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Cuerdas de tela y papel

  • Encuentro con el público a un mes para despedir la muestra 'Títeres. 30 años de Etcétera'

En un rincón del bosque de los sentidos del Parque de las Ciencias, un indócil y algo gruñón violinista esperaba ataviado con su pajarita y sombrero nuevo para evitar las quemaduras del sol a cincuenta personas que escucharán sus notas de despedida. Como si de una boda campestre se tratase, las instituciones, el público y los medios de comunicación desayunaron ayer en este escondite sobre una mesas de madera totalmente diseñadas con productos locales: unas cerezas rojas de Güéjar Sierra cortadas por un amigo del violinista y cestas con un rico pan ecológico de Dílar.

Pero los protagonistas de este ambiente fueron los niños. Sonrisas, preguntas al oído de sus padres y ojos iluminados ante las pequeñas marionetas que asomaban entre los setos. La comisaria de la exposición, Yanisbel Martínez, fue la voz de la gran estrella de la exposición, ya que el títere, emocionado, no pudo ni pronunciarse. "En 33 años de historia de la compañía esta exposición es una de las experiencias más hermosas que hemos tenido", señaló Yanisbel. El maestro violinista se emocionó al recordar todo lo vivido durante estos dos años y recordó que "los niños han sido los que más alegrías nos han dado y es que algunos de ellos, incluso, quieren ser titiriteros. Éste es el mejor premio que puedo recibir". "Yo no soy más que un títere de cartón, tela y tornillos con un violín", declaró.

Dos años de exposición con un total de 1.700 pases y más de 800.000 personas que han visitado a estas marionetas tan vivas. Muchos se preguntan por qué estos títeres están expuestos en un museo de ciencia. La comisaria les sacó de dudas diciendo que "el títere es un ser por naturaleza multidisciplinar y poliforme, en diálogo con muchísimos saberes y conocimientos". Igualmente, en este cuadro tan curioso se mostró al último títere de la compañía, tan tímido y tan formal que no fue hasta ayer cuando se presentó en sociedad. Es el alma del pueblo, Julián, enchaquetado y en la sombra del maestro violinista.

Al encuentro asistieron algunas personalidades de diferentes instituciones como la delegada del Gobierno de Andalucía, Sandra García, que calificó esta exposición como "un gran modelo porque mezcla la tecnología, las ciencias y también las artes". Asimismo, afirmó que la formación es "el mejor ejemplo de titiriteros que se puede tener". Recordó también que este "arte tan tradicional no debe quedar en el olvido y compañías como la de Etcétera rescatan de la historia a grandes personajes que han contribuido en esta magnífica disciplina: Lorca, Falla y Hermenegildo Lanz, entre otros".

El nieto de éste último, Enrique Lanz, es "el alma de la compañía", según la delegada, y dirige este gran grupo desde hace más de tres décadas. "Siempre estoy escondido: o detrás de las cámaras o detrás del títere", confesó Lanz. Como todos los que intervinieron ayer, aprovechó el final del discurso para una ronda de agradecimientos tanto al Consorcio del Parque de las Ciencias como a todas las instituciones que han participado así como al público: "A todos esos visitantes que nos han dado su cariño y nos animan cada día a intentar, al menos, que haya otros treinta años más de Etcétera".

Con la obra de Vittorio Monti, Czardas, el maestro violinista se despidió de su público granadino. Sin embargo, el "desayuno escénico" no acabó así. Para sorpresa de todos, el propio títere anunció que se quedaba. Sí, el violinista seguirá en el Parque y abandonará a la compañía. Una oleada de aplausos apaciguó el desconsuelo de la comisaria de la exposición al conocer la noticia. "Estoy tan feliz en el museo que me quedo a vivir para siempre aquí", declaró el propio títere.

Sólo queda un mes para decir adiós a esta simpática y exitosa exposición, pero el camino de la formación de actores animados se prolonga mucho más allá. En septiembre volverán al Teatro Real de Madrid con Pedro y el Lobo. A partir de ahí seguirán por varias ciudades españolas: Vitoria, Zaragoza, Getafe, y darán el salto a otros países.

Mientras tanto, en agosto continuarán las tres sesiones diarias de Demostraciones de movimientos de títeres, de martes a sábados desde las 11:15 hasta las 17:15 horas, y sólo contarán con dos sesiones los domingos y los días festivos.

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