Amancio Prada. Músico

"No sé lo que es la revista 'Rolling Stone', yo leo otras cosas"

  • El artista gallego presenta mañana en el teatro de CajaGranada su nuevo disco. '3 libertarios'.

Amancio Prada estrena mañana en Granada uno de los pocos espacios en los que todavía no ha cantado, el Teatro de CajaGranada. El artista Gallego presenta su penúltimo trabajo, 3 libertarios, donde pone música a las ocurrencias y divagaciones de tres personajes como Chicho Sánchez Ferlosio, Léo Ferré y Agustín García Calvo. Y no tardará mucho en regresar para cantar los poemas de Lorca dedicados a Galicia que acaba de estrenar.

-Dice usted que se siente como si tuviera 20 años. ¿Es un adolescente disfrazado?

-No sé si es ilusión, pero tengo la misma zozobra, angustias, miedos y alegrías que con 20 años, quizás más, porque la juventud está más poblada de melancolía que la edad adulta. Todos somos adolescentes, por no decir niños, en cuanto escarbamos un poco. Nos vamos poniendo máscaras y capas pero seguimos con los ojos abiertos mirando asombrados este mundo y todo lo que hay en él.

-¿Ha visto pasar muchas modas musicales durante estas casi cuatro décadas mientras usted permanecía inalterable en su camino?

-Es que la moda, si no pasara, no sería moda. Yo, como siempre he sido antiguo no he tenido problemas. Bueno, ponga mejor clásico, que queda mejor.

¿No ha tenido la necesidad vital o comercial de explorar otros caminos?

-No me lo planteo porque he vivido la canción como una forma natural de respirar, de estar en el mundo. Considero que tengo más de lo que necesito y, probablemente, más de lo que merezco.

¿Ser portada de 'Rolling Stone' no ha estado en su hoja de ruta?

-Pues casi no sé lo que es, leo otras cosas, como el último libro de Antonio Muñoz Molina, que me parece absolutamente necesario. Recuerdo que Muñoz Molina me trajo a cantar los Sonetos del amor oscuro al Isabel la Católica cuando trabajaba en el Ayuntamiento.

-Viene a Granada con un espectáculo en el que canta textos de tres libertarios como Chicho Sánchez Ferlosio, Léo Ferré y Agustín García Calvo. ¿Cantará el anti himno a Madrid de García Calvo?

-No, porque lo bueno de este himno es que no se puede cantar, que es lo que le tendría que pasar a todos los himnos. Con Chicho tuve mucha relación, hay muchos artistas como Joan Báez que han cantado canciones suyas, pero lo increíble es la gente anónima que canta canciones de Chicho pensando que son canciones populares.

-Viene mucho por Granada, ¿sus obras dedicadas a Lorca le han abierto las puertas de la ciudad?

-La primera vez que vine a Granada fue en el homenaje a Lorca en Fuente Vaqueros, a principios de los ochenta, a las cinco de la tarde, pero he venido más veces de la mano de San Juan que de la Cruz que de Lorca. El Cántico espiritual lo he cantado en el Auditorio Manuel de Falla, en la Plaza de las Pasiegas, en el Monasterio de San Jerónimo...

-¿San Juan de la Cruz se puede considerar un poeta erótico?

-La poesía de San Juan de la Cruz es más carnal que espiritual, un místico es un enamorado de Dios pero no tiene más palabras para expresar ese deseo que las palabras humanas, las mismas con las que dos adolescentes se declaran su fuego una tarde: Adonde te escondiste amado y me dejaste con un gemido (...) gozémonos amado y vamonos a ver en tu hermosura.... Pues eso.

-Esa declaración se la harán los jóvenes en el barrio de Salamanca...

-No, no, los del barrio de Salamanca son más cursis que los de los arrabales, que es donde conviene morar. Pero, a su manera, quieren decir, queremos decir eso, nosotros sólo acertamos a balbucearnos lo que los poetas dicen tan limpiamente.

-Cantó con Brassens, que sacaba un disco y se tiraba tres meses en un teatro y con las entrada agotadas todos los días. ¿Le daba envidia el cantante y el país?

-Claro, yo tenía unos veinte años cuando canté con él durante tres semanas en la primera parte del concierto. Brassens cantaba sólo tres meses porque él paraba, y ver todo este tiempo el teatro lleno con la gente atenta y permeable a las canciones nuevas que iba sacando era de admirar.

-Acaba de estrenar en Madrid los seis poemas gallegos de Lorca y su elegía a Rosalía de Castro, una parte de su obra que incluso en Granada ha pasado desapercibida...

-El 11 de junio voy a Nueva York a dar un concierto dedicado en exclusiva a Lorca donde cantaré estas canciones además de los Sonetos del amor oscuro. Lorca llegó a Galicia muy temprano, con 17 años, en un grupo selecto acompañado de sus profesores. Fue a Santiago de Compostela y se acercó al panteón de gallegos ilustres que había inaugurado Rosalía de Castro y le llevó unas flores, lo que demuestra la admiración tan temprana de Lorca por Rosalía, a la que años después intentó organizar un homenaje en Santiago que no se puedo llevar a cabo por diferente motivos.

-Dice usted que el amor eterno dura cinco años, un estudio dice que la felicidad dura 23 segundos... ¿Lo único que perdura son las buenas canciones?

-Me parece una exageración contar lo que dura la felicidad, uno es feliz a ratos. Lo bueno de una canción es que la puedes repetir y además tiene la resonancia del reconocimiento.

-Porque a los cantantes les aplauden cada tres minutos al final de la canción y a otros, como los actores, les aplauden al final de una obra de tres horas. Y eso con suerte...

-Y a los médicos no les aplaude nadie. Los artistas tendríamos que devolver el dinero si el espectador no queda contento.

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