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Adonis: "Intento convertir el mundo en un lugar más poético y humano"

  • Candidato desde hace años al Nobel de Literatura, el poeta sirio cree en un cambio real en los regímenes de los países de Oriente a partir de una nueva mentalidad que pase por dar una mayor libertad al pueblo

Hay personas que se conforman con mirar al mundo y convertirse en meros reproductores de todo cuando tienen ante sí; y hay personas -"poetas, casi siempre", según cuenta con complicidad el autor sirio Adonis- que proponen ir más allá y crear, entrar en la mente de sus lectores de una "forma vertical" e "intentar convertir el mundo en un lugar más poético y humano". Adonis, que ayer abrió oficialmente el Festival Internacional de Poesía de Granada con un recital en el Teatro Isabel la Católica, pertenece a esa especie de segunda categoría vital, la misma que le hace estar en permanente contacto con los problemas del mundo oriental y creer que cualquier cambio político pasa por un necesario cambio de la sociedad.

"El poeta debe, antes de nada, ser testigo que lo es verdadero y de lo que es engañoso y, con esa información, ocuparse del ser humano", explicó ayer Adonis a los medios de comunicación horas antes de su recital. Aunque vive desde 1981 en París, el poeta sigue muy de cerca las últimas revoluciones del mundo árabe como ejemplo de lo que puede llegar a significar la unión del pueblo, aunque considera "nefasta" cualquier tipo de injerencia de Occidente en ellas.

"Siempre he estado a favor del cambio en los pueblos árabes, aunque no sólo del régimen político, sino de la mentalidad, en muchos casos cercana a la Edad Media, sobre todo en lo concerniente a las libertades de la mujer, de los intelectuales, de los civiles... Los regímenes árabes actuales que son corruptos y se han escudado en la ideología para oprimir al pueblo deberían abolirse ya. El problema en muchas ocasiones está en que cuando se habla a los países árabes de revolución, el pueblo piensa en una revolución de la religión; aunque para hacer una revolución definitiva sería necesario cambiar esa mentalidad de esa sociedad. No se puede hacer la revolución si no se separa la religión de la cultura y del resto de aspectos de la vida. Estoy a favor de una revolución no violenta, ya que la violencia, además, trae consigo la injerencia de países extranjeros que normalmente siempre se mueve por sus propios intereses y va en contra del pueblo", apuntó Adonis.

En ese sentido, el poeta considera que la actuación de Occidente para resolver conflictos en países como Libia ha sido contraproducente y que ha terminado por coartar más aún al pueblo: "En Libia la injerencia exterior ha sido un fracaso absoluto. El régimen de Gadafi era totalmente condenable, pero era a los libios a quienes les correspondía destruirlo, no a los americanos ni a los europeos. En Bahrein, por ejemplo, el 80 por ciento de los habitantes está en contra del régimen. Allí, los occidentales, en lugar de apoyar la decisión del pueblo, han preferido apoyar al régimen porque no se trata ya de una cuestión de derechos humanos, sino de petróleo, porque Occidente lo que realmente defiende no es la libertad de los pueblos, sino sus intereses bien disfrazados para la opinión pública".

Y así, ante un panorama que se antoja bastante desolador y en el que, considera, los medios de comunicación modernos "se encargan a veces de manipular la realidad" y se convierte en una tarea "muy complicada" discernir qué es lo verdadero y qué lo falso, la labor del poeta con el ser humano es "una lucha" constante: "Un poeta siempre se pone de parte de los revolucionarios verdaderos".

Candidato desde hace varios años al Premio Nobel de Literatura, Adonis cree firmemente que los novelistas no tienen una gran influencia en la sociedad actual, "por muchos más lectores que un poeta que tengan". "Los novelistas pasan por la mente de alguien de una forma horizontal, superficial, influyen en los lectores consumidores. Los poetas influyen a los lectores creativos. Narrar el mundo es reproducir el mundo, y si lo que hacemos es reproducir la vida no hacemos nada real. El arte y la creación implican generar una energía productiva, y la poesía lleva consigo una visión propia y poética del mundo".

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