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Julio Alfredo Egea cede su legado literario a la Biblioteca de Andalucía

  • El material resume la actividad literaria de 70 años de un autor que dirigió el primer homenaje impreso a Federico García Lorca

El poeta Julio Alfredo Egea, director de la revista Senda que en 1946, en la época más gris del franquismo, se atrevió a publicar el primer homenaje a Federico García Lorca, oficializó ayer la cesión de su legado a la Biblioteca de Andalucía. "Es mi vida", señaló el autor almeriense que ha desarrollado gran parte de su actividad literaria y cívica en Granada. Los documento incluyen manuscritos originales de sus obras, correspondencia literaria con otros importantes autores, recortes de prensa, documentos personales, fotografías, cariñosas dedicatorias, cartas de escritores como Miguel Delibes o Vicente Aleixandre o telegramas y tarjetas de comunicación de los premios literarios que ha ganado a lo largo de su trayectoria, como el Miguel Ángel Asturias, del Círculo de Escritores Iberoamericanos de Nueva York, el Premio José Hierro o el Escudo de Oro concedido por la Junta de Andalucía.

Con este gesto, Julio Alfredo Egea sigue el camino de Rafael Guillén, que hace un año decidió donar su legado literario a la Biblioteca de Andalucía desoyendo los cantos de sirena de otras instituciones. "Era necesario, al final de una trayectoria, reunir mi obra para dejarla al cuidado de la Biblioteca y ponerla a disposición de los interesados", explicó el autor de Piel de toro, que resaltó que, mientras que otras instituciones guardan estos libros en un cajón, "aquí seguirán viviendo".

En cuando a los ejemplares más especiales de su biblioteca, Julio Alfredo Egea duda un segundo aunque reconoce que la mayoría tratan sobre humanismo y naturaleza. Estudió Derecho en Granada, carrera que nunca pensó en ejercer desde que descubrió que existen los jefes, los horarios y las oficinas. Por eso recalca que ha vivido de la poesía, lo que le ha llevado, de paso, a recorrer el mundo entero. "Puse una granja de pollos y la gente me decía que era para vivir de la pluma", ironizó el escritor que define su poesía como "la traducción, a través de la sensibilidad del poeta, del asombro cotidiano de ir descubriendo la vida, los seres y las cosas desde la niñez".

El autor de Los regresos estuvo acompañado en el acto de cesión de su legado por Ana Gámez, delegada de Educación, Cultura y Deporte, y por el director de la Biblioteca de Andalucía, Javier Álvarez. "Es indudable el valor patrimonial de este legado que entraña una incuestionable importancia histórica, documental y bibliográfica en el marco de la cultura andaluza", explicó Gámez antes del acto oficial que tuvo lugar en la sala Val del Omar.

Con más de cuarenta títulos en su haber, la trayectoria literaria de Julio Alfredo Egea está compuesta por diferentes géneros entre los que destaca una amplia obra poética que ha sido recogida recientemente en los cuatro volúmenes de Obras Completas editados por el Instituto de Estudios Almerienses.

La Biblioteca de Andalucía atesora otras donaciones o cesiones como las bibliotecas de Luis Rosales, José Luis Cano, Antonina Rodrigo y Eduardo Pons Prades, los fondos de Antonio Gallego Morell o la colección de Nicolás López Díaz de la Guardia centrada en la figura de Ángel Ganivet. La Biblioteca de Andalucía ha recopilado hasta el momento más de 300.000 ejemplares en diferentes soportes, procedentes de adquisiciones selectivas de obras de temática y autores andaluces y del procedimiento de depósito legal de todo los impreso, editado o producido en Andalucía. Asume de esta forma el papel de biblioteca central del Sistema Andaluz de Bibliotecas y Centros de Documentación.

Ahora se suma el legado personal de Julio Alfredo Egea, que hace un año ya adelantó su intención de ceder el testimonio de su "vida" literaria al centro y que ahora cumple su palabra. Junto al material donado por Rafael Guillén, conforma un testimonio esencial para comprender a la llamada Generación del 50.

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