"Quiero creer que este segundo volumen le gustaría mucho a Enrique Morente". Si la primera publicación que la revista Boronía dedicaba al revolucionario del flamenco estaba trazada bajo el vacío y solemnidad que dejaba su muerte; un año después, la inspiración, la memoria y el futuro del cantaor sustentan el segundo volumen quesu director, Gabriel Núñez, presentó anoche en el Corral del Carbón.

Un nuevo trabajo, a todo color, alegre, que parte de la actitud de Morente para alinear el flamenco a todas las artes "sin miedos ni prejuicios". Miquel Barceló, Santiago Auserón, Joaquín Sabina, Lee Ranaldo (Sonic Youth), Emilio Barrachina, Daniel Alonso (Pony Bravo) o Fernando Vacas son algunos de los participantes de este especial que cuenta además con entrevistas a su hija, Soleá Morente, Israel Galván, Pepe Habichuela y Los Evangelistas, dando lugar a un recorrido por su vida mediante poemas, pinturas, grafitis, cómics y todo tipo de expresiones artísticas. "En el primer libro Enrique era el protagonista de una novela 'rara' presentada por muchas voces, con saltos de tiempo y estilo, ahora lo mostramos como inspiración. Es un libro más abierto, más libre, con menos miedo, el primer volumen estaba más dirigido", explica Gabriel Núñez.

Esta colección de sentimientos ofrecidos por los más de cien colaboradores que desinteresadamente han trabajado en el especial, es reflejo de un "Morente vivo". Es destacable la participación activa de la familia del cantaor, en especial Soleá Morente, entrevistada por Núñez al inicio de este segundo trabajo, como figura de herencia y futuro de Morente. Su viuda, Aurora Carbonell, también ha dejado sus impresiones en forma de arte plástico. Tras el fallecimiento del cantaor "ha sacado una vena artística, quizás a modo de catarsis", como cree Núñez. "Es muy bonito que la mujer que ha estado contigo toda la vida luego haga obras de arte basadas en todo lo que han vivido juntos", expresa. Además ha elegido junto a la familia fotografías personales para incluirlas en esta colección. También se pueden encontrar en la revista participaciones "inesperadas" como la del pintor Miquel Barceló, que envió los grabados originales dedicados a la memoria de Morente. Cuenta Gabriel Núñez que para hacer este tipo de proyectos la base es una lista de colaboradores inicial, pero luego el boca a boca hace que aparezcan impresiones inesperadas. "Como decía en el primer número el guitarrista Gerardo Núñez, Morente es el inventor de las redes sociales, antes de que existiesen, tenía ese don de poner en contacto a una gente con otra". A pesar de contar con importantes colaboraciones, también participan personas cercanas al músico que, junto a los artistas, necesitan expresar lo que de él aprendieron.

Aunque se trata de una revista cultural, los últimos números están especialmente dedicados al flamenco "de forma casual". El primer volumen se hizo con una necesidad de cubrir el vacío que había dejado Morente tan de repente, aunque el director de Boronía explica que también pensaron en la revista estimulados porque personalmente no les gustaba lo que se estaba haciendo, en Granada en particular, sobre la figura del cantaor tras su muerte.

A pesar de que la revista suele ser gratuita, Núñez confiesa que este volumen sí tiene estipulado un precio para cubrir los gastos de producción del trabajo ya que no se ha recabado ni la mitad de la financiación que esperaban por parte de las instituciones. En Granada no han encontrado ninguna vía que los subvencione, aunque el primer volumen sí fue apoyado por la Diputación . "Nos deja un sabor de boca amargo que sea en su tierra donde, no solo para presentarlo sino para financiarlo, no nos hayan apoyado", explica con "cierta decepción". Por ello, presentan una edición especial y limitada formada por el primer y segundo volumen juntos. Se puede adquirir por internet, y también de forma exclusiva en las presentaciones, juntos (25 euros) o por separado (15 euros).