Cómics

Visita a la tierra salvaje

Marvel Limited Edition. Ka-Zar. VV.AA. Panini. 312 páginas. 37,95 euros.

Aunque ya existió un Ka-Zar en la década de 1930, una suerte de remedo pulp de Tarzán que incluso saltó a los cómics en el mítico Marvel Comics 1 (octubre de 1939), el superhéroe homónimo conocido por todos fue presentado por Stan Lee y Jack Kirby en el no menos mítico número 10 de The X-Men (marzo de 1965). Kevin Plunder, señor de la Tierra Salvaje, y su mascota Zabu pronto enamoró a los lectores y ganó popularidad con apariciones esporádicas en series como Daredevil o The Amazing Spider-Man, en pleno proceso de formación del Universo Marvel.

Con fecha de portada de marzo de 1969, el personaje vivió al fin una aventura en solitario dentro de la cabecera Marvel Super-Heroes, que ya había alojado los debuts del Capitán Marvel y los Guardianes de la Galaxia. Pero hubo que esperar hasta agosto de 1970 para que Ka-Zar lograra instalarse periódicamente en el título Astonishing Tales, donde compartió primero cartel con el Doctor Muerte. Desde el número 1 hasta el 20 de dicha serie, un nutrido grupo de artistas ofreció su versión de la Tierra Salvaje, sus bestias prehistóricas y sus extraños habitantes, y dotó a Ka-Zar de una arena propia para desarrollarse. Stan Lee, Jack Kirby, Roy Thomas, Gil Kane, Mike Friedrich, Rich Buckler, entre otros, pasaron por aquellas páginas, aunque seguramente los episodios más recordados sean aquellos escritos por Gerry Conway y dibujados por un primerizo, pero ya convincente, Barry Smith.

El tomo de la imprescindible colección Marvel Limited Edition de Panini nos trae ahora esta seminal etapa, perdida en el limbo durante tanto tiempo. Va el citado Marvel Super-Heroes y los números 1 a 16 de Astonishing Tales, más el bello trabajo de Stan Lee y John Buscema en el primer número de Savage Tales, la revista en blanco y negro en la que coincidieron brevemente Ka-Zar y Conan. Se incluyen, cómo no, las portadas y una introducción de Roy Thomas, que repasa, uno por uno, todos los episodios. Por la rareza del material y lo bonito de la edición, el libro es un auténtico regalo para los aficionados.

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