Sevilla

'La educación de la Virgen', símbolo de su compromiso con la cultura

  • La restauración de la obra de Velázquez, que iba a presentarse ayer, era una apuesta personal del banquero.

Antes de que se conociera la noticia de la muerte de Emilio Botín, la Sala de Arte de la Ciudad Financiera de Madrid, en Boadilla del Monte, se preparaba para lo que iba a ser un día de fiesta: la presentación a la prensa de La educación de la Virgen, posiblemente uno de los hallazgos recientes más importantes de la Historia del Arte, un cuadro que arroja nuevas luces sobre los comienzos de Velázquez y que se mostrará al público madrileño hasta el 8 de octubre, antes de viajar a Sevilla, donde protagonizará una de las exposiciones más destacadas de este otoño. Este óleo que el maestro hispalense debió de pintar entre 1615 y 1617 en el taller de su maestro Francisco Pacheco ha recobrado su esplendor, pese al notable estado de deterioro en el que se encontró la pintura, gracias a una restauración que se ha podido emprender con el mecenazgo de Santander Universidades.

La exhibición de La educación de la Virgen -que en Sevilla estará en el Espacio Santa Clara del 15 de octubre al 15 de enero, en una muestra que divulgará las claves de un estudio que ha concluido la autoría de Velázquez y que entre otras piezas contará conel lienzo del mismo título de Juan de Roelas, en el que Velázquez se inspiró- se apreciará en estos días como un símbolo de los fuertes vínculos que Emilio Botín mantuvo siempre con el universo de la cultura. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, explicó ayer a los periodistas que la restauración había sido posible gracias a la visita a Yale de una de las hijas del presidente de la entidad bancaria, Paloma Botín, a la que le enseñaron un cuadro que fue donado a la facultad en 1925 y que pese a los daños sufridos parecía proceder de la paleta del genio sevillano. "Le preguntaron si era posible que el Banco Santander participara en la restauración. Paloma habló con su padre y la respuesta fue que sí", comentaba ayer Zoido, que lamentó la pérdida de Botín, "artífice de que ahora podamos estar todos reunidos alrededor del primer cuadro de Velázquez".

El fallecimiento del banquero le ha impedido ver culminado su proyecto estelar en materia de cultura, el ambicioso Centro Botín, un espectacular diseño del arquitecto Renzo Piano que abrirá sus puertas el año próximo en Santander, como tampoco podrá asistir ya a la muestra Goya, orden y desorden, que el 12 de octubre se inaugurará en el Museo de Bellas Artes de Boston y que respalda el Banco Santander.

Este interés por el arte se advierte en la colección Santander, que reúne más de 1.000 piezas y que abarca entre diversas disciplinas pintura española desde la Edad Media hasta la actualidad, además de autores flamencos, italianos o franceses de los siglos XVI y XVII.

Traduciendo su actividad en algunas cifras, la Fundación Banco Santander, consolidada como una de las instituciones más prominentes en cuestión de mecenazgo, organizó el pasado año 14 exposiciones que obtuvieron más de 494.734 visitantes, se impartieron 45 conferencias que congregaron a casi 6.000 asistentes y promovió concursos universitarios que registraron 14.480 participantes. Además, se editaron 17 publicaciones con una tirada de 16.000 ejemplares y se apoyaron 53 instituciones culturales, medioambientales y científicas con las que colabora la fundación, que entre sus fines se marca "hacer más accesible el arte al público", colaborar en el acercamiento "entre el mundo humanístico y el científico" o recuperar "la memoria en el arte, la literatura y la historia", así como "tomar el pulso a la actualidad" a través del debate.

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