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Jesús Conde busca en una muestra la unión entre Granada y Tetuán

  • El pintor muestra en 'Los espacios olvidados' los nexos de unión sentimental de los paisajes a los dos lados del Mediterráneo en una exposición cargada de reflexiones sobre la búsqueda del otro

El Albaicín, la Alpujarra, Xauen o Tetuán tienen mucho en común: los mismos paisajes sentimentales, los lazos históricos... y rincones iguales. Eso es lo que ha procurado captar el pintor afincado en Granada Jesús Conde (Málaga, 1953) en la exposición Los espacios olvidados, una muestra de más de una treintena de cuadros que puede contemplarse desde ayer en la Casa de los Pisa, sede del Archivo Museo San Juan de Dios. Curioso que las ciudades marroquíes de Xauen y Tetuán fueran fundadas por moriscos granadinos. Los mismos que, una vez abandonado el Albaicín, fueron creando los pueblos de las Alpujarras.

"Quería hacer una exposición de pinturas como su fueran de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX", explica Jesús Conde, recordando la tradición de Mariano Bertucci, el pintor granadino que se marchó a Marruecos para fundar en Tetuán la Escuela de Bellas Artes, la única que existe en el país alauita. "Me di cuenta de que existen dos continentes diferentes cuyos paisajes producen la misma sensación de que si estuvieras en el Albaicín".

Jesús Conde conocía Granada a través de su pintura antes de verla personalmente e instalarse a vivir en la ciudad. "Vi el Albaicín en pintura antes de hacerlo en la realidad. Desde que llegué me di cuenta de que Granada era una ciudad muy pictórica", dice.

El pintor ha querido seguir la huella de los moriscos granadinos. "Al principio, la muestra iba a ser sólo en torno a Granada, pero me encontré con que moriscos granadinos fueron los que fundaron Xauen y Tetuán y decidí visitar esas dos ciudades", comenta el pintor. "Me di cuenta de que habían buscado la misma orografía y entonces vi que los paisajes a uno y otro lado del Mediterráneo producen la misma sensación: es como si estuvieras en un pueblo de la Alpujarra o el Albaicín".

¿Es esta muestra una reivindicación del Orientalismo del siglo XIX? "Bueno", responde Jesús Conde. "Pedro Galera mantiene la tesis de que los viajeros románticos del siglo XIX venían a Granada porque no podían llegar a los países de Oriente Medio. La pintura, aunque parezca tópica, transcurría en una filosofía de la búsqueda del otro. Granada fue el centro del Orientalismo, y es algo que yo también he pretendido hacer con mi pintura. Siempre he andado a la búsqueda del otro. Siempre me ha interesado visitar países como Siria, Líbano, Israel o el norte de África".

Jesús Conde retrata en sus cuadros, en su personalísimo estilo, rincones muy concretos y comunes entre los diferentes paisajes. "En Tetuán y Xauen buscaba sobre todo las medinas, los barrios judíos, lugares donde habita el olvido y la memoria al mismo tiempo. En esos rincones busco lo granadino. Son lugares sentimentalmente muy ligados entre sí. Tetuán, por ejemplo, parece la Alhambra en bajo. Xauen es muy granadina". La exposición podrá contemplarse durante todo el mes de junio y luego tendrá el horario de visitas de la Casa de los Pisa, uno de los lugares a los que Conde siempre ha estado ligado.

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