Julia Navarro. Novelista

"Es una majadería lo de escritor de 'best sellers"

  • La autora de 'Dispara, que yo ya estoy muerto' conversó ayer con Benjamín Prado en el Manuel de Falla ante cerca de un millar de entusiastas lectores

Julia Navarro sostiene que le encanta el contacto con sus lectores, con lo que ayer vivió un gran día con los cerca de un millar de espectadores que acudieron al Auditorio Manuel de Falla para escuchar su charla con Benjamín Prado. Aunque tiene millones de seguidores, confiesa poco antes del acto que está un poco "asustada", sobre todo por "el respeto que tengo a los lectores de poesía, que son muy especiales y tienen un alto nivel de exigencia".

-¿Qué hace una novelista como usted en un Festival de Poesía como este?

-Eso mismo me pregunto yo, pero Benjamín Prado es el que me ha convencido y aquí estoy.

-En 'Dispara, que yo ya estoy muerto' toca el conflicto palestino-israelí y asoma de alguna manera su etapa como periodista en el sentido de dar la versión de las dos partes...

-Es una novela de personajes llenos de claroscuros y poliédricos, que es como me gustan a mí como lectora. He elegido un escenario que es el de Oriente Medio, pero no es una novela histórica, es una novela sobre unos personajes que se encuentran en un lugar y en un momento determinado, cuido mucho el escenario, pero lo importante es lo que les pasa a ellos.

-Resumiendo, esta novela no la convierte en una especialista en Oriente Medio...

-No, sólo muestro la lucha de unos personajes contra sus circunstancias. Y como yo no soy determinista hago una reflexión de la lucha del hombre contra las circunstancias. Creo que, desde que tenemos uso de razón, comenzamos a soñar sobre cómo queremos que sea nuestra vida y lo que intentamos en esa persecución de la vida es modificar nuestras circunstancias.

-Su película preferida es 'Casablanca', el gran ejemplo más claro donde los personajes están por encima de la historia. ¿Ese es su patrón?

-Por supuesto, cuando me preguntan si escribo novela histórica siempre respondo categóricamente que no, yo escribo pequeñas historias de personajes a los que subo en un marco histórico, pero lo importante es que les pasa.

-¿Pequeñas historias en más de mil páginas?

-Son dos sagas familiares, una judía y otra palestina. A mí no me preocupa escribir largo, las novelas no son ni largas ni cortas, simplemente interesan o no interesan. Hay novelas y libros de cincuenta páginas que pueden ser insoportables y larguísimos, y otros que tienen 1.500 y se te hacen cortos. Yo no pagino cuando escribo, así que no me entero de cuánto he escrito hasta que no he terminado la novela. Eso me permite escribir con una enorme libertad y no estar abrumada si voy por la página 800 y hay que terminar ya.

-¿Le presiona la editorial cuando han pasado ya dos años de su última novela para que les entregue un manuscrito?

-En absoluto, yo firmo mis contratos con la editorial sin fecha de entrega, es decir, ellos saben perfectamente que yo necesito mi tiempo, ni siquiera me exigen una fecha aproximada.

-¿La única presión es la de los lectores que se le acercan para preguntarle cuándo va a sacar un nuevo libro?

-Los lectores, cuando vienen a que les firme el libro que acabo de sacar, siempre me preguntan que para cuándo el próximo. Y necesito tiempo, no puedo escribir un libro todos los años, el tiempo y el espacio es algo que no marco, que no están presentes cuando estoy escribiendo.

-Si se hace un repaso por titulares de prensa hay una continua lucha contra el tópico de 'autora de best-seller'. En una ocasión dijo que lo suyo no tiene nada que ver con Dan Brown...

-Es que lo de escritor de best seller me parece una majadería, yo escribo libros y luego los lectores deciden si los compran o no. De manera que yo escribo libros, y punto. Que se vendan o no depende de los lectores y afortunadamente yo he vendido mucho.

-'Ocho apellidos vascos' es un éxito sin precedentes en taquilla pese a que el crítico de cine más famoso del país la despellejó en su estreno. ¿Se ha llevado usted algún arañazo?

-La crítica ha sido muy benevolente conmigo, no me puedo quejar, pero el veredicto más importante es el de los lectores, ellos tiene la última palabra.

-¿Triunfar en este país está mal visto a no ser que te llames Amancio Ortega?

-En España siempre hay alguien que te busca un pero, es una buena novela pero...

-Cuando trabajaba como periodista, ¿uno de sus promesas de comienzo de año era dejarlo todo y dedicarse a escribir?

-No, eso es algo que me encontré en el camino, leí una noticia en el periódico que fue el desencadenante de La hermandad de la Sábana Santa y ahí empecé a escribir, pero nunca me había planteado escribir novela.

-¿Echa de menos el periodismo, escribir algo que dos días después está en la jaula del canario?

-No, nunca miro al pasado, no me veo haciendo nada que no sea escribir novelas. No soy nada nostálgica, aunque reconozco que nuestra clase política actual no es para tirar cohetes. El periodismo está pasando una grave crisis, creo que fue un error colgar los periódicos de manera gratuita en internet porque, ahora, los lectores no quieren pagar. Los empresarios pensaron que así podrían fidelizar a los lectores y que luego comprarían esos contenidos en internet, pero la jugada ha salido al revés.

-Dice que sólo le interesa el futuro. ¿Si le dieran una máquina del tiempo no retrocedería para conocer a Jesucristo como la gran mayoría?

-Si tuviera que hacer un viaje en el tiempo lo haría al futuro.

-¿Se atrevería con una novela de ciencia-ficción?

-Creo que no tengo tanta imaginación, per nunca se puede decir de este agua no beberé.

-Vivió usted el Golpe de Estado del 23-F en primera fila como periodista. ¿El Follonero es para usted un genio o un depravado de la comunicación?

-No contemplé el programa, pero hay cosas sobre las que no se debe frivolizar, y esta es una de ellas. Soy de las que piensan que en la vida no vale todo, cada uno hace periodismo como quiere, pero hay cosas que no me gustan y no juzgo a nadie, aunque insisto en que hablo de oídas.

-Después del éxito demoledor de la serie de televisión de 'El tiempo entre costuras', de María Dueñas, ¿no se le ha acercado ninguna televisión para llevar a la pequeña pantalla alguna de sus novelas?

-Sí, hay una productora que se ha interesas en ellas, pero tenemos un problema porque son muy caras de llevar a la pantalla.

-En el caso de una adaptación, ¿sería usted capaz de desentenderse del guión?

-Dejaría que adaptaran mi novela, pero con unas ciertas garantías de que el libro fuese reconocible.

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