Actual

El hispanista en su salón de té

  • La Casa de Gerald Brenan reabre sus puertas en Churriana, Málaga, con un seminario sobre Julio Caro Baroja como agente 'descentralizador' de la cultura

Después de largos de meses de incertidumbre respecto a lo que terminaría dando de sí, la Casa de Gerald Brenan reabrió ayer sus puertas en la calle Torremolinos de Churriana, en Málaga, espléndidamente reformada y equipada para su nueva andadura, como centro cultural propio, definido y singular.

La inauguración constituyó una ocasión de alto copete, con una amplia representación de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Francisco de la Torre, así como de las 'fuerzas vivas' de la cultura malagueña y una nutrida presencia de vecinos del distrito que quisieron, tal y como correspondía, hacer suya la mansión de su antiguo vecino desde el primer minuto.

Ciertamente, el nuevo centro cultural, que dirige la periodista y escritora Silvia Grijalba, presenta las hechuras propias de una instalación contemporánea para la divulgación del conocimiento y el debate literario, pero a la vez respeta las señas de identidad esenciales de la vivienda consagrada a mayor honor, tal y como reza el viejo letrero de cerámica en su fachada, de la Reina de los Ángeles. El mobiliario, con sillas de anea y piezas de regusto antiguo, corresponde a una filosofía rural alentada por los artesonados y los suelos hidráulicos; y, al mismo tiempo, los libros y fotografías cedidos por la Fundación Gerald Brenan de Alhaurín El Grande y el Instituto Municipal del Libro, así como los particulares Carlos Pranger y Manuel Castillo, subrayan en las estancias una impresión aún más doméstica.

La Casa de Gerald Brenan responde de esta manera a las exigencias de las que debe hacer gala una infraestructura como la suya en el presente sin menoscabo, en honor a su antiguo propietario, del ambiente en el que el hispanista se habría sentido a gusto; su luminosidad, sus muros y el silencio que la rodea invitan a la conversación en tono distendido y amistoso, en una mesa camilla, con brasero para el invierno y, si puede ser, una estupenda bandeja de borrachuelos.

La puesta de largo de la Casa de Brenan no se resolvió ayer con un simple descorchar de botellas, sino con actividades en mano. Justo después del acto presidido por el alcalde comenzó el seminario Gerald Brenan y su mundo, cuya conferencia inaugural pronunció el periodista y ensayista Tom Burns Marañón, mientras que ya por la tarde hicieron lo propio el poeta, traductor y albacea de Brenan Carlos Pranger, el periodista y escritor Alfredo Amestoy, el cronista oficial de Churriana Cristóbal de Churriana, el hispanista Ian Gibson y el cantaor Juan Pinilla, que ofreció un recital con las coplas populares recopiladas por Brenan.

Hoy, a partir de las 10:30, se celebrará otro seminario en homenaje a Julio Caro Baroja (otro vecino ilustre de Churriana, cuya influencia fue decisiva para que Brenan decidiera instalarse aquí) por su centenario con Luis Alberto de Cuenca, Pío Caro Baroja, Carmen Caro Baroja, Antonio López y Fernando Sánchez Dragó.

Durante su intervención, Francisco de la Torre afirmó que la Casa de Gerald Brenan inicia ahora "un camino sólido" que, bajo la dirección de Silvia Grijalba, "tiene garantizada su continuidad más allá de este primer seminario". Para tranquilidad de la Casa, eso sí, el alcalde dejó constancia de que esta continuidad tendrá su correspondiente traducción en los presupuestos municipales de 2015. De hecho, la agenda de proyectos que maneja Grijalba para el centro permite desarrollar una programación completa hasta finales del años que viene, con la literatura y la música como argumentos esenciales, aunque no únicos.

Grijalba, por su parte, insistió en que la Casa de Gerald Brenan es un proyecto "de largo recorrido" y celebró que el Ayuntamiento de Málaga "se comprometa también con iniciativas modestas aunque igualmente necesarias".

La directora de la institución señaló dos directrices esenciales a la hora del diseño de la programación: por una parte, un ánimo descentralizador que multiplique la oferta cultural en Málaga más allá del centro; y, por otro, una naturaleza cosmopolita que, a imagen y semejanza de Gerald Brenan (quien vivió en esta casa desde 1935 hasta 1970, salvo los años de la Guerra Civil), aúne lo más internacional y lo más local, y que siente en la misma mesa las aportaciones de la amplia población británica que reside en la Costa del Sol con las de los vecinos de Churriana.

Para conseguirlo, Grijalba apuesta por "hacer producciones propias en las que participen músicos y escritores británicos con otros malagueños", y por ofrecer un amplificador a las voces culturales del distrito. Así, el 14 de noviembre se reunirán los vecinos que conocieron a Brenan para dar cuenta de sus recuerdos. En su propia casa.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios