haré un disco flamenco, pero aún hay mucho que aprender para eso...

-Con este disco le espera un abril muy andaluz...

-Siempre gusta tocar cerca de casa... Después de Granada tocaré en Córdoba y Almería acompañado de una banda de 'bandoleros gaditanos'. Y el mes próximo doblete en Cádiz.

-¿Cuánto pesa Andalucía en Carlos Chaouen?

-Verdaderamente creo que mucho, y me he dado más cuenta cuando he vuelto a vivir aquí. Los hechizos y el modo de ser andaluz son un modo de entender el mundo. Siempre me han dicho que en las canciones hay reflejos de modos expresivos e imágenes del sur, y la música-poesía andaluza me han influido decisivamente.

-Algunas de sus canciones son una llamada de atención a las personas, a todo lo malo que le estamos haciendo al mundo...

-Es que es increíble que con el grado de autoconocimiento y tecnológico que tenemos, el hombre sea la principal causa de sufrimiento y muerte para el propio hombre.

-En La luz que hay en ti le acompaña su hermana a la voz... ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar juntos?

-No lo podría definir como trabajar. Cantamos desde pequeños en casa, y simplemente pasó por el estudio, grabamos aquello relajadamente después de comer, de sobremesa... Solos con la guitarra y sin importar cómo saliese, porque de hecho hay partes en las que cada uno canta una letra distinta, y al final la metimos casi como reflejo de cómo nace una canción.

-Echando la vista atrás y haciendo un recorrido a su trayectoria, ¿qué es lo que le hace sonreír más?

-Casi todo, son muchas experiencias, viajes y anécdotas. Me reiría de mí mismo, creo que es el mejor modo de valorar lo que haces.

-¿Lo de la Psicología vino al ver lo que se le podía avecinar en el mundo de la música?

-No, de hecho acabé la carrera antes de grabar el primer disco. La Psicología estaba desde siempre, como la música, la anécdota de entonces fue empezar a grabar discos.

-El gran despertar de los cantautores fue en una época necesitada de libertades y casi se convirtieron en la voz del pueblo... ¿Podemos estar ahora en un momento 'necesitado' de cantautores que nos presten su voz?

-Los cantautores siempre están ahí: gente que hace canciones y las canta libremente. Las sociedades vuelven la vista a uno u otro lado en función de qué cosas creen necesitar en cada momento. Los que necesitan 'voz' son los reprimidos, los humillados y desheredados, que también están siempre ahí. En una entrevista en El País a la vuelta de uno de mis viajes a Palestina, me preguntaron si las canciones ayudaban a la paz de los territorios. Yo dije que, como mucho, a la paz de las almas, que los territorios se liberan con armas, no con canciones. Fui muy criticado por eso, pero aún espero el listado de países liberados o territorios independizados a base de canciones.

-Dicen que hay crisis en la música (como en todo), pero ahora que hay más grupos y artistas que nunca y que se las ingenian más que nunca para hacerse oír...

-En la música no hay crisis, la música tiene siempre buena salud. Hay crisis en las instituciones que quieren apoderarse de la música, y en la gestión de la misma. Hay crisis en la formación musical y en la apreciación de la belleza... Pero la música no puede estar en crisis, opera con el algoritmo de la felicidad.