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Ángel Doblas salta esta noche a la arena en Planta Baja

  • El nuevo proyecto del ex de TNT se pone a prueba en los sótanos con un quinteto que insuflará vida a unas canciones con alma rockera.

Ángel Doblas es un tipo valiente que no se achica ante los retos. Es así en su vida, y emprende un nuevo negocio en tiempos adversos, y es así en su faceta musical, pues tras más de treinta años viviendo en primera persona y en primera línea la escena del rock granadino, se embarcó en su primera aventura en solitario.

Apenas hace unos meses estrenó en un recinto más suntuoso las canciones de Los Días Van Pasando, el primer álbum en el que bajo el nombre de Doblas asume casi por completo el papel protagonista.

Para los no familiarizados digamos que fue fundador de los pioneros TNT en 1978, cuando aquí la palabra punk apenas la habían oído cuatro viajados, que entró en la formación de los últimos 091 en los ochenta, que fue el artífice de los olvidados Love & Hate o que, más recientemente, practicó la fusión entre quejíos flamencos y guitarrazos de distorsión en Quäsar junto a su antiguo compinche Jesús Arias.

Pero efectivamente los días van pasando y ahora viene a tocar viejo rockandroll, del que no necesita ni prefijos ni sufijos, el que contiene un álbum valiente y honesto, sin trucajes surgido simplemente de la necesidad de expresarse y del empeño en hacerlo.

El disco fue grabado por Ángel prácticamente en su totalidad, no solo tocando casi todos los instrumentos en su estudio sino incluso ejerciendo al mismo tiempo las labores propias de los técnicos, la grabación y la producción.

Así ha conseguido un sonido muy granadino de la vieja escuela, que llevará al directo junto a la batería de Joaquín Vílchez, su viejo compañero de viaje en TNT, el bajo de Fran Salas, miembro de algunos grupos actuales que heredan sin complejos la mejor tradición del rock hecho en Granada, los teclados de Manolo Castillo y la otra guitarra de José A. Bajar.

Un quinteto que insuflará a bue seguro la vida y el dinamismo a unas canciones de vocación rockera, hijas de The Clash, de Ramones, de The Kinks, aunque surgieran en la probeta del estudio, grabándose pista a pista.

Para su confección Ángel Doblas echó mano de cosas que tenía grabadas en viejas cintas de casete, y tras una importante criba, pues confiesa que tuvo que elegir entre más de una cuarentena de temas, acabó quedándose con muchas de las más recientes para completar el disco.

Esta noche, entre las paredes de un sótano con solera, les llega la hora de adquirir la condición de rock canalla tocado por un grupo, como corresponde a su naturaleza.

Como afirmaba el propio Doblas, nadie sabe cual será su recorrido, pero podrá estar orgulloso de haberlas dejado crecer fuera de los bocetos donde quedaron estuvieron ocultas mucho tiempo.

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