Al tiempo que la moda, de la mano del couturier francés Hubert de Givenchy, entra en el mismísimo Museo Thyssen-Bornemisza, el Teatro Alhambra de Granada muestra el fondo de armario del Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía (CDAEA) para mostrar que la alta costura no es territorio exclusivo de las pasarelas. Andalucía viste su escena consta de 31 reproducciones de bocetos enmarcados y seis maniquíes con ropa original de diferentes compañías y montajes. Entre los creadores que participan en la muestra está Franca Squarciapino, que se alzó con el Oscar en 1990 por su trabajo en Cyrano de Bergerac. "El vestuario es del material del que están hechos los sueños, es el duende que trabaja mientras que los actores sueñan", señaló ayer en la presentación Lola Vargas-Zúñiga, directora del CDAEA, que estuvo acompañada por Ana Gámez, delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta.

En la exposición se pueden contemplar trajes y complementos originales, así como apuntes y figurines de Jesús del Pozo -autor del cartel de la exposición- Miguel Ángel Butler, Maite Álvarez, Manuel Nieto, Rosa María Martínez o Yvonne Blake. Los objetos originales y diseños corresponden a obras como la coreografía La muerte, del bailarín José Antonio para la Compañía Andaluza de Danza en 1998; Orgía, de Pier Paolo Pasolini, producida por el Centro Andaluz de Teatro (CAT) en 1992; o Viento contra viento, también del CAT sobre textos de Rafael Alberti en 1991.

"El objetivo de la exposición es sacar a la luz uno de los oficios del teatro más significativos, la creación de un vestuario, que es lo que da un carácter a la obra", afirmó Vargas Zúñiga, que defiende que la caracterización tiene una importancia clave, aunque sea un oficio que pasa desapercibido en el conjunto de la obra. "Lo que nosotros defendemos con esta exposición es que la confección de un vestuario teatral requiere grandes dosis de talento y exige que sean artistas, caso de Pedro Moreno, que tiñe sus propias telas para cuidar hasta el mínimo detalle", continuó la responsable de un centro que custodia más de 47.000 documentos y que podría ser la "génesis" de un futuro Museo Andaluz de las Artes Escénicas.

Así que, entre todo este material, Lola Vargas-Zúñiga ha intentado reflejar la variedad de conceptos y de vías de investigación, desde el esquematismo de Raúl del Pozo a diseños totalmente barrocos. En resumen, Andalucía viste su escena muestra cómo surge la idea a través de los bocetos y cómo se confeccionan los trajes que llevarán los actores función tras función, todo esto completado con un audiovisual que refleja extractos de las obras para ver cómo funcionaban en escena las creaciones.

Por su parte, Ana Gámez destacó que "no hay mejor espacio que este teatro granadino en el que los textos dramáticos cobran vida cada temporada para alojar esta interesante muestra en la que se hace un recorrido por el trabajo de diseñadores que tienen una gran trayectoria dentro del teatro andaluz", explicó la delegada, que destacó que la exposición se centra fundamentalmente en reproducciones de diseños de vestuario para espectáculos de teatro y danza realizados en Andalucía, restando especial atención a las últimas décadas. "A través del vestuario se presenta a los artistas, se refleja la época, la condición social, las características del personaje, el ambiente de la obra e infinidad de matices que de otro modo sería prolijo explicar o se escaparían a los ojos de los espectadores", prosiguió Gámez, que detalló que el objetivo de la exposición es ofrecer una "breve panorámica" de la realidad y la importancia del diseño del vestuario en los escenarios andaluces.

Los espectadores que acudan a la próxima función en el Teatro Alhambra, Los Mácbez, tienen un acicate para bucear en el programa de mano y, además del trabajo de Carmen Machi en escena, valorar el vestuario de Beatriz San Juan.