Es mencionar el nombre de Jorge Javier Vázquez y algunos tuercen el gesto, como si un repentino olor a azufre hubiese entrado de súbito en la habitación. Pero lo cierto es que el presentador de Sálvame, que revolucionó el periodismo rosa con Aquí hay tomate, pasa por ser una de las cabezas mejor amuebladas de la pequeña pantalla, algo que no discuten ni sus más firmes detractores. Y en vez de montar un gastrobar, como haría cualquier rostro conocido, se ha embarcado en el mundo del teatro con la producción del musical Miguel de Molina al desnudo, un recorrido por la vida del hombre que transformó la copla y que se tuvo que exiliar en su doble condición de republicano y homosexual. La obra, protagonizada por Ángel Ruiz y dirigida por Juan Carlos Rubio, llega mañana a las tablas del Teatro Isabel la Católica (20:30 horas, entradas de 12 a 20 euros).

-En esta obra se da un caso único, el productor es uno de los principales alicientes para el espectador…

-He participado activamente en la puesta en marcha de la obra, pero no soy el protagonista. Y si realmente es un aliciente que yo sea el productor para que el público vaya a ver Miguel de Molina al desnudo, bienvenido sea, porque así tienen la oportunidad de conocer a un personaje fascinante interpretado magníficamente por el actor Ángel Ruiz.

-Y para su debut elige la simbólica figura del cantante Miguel de Molina, torturado y obligado a exiliarse acusado de republicano y homosexual. Esta historia, aunque más trágica, es también familiar en Granada…

-Sí, son historias lamentables que forman parte de la memoria histórica del país. Es un personaje, como tantos, lleno de amargura, contradicciones y conflictos que sufrió durante toda su vida las consecuencias de la guerra. Pero desde el principio tuvimos claro que la obra se debía estrenar en Málaga, la ciudad natal del artista.

-¿España se ha curado, en términos generales, de la homofobia?

-No, es cierto que se ha avanzado, pero estoy convencido de que hay chicos en España que siguen sufriendo la homofobia.

-Dirige una escuela de canto, ¿se ve protagonizando una obra?

-Siempre me ha gustado el teatro y una de mis asignaturas pendientes era hacerlo yo, pero no sé si me voy a atrever algún día, lo veo cada vez más difícil y no tengo edad de empezar. Creo que algún día lo haré, pero con el nivel de trabajo que tengo en la televisión tendría que ser algo esporádico.

-¿Un musical sobre Belén Esteban sería un éxito de público?

-Es un personaje con mucha fuerza y muy querido por el público y quizás con un buen guión podría hacerse un musical de éxito, pero en teatro, como en cualquier otra disciplina, nunca se sabe lo que puede o no tener éxito.

-Dicen que el negocio de la cultura es una ruina y usted se embarca en una escuela de canto y en un espectáculo teatral. ¿Su asesor financiero está de vacaciones?

-Las personas que producen teatro en España son héroes. Lo mío no tiene mérito porque tengo el apoyo de la televisión para publicitar mi obra.

-Es curioso que muchos intelectuales de este país abominen de 'Sálvame', pero siempre ponen la apostilla de que su presentador es una persona muy inteligente. ¿Le han hecho sentir en el medio televisivo como el malo de una película de James Bond?

-No, yo me siento muy bien haciendo el programa que hago, me enorgullezco de mi trabajo y del que realizan cada día mis compañeros.

-Woody Allen decía que la palabra más bonita del mundo es ir al médico y escuchar "es benigno". En su caso, ¿la palabra 'share' es más dulce que amor?

-El amor, por supuesto. El share es un amante caprichoso. Y esa es la gracia también, que está sujeto a veleidades.